Manifiesto Unitario contra el Plan Colombia.




Barcelona, 16 de junio de 2001.



Los abajo firmantes queremos denunciar que el Plan Colombia no contribuye a la solución del conflicto armado y puede empeorar la gravísima situación ya existente de violación de Derechos Humanos en Colombia.


El Plan Colombia no es un plan de paz. Por el contrario, en lo fundamental, es un programa de ayuda militar de los Estados Unidos a las fuerzas armadas y a la policía de aquel país. De los 1.300 millones de dólares de la ayuda de los EEUU, el 80% está destinado a ayuda militar a las fuerzas armadas colombianas con el objetivo de combatir y erradicar el narcotráfico. Los programas de ayuda humanitaria y de desarrollo social, financiados en buena medida con fondos de la Unión Europea, no modifican y no pueden ocultar el carácter básicamente militar del Plan Colombia. Esta ayuda humanitaria sólo servirá, en el mejor de los casos, para mitigar las consecuencias de los enormes desplazamientos de población que seguirá provocando la presión militar y paramilitar y la fumigación de cultivos a las zonas bajo el control de la guerrilla. Esta fumigación se ha venido haciendo hasta ahora con Glifosfato. Por ahora, en una zona del Ecuador limítrofe con Colombia se está experimentando la utilización como herbicida de un hongo, el Fusarium Oxisporum, lo que ha provocado la denuncia de diferentes asociaciones ecologistas del Ecuador que han alertado sobre las gravísimas consecuencias ambientales de la utilización de este hongo.

El Plan Colombia amenaza seriamente las negociaciones de paz en curso. Su puesta en marcha, como explicó el periodista colombiano Alfredo Molano, puede acabar provocando un agravamiento del conflicto armado con un coste terrible para la población civil en términos de desplazados, de destrucción de comunidades ancestrales y de incremento de las violaciones de los DDHH. La apuesta de escalada militar no nos parece una buena vía para solucionar un conflicto político como el colombiano que hunde sus raíces en la exclusión social y política de buena parte de la sociedad colombiana.

El Plan Colombia proporciona cobertura a una creciente injerencia militar directa de los EEUU en toda el área bajo el pretexto del combate contra el narcotráfico. Lo que se perfila como el objetivo principal, aunque no declarado, del Plan Colombia, lo que parece estar en juego, es la protección militar de los intereses estratégicos de los EEUU en la región, que ve con inquietud la creciente inestabilidad política y las movilizaciones sociales en países como el Ecuador, el hundimiento de gobierno autoritarios y corruptos que contaban con el soporte de los EEUU como el de Fujimori en Perú, o el hecho de que el actual gobierno venezolano mantenga una política independiente no supeditada a los intereses de los EEUU. Además, el conflicto corre el riesgo de extenderse más allá de Colombia: instalación de paramilitares y narcotraficantes en la frontera ecuatoriana cercana a la frontera sudoriental colombiana; utilización de instalaciones militares como la base aérea de Manta; éxodo de miles de familias campesinas del departamento colombiano de Putumayo hacia el Ecuador.

Sostenemos que la construcción de la paz en Colombia no pasa por la escalada en el conflicto armado a través de la extensión del mismo a otros países del área, ni mediante la creciente implicación militar de los EEUU. Requiere, por el contrario, de un serio esfuerzo de la comunidad internacional en defensa y promoción de los Derechos Humanos en Colombia, poniendo en primer término el derecho a la vida. Exige igualmente un compromiso decidido a favor de la construcción de un sistema democrático en el que, por primera vez, tengan cabida los sectores a los que desde hace décadas se va excluyendo de la participación política. En definitiva, defendemos una solución negociada de los conflictos colombianos, para dar una oportunidad al proceso de paz a través del diálogo. Sólo de esta manera podrá consolidarse la democracia en Colombia.

La Unión Europea ha destinado una ayuda de 150 millones de dólares que se suman a las aportaciones hechas por diversos países de la UE, entre ellos el Estado Español, que ha aportado 100 millones de dólares, para financiar proyectos de desarrollo económico, la sustitución de cultivos ilícitos y proyectos de promoción de los derechos humanos. Esta aportación puede acabar sirviendo exclusivamente para dar cobertura a lo que es un plan militar de erradicación de la guerrilla y de los cultivos ilegales impuesto por EEUU. Un plan que puede provocar millones de desplazados y el crecimiento de las fuerzas paramilitares en la zona, como ha denunciado Amnistía Internacional, incluyendo las masacres sobre la población civil que ya vienen ejecutándose con total impunidad, reforzadas por unidades del ejército regular colombiano.

Por todas estas razones, las entidades firmantes expresamos nuestro total rechazo al Plan Colombia, a la escalada bélica, y a la creciente injerencia militar de los EEUU en el área. Manifestamos nuestro apoyo y solidaridad a los movimientos sociales de los países andinos que ya se están movilizando contra el citado plan. Reclamamos al gobierno colombiano y a la Comisión Europea que asuman como objetivos prioritarios la búsqueda de la paz a través de la negociación y la acción decidida en pro del respeto de los derechos humanos, y así acabar con la complicidad por parte del Estado colombiano ante las graves violaciones de los mismos. Esta exigencia de respeto a los derechos humanos la hacemos extensible a todos los actores armados del conflicto.

Exigimos que cualquier refuerzo financiero o político del gobierno del Estado español quede condiciona al cumplimiento de estas prioridades.



Entrepobles, Associació Catalana per la Pau, Cooperacció, Associació Catalana de Brigadistes a Nicaragua, Educació sense Fronteres, Assemblea de Cooperació per la Pau, Sodepau, Vetermon, Medicos Mundi, Món-3, Fundació Pau i Solidaritat, Intermón-Oxfam, Casa de Nicaragua, Federació Catalana d'ONGD, Associació Catalana de Juristes Demòcrates, Col·lectiu Cayapa de Solidaritat amb Veneçuela, Comitè de Solidaritat amb els Pobles de l'Equador, Comitè Català de Solidaritat amb Colombia, Associació Cultural J.C. Mariátegui, Col·lectiu de Solidaritat amb la Rebel·lió Zapatista, Comitè Català de Solidaritat Internacionalista, Comitè Oscar Romero de Cardedeu, Comissió 0,7 i més de Lleida, Grup 0,7 de l'AMB, Grup 0,7 de Treballadors/es de Telefónica, Unión General de Trabajadores (UGT), Associació d'Estudiants Progressistes, Intersindical-CSC, Confederación General de Trabajadores (CGT), Recursos d'Animació Intercultural (RAI), Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), Joventut Comunista de Catalunya (CJC), Partido Obrero Revolucionario (POR), Joventuts d'Esquerra Republicana de Catalunya (JERC), Partit Socialista d'Alliberament Nacional (PSAN), Partit Comunista del Poble de Catalunya (PCPC), Batzac, Endavant.






 
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