Quito, 8 de febrero de 2002



Doctor Gustavo Noboa Bejarano
Presidente Constitucional de la República
Palacio de Gobierno


Señor Presidente:

Las organizaciones indígenas CONAIE, FENOCIN y FEINE, los trabajadores eléctricos y sus organizaciones sindicales nacionales FEDELEC, ENLACE y el FRENTE DE DEFENSA DEL SECTOR ELECTRICO, las organizaciones sociales, barriales, populares, estudiantiles, de Consumidores y de Derechos Humanos que suscribimos, hacemos llegar a Ud. este MANIFIESTO:

Consideramos que las privatizaciones en general no han dado resultados en ningún país que ha optado por esta vía, mas aún, han constituido un fracaso estrepitoso dentro de un modelo como el neoliberal, calificado por su Santidad Juan Pablo II como "capitalismo salvaje" que hoy presenta síntomas de agotamiento y declinación, pero que ha dejado profundas huellas en las condiciones del ser humano, hondas repercusiones sociales y graves fisuras para el propio sistema democrático y afectado la estructura de los Estados Nacionales y la soberanía de los pueblos.

En la mayoría de los casos las privatizaciones de las Empresas Eléctricas no generaron nuevas inversiones en el sector por parte de los capitales privados y la falta de mantenimiento de los sistemas han provocado el deterioro de la calidad del servicio, cortes de suministro y prolongados apagones ha sido una especie de constante después de la privatización, mas la devolución de los medidores por parte de los usuarios más pobres que no han podido pagar las planillas, viéndose obligados a prescindir de tan elemental servicio, aumentando los niveles de exclusión social.

Las posibilidades de nuevas fuentes de empleo que se anunciaron vendrían como consecuencia de la privatización, se convirtieron en despidos masivos de trabajadores en la precarización de las condiciones de trabajo, sobreexplotación de la mano de obra, bajos salarios, falta de seguridad y protección, aumento de los accidentes de trabajo.

La falta de transparencia y la corrupción no han estado ausentes de los procesos de privatización, reflejándose en la aparición pocos nuevos ricos. Los recursos que se obtuvieron como producto de la venta de las empresas, fueron desviados, dilapidados, malversados.

El dogma de que la empresa privada es más eficiente que la publica ha terminado por ceder en su propio terreno. En el caso de nuestro país, la banca privada corrupta nos ha conducido a la más grave crisis económica, social y política que registra el país en los últimos cincuenta años y sus lamentables consecuencias gravitan todavía en el concierto nacional.

La privatización y venta de las empresas eléctricas del país no solucionará los problemas del sector. Sin embargo, estamos conscientes de que es necesario impulsar una verdadera modernización de la industria eléctrica sin necesidad de privatización y venta de sus empresas.

Si producir un kilowatio hora cuesta 1 centavo de dólar en la Central de Generación de Paute, el costo promedio al usuario final, según los cálculos de los Ingenieros Eléctricos y Electrónicos del Ecuador no debe exceder los 7.5 centavos de Dólar, con el incremento realizado últimamente, sectores residenciales especialmente del centro del país, al momento están pagando 13.7 centavos de dólar haciendo duras las condiciones de pago de su consumo, especialmente entre los sectores mas desprotegidos, es de prever lo que ocurrirá mas tarde en manos de compañías privadas extranjeras que utilizarán todos los mecanismos de presión a su alcance, incrementarán aún mas las tarifas para recuperar rápidamente sus inversiones, reexportar sus capitales en el menor tiempo posible en detrimento del país.

La energía para entonces se habrá convertido en un negocio mas y habrá dejado de ser un servicio público accesible a todos los ciudadanos que el Estado está en la obligación de garantizar de acuerdo a nuestra Constitución.

Los excedentes que hoy se generan bien pueden ser capitalizados o derivados a un fondo de acumulación a través del cual se puedan cumplir, desarrollar y pagar los proyectos hidroeléctricos que es menester construir en beneficio del país.

De otra parte, Sr. Presidente, no se puede desestimar la Resolución del Tribunal Constitucional, adoptada el 29 de diciembre de 2000, por la cual las acciones de las empresas públicas no pueden venderse y ratificada el 16 de octubre del 2001 por la que expresa que la resolución anterior está vigente y las personas naturales y jurídicas están en la obligación de respetarla.

No se puede desatender la Declaración de la Comisión de Control Cívico de la Corrupción sobre la falta de transparencia en el proceso de venta, marcado por una valoración que hasta el día de hoy se desconoce, pero que se presume estará por debajo de los precios reales, que acabarán por lesionar el interés nacional.

No se puede desoir la voz del Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz en su visita al país, señaló "que no es el momento oportuno para vender las empresas eléctricas", quién mejor conocedor de las políticas y los intereses en juego como ex asesor de los propios organismos financieros internacionales

No se puede dejar de escuchar y reconocer el sentimiento mayoritario de los ecuatorianos que en el 72% de la población se pronuncian contra las privatizaciones (según las encuestas de Cedatos - Informatec). No son sectores minoritarios, como se creería, sino mas bien la mayoría de ecuatorianos que ven con preocupación el porvenir y las consecuencias que se deriven de la privatización.

En varias oportunidades hemos hecho llegar a Ud. propuestas alternativas encaminadas a la modernización del país y del sector eléctrico como la generada por la "Minga para que el Ecuador No se Apague" sin que hasta el momento tengamos respuesta, así también otros importantes sectores como el Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos del Ecuador sobre la base de análisis eminentemente técnicos ha presentado sus observaciones, puntos de vista y manifestado su oposición a la privatización y venta de las empresas eléctricas.

Diferentes sectores y partidos políticos de presencia nacional de las más diversas orientaciones ideológicas han expresado su oposición a las privatizaciones.

No se escucha la voz y el voto de los mandantes, por lo que la democracia termina negándose a sí misma.

Señor Presidente, el país espera, los ecuatorianos esperamos realmente cambios que nos garanticen el ejercicio pleno de los derechos que nuestra propia constitución prescribe, el acceso a los servicios públicos modernos y eficientes, el derecho al trabajo aquí en nuestra patria y no en el extranjero, el derecho a una vida digna y mejor.

Esperamos señor Presidente, que de una vez por todas se ponga fin al proceso de privatizaciones y a la venta de las empresas eléctricas, patrimonio nacional que pertenece a todos los ecuatorianos.

Solicitamos señor Presidente, que se escuchen nuestras propuestas alternativas a la privatización presentadas, para buscar por consensos la modernización del Estado, sus instituciones y los servicios públicos con visión de futuro y misión de servicio accesibles a todos los Ecuatorianos

Creemos que con voluntad y decisión política del Gobierno Nacional, el aporte de todos los sectores involucrados en el proceso, el concurso de las mejores ideas y la contribución patriótica de los ciudadanos encontraremos nuevos caminos para beneficio de la Patria.

La Marcha Nacional contra la Privatización, realizada el día de jueves 7 de febrero, expresión del sentimiento de los ecuatorianos por impedir la venta de su patrimonio y la suspensión inmediata del alza gradual de las tarifas eléctricas, con la participación de mas 10 mil personas de los mas diversos sectores de la sociedad civil, pese a su carácter pacífico, ha sido violentamente reprimida, sin consideración a la presencia de madres con sus pequeños hijos, ancianos, con un saldo de heridos y detenidos en abierto contraste con el diálogo que se convoca, se coarta la libre expresión y las garantías constitucionales, por lo que exigimos se disponga la inmediata libertad de los detenidos, indemnización a los heridos y se escuche el clamor popular de la no privatización de las empresas eléctricas del país.

Del Señor Presidente de la República.

Atentamente,

Leonidas Iza
Presidente CONAIE

Pedro de la Cruz
Presidente FENOCIN

Edgar Ponce Iturriaga
Secretario Ejecutivo Nacional de ENLACE
(Red Nacional de Trabajadores de la Energía Electríca del Ecuador)

Marco Murillo
Presidente FEINE