Red Latinoamericana Mujeres Transformando La Economía -REMTE- Núcleo Ecuador
Marcha Mundial de Las Mujeres - Ecuador
Quito, 26 de noviembre de 2004
Día de No Violencia contra las Mujeres
En este día de acciones y reflexiones en torno a la violencia contra las mujeres -fenómeno persistente, extendido, de múltiples dimensiones- queremos llamar la atención sobre las implicaciones que en este campo tendrá el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
- La imposición neoliberal del 'libre comercio' como doctrina y como política global, que reemplaza e impide la búsqueda del desarrollo de los países, tiene como uno de sus pilares la feminización de la pobreza. La mano de obra femenina, presente de manera masiva en un mercado laboral precarizado, 'maquilizado' - donde priman injusticias de género en cuanto a ingresos, ocupaciones, condiciones de trabajo- es el factor por excelencia de 'competitividad' de nuestras economías. Esto exacerba la violencia en el espacio laboral, pues la 'flexibilización' va siempre acompañada de mayores grados de inestabilidad, sobreexplotación, modalidades extremas de control (como la famosa 'prueba de embarazo'), además del consabido acoso sexual, más frecuente e impune en un marco de inexistencia o debilitamiento de las organizaciones sindicales.
- Como componente de los flujos del 'libre comercio', vemos la tendencia creciente y diversificada de mercantilización del cuerpo, tráfico de mujeres, turismo sexual, explotación sexual, especialmente de menores; formas todas que resumen la violencia física, sicológica y económica contra las mujeres.
- La invasión del mercado y de los intereses privados hacia ámbitos de políticas públicas y de servicios básicos (salud, educación, etc.), incrementa la responsabilidad de los hogares y el trabajo de las mujeres en todo lo relativo al cuidado humano y la reproducción. La sobrecarga de trabajo en el espacio doméstico y su desvalorización constituyen, sin duda, una expresión de violencia. La calidad de vida de las mujeres y de personas a su cuidado, y de manera especial su salud reproductiva, se verán perjudicadas por la aplicación de un sistema de patentes que incluye las patentes de 'segunda generación' para medicamentos básicos, encareciéndolos aún más.
- La aplicación del TLC con Estados Unidos, como señalan experiencias similares, implicará la destrucción masiva de unidades productivas y la eliminación de empleos y autoempleos, con especial impacto en áreas campesinas e indígenas, donde al mismo tiempo se destruirán modalidades de producción y formas de vida propias. Junto con ello, la privatización de recursos naturales y de conocimientos ancestrales, expropiará a la sociedad de un patrimonio aportado en buena medida por los saberes colectivos de las mujeres. Esto, sumado al control transnacional del agro, torna aún más inalcanzable el objetivo básico de soberanía alimentaria para la población ecuatoriana.
- La virtual anexión del país que supone este Tratado, suprime la soberanía nacional, anula o debilita su estructura legal e institucional, e impide así la adopción y aplicación de políticas de Estado que permitan el impulso de los derechos de las mujeres, y de manera especial aquellas relacionadas con la erradicación de la violencia física, psicológica y sexual.
- La agenda 'comercial' del TLC está conjugada con una agenda de seguridad y militar, enorme amenaza para la paz y la democracia, con costos siempre mayores para las mujeres.
Por esto afirmamos que el TLC profundizará la violencia contra las mujeres. Queremos que nuestra voz se escuche el la Consulta Popular que debe llevarse a cabo para impedir que se imponga este nefasto instrumento.