Sarayaku: No queremos a las Petroleras

Comunidad de Sarayaku en Quito

Quito, 10 de enero de 2004

 

La comunidad del Territorio Autonomo Kichwa de Sarayaku resiste el ingreso de la Petrolera CGC y Militares del Ejercito Ecuatoriano

 

La comunidad de Sarayaku hace parte de un asentamiento ancestral de indígenas Kichwa, que se extiende a lo largo de 135 mil hectáreas de bosque húmedo tropical en la Provincia de Pastaza en el centro sur de la Amazonia ecuatoriana. La adjudicación de este territorio a la comunidad Kichwa fue otorgada por el gobierno del Ecuador en 1992.

El pueblo Kichwa de Sarayaku se opone a la explotación petrolera y desde 1997 sus hombres, mujeres y niños se han enfrentado de manera decidida a los intentos de las diferentes compañías trasnacionales de ingresar en su territorio. Desde hace un año los enfrentamientos se dan con la CGC (“Compañía General de Combustibles San Jorge”), de origen argentino.

Aun cuando la explotación petrolera no se ha instalado en territorio Sarayaku, la vida de la comunidad ya ha sido afectada negativamente por la misma. Las prospecciones, primeras exploraciones e intentos de las compañías por asentarse en estos territorios han dañado tanto al medio ambiente, como la calidad de vida, las formas tradicionales de sobrevivencia y la convivencia entre comunidades.

Por un lado se han talado árboles para la construcción de helipuertos o campamentos, se han abierto trochas, se han perforado hoyos a 15 o 20 metros de profundidad, se han introducido y detonado explosivos, se ha acabado con la vida de animales y se ha destrozado árboles sagrados, etc.. Los pobladores han sido victimas de persecuciones y amenazas, han sido golpeados, heridos y maltratados. Huertos familiares y casas han sido destruidos. Debido a estos conflictos hace un año la asistencia de niños y niñas a la escuela fue suspendida por casi 4 meses.

Por otro lado, se ha dividido y enfrentado a comunidades hermanas, gente de la compañía se ha dedicado a crear malentendidos y animadversiones, acusando a los dirigentes, inventando y oponiendo intereses entre comunidades y al interior de las mismas.

Los enfrentamientos entre comunidades instigados y propiciados por las compañías petroleras han dado como resultado que desde hace un año se haya bloqueado el rió Bobonaza por parte de las comunidades afectas a las compañías, lo cual ha impedido la movilización, por una de las principales vías de transito de la zona. En la práctica no solo el transito fluvial ha sido afectado sino también el terrestre, es así que el día 5 de diciembre del 2003 cuando pobladores de Sarayaku que se dirigían al Puyo con el fin de participar en una Marcha por la Paz, organizada en apoyo al pueblo de Sarayaku, donde participaron alrededor de mil personas entre indígenas, colonos, ecologistas, estudiantes y demás personas identificadas con la lucha de este pueblo, fueron atacados y golpeados, de forma tal que su vida corrió peligro.

Frente a los múltiples actos de violencia las autoridades se han mostrado absolutamente “indiferentes”. Han argumentado que se trata de problemas locales, conflictos entre comunidades, ante los cuales no pueden ni deben hacer nada, aun cuando hechos como el de impedir el libre transito fluvial, constituyen delitos penados por la ley del país.

Ante la firme oposición de la comunidad al proyecto petrolero, la CGC, ha contado con el apoyo de las Fuerzas Armadas y de grupos paramilitares. En Octubre del 2002 el ejercito nacional militarizo la zona, el pueblo defendió sus derechos arriesgando incluso la vida y logró sacar a los militares de su territorio.

Queda claro que las autoridades no solo que no han aplicado la ley sino que han decidido sobreponer los intereses de compañías trasnacionales por sobre los derechos de ciudadanos ecuatorianos. Y de manera decidida se han alineado con las compañías petroleras, y es así que el gobierno ecuatoriano ha emprendido una campaña de amedrentamiento y ha iniciado juicios penales en contra de dirigentes de la comunidad.

Los dirigentes de la Asociación de Sarayaku han denunciado las amenazas de las que han sido víctimas ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y ante la misma instancia han demandado al gobierno ecuatoriano por el incumplimiento de las disposiciones establecidas en el convenio 169 de la OIT y en la Declaración Universal de Derechos Humanos. La CIDH dispuso medidas cautelares a favor de los dirigentes y del pueblo Kichwa de Sarayaku que tuvieron vigencia hasta el mes de diciembre del 2003, después de la marcha que se dio el 5 de diciembre y de los ataques perpetrados hacía la gente de la comunidad, la CIDH decreto inmediatamente nuevas medidas cautelares.

A pesar de ello, el Estado argumentando que debe garantizar la inversión externa, se somete a las presiones de las empresas petroleras e ignora las demandas de respeto y justicia de la comunidad. En múltiples ocasiones el gobierno ha anunciado que ingresara utilizando la fuerza pública, sin importar si el pueblo Kichwa se opone. Desde el gobierno se ha pretendido callar la voz del pueblo de Sarayaku y ocultar su propuesta de vida, se acusa a sus pobladores de antipatriotas, subversivos y manejados por ONG.

El desprecio del gobierno de Lucio Gutiérrez por la leyes del Ecuador, por la comunidad de Sarayaku en particular y por el movimiento indígena en general se hace flagrante al revisar algunas de las declaraciones recientes del Ministro de Energía y Minas, Carlos Arboleda, en una de ellas mantenía que las comunidades indígenas “No tienen el conocimiento científico, por eso son civilizaciones sobrepasadas por la civilización llamada moderna u occidental, que es la que tiene el conocimiento científico de la naturaleza y solo cuando entre el conocimiento científico a administrar la naturaleza, ésta será bien preservada, porque no se puede preservar a la naturaleza con actitudes míticas”. Por otro lado mantenía que “… quienes más saben del manejo ambiental posiblemente son las empresas petroleras que vienen al país…”. Si nos basáramos en las declaraciones del Ministro llegaríamos a la conclusión de que durante cientos de años las comunidades indígenas no han hecho sino destruir el medio en el que han vivido y que para preservar la naturaleza, se hace necesario llenar la amazonia y el país por extensión, de pozos petroleros.

El Ministro pasando por encima de las medidas cautelares otorgadas por la CIDH y lo que señala la Constitución del Ecuador, anunció que la Compañía General de Combustibles (CGC) reiniciará en enero del 2004 los estudios sísmicos para la localización de petróleo con el apoyo de las fuerzas del Estado.

La respuesta del pueblo de Sarayaku esta vez, no será distinta a las anteriores, la comunidad se enfrentara y defenderá su territorio y su propuesta de vida.

La propuesta del Pueblo de Sarayaku en sus palabras es:

Actualmente un grupo de jovenes ecuatorianos se ha conformado para que, a través de la ancestral figura de la “minga” – minga en el mundo andino y amazónico significa gente unida para trabajar por un bien comun- que fue bautizada por la misma comunidad como “Sarayaku Kaparik”. Kaparik significa “grito de lucha”. La minga viene apoyando a la comunidad desde hace 3 meses de manera colectiva, y realizará acciones de apoyo y generación de conciencia sobre el problema que enfrenta la comunidad, en Ecuador, y varios paises del mundo.

 

Unidos a favor de la Vida construyamos un Nuevo Mundo

 

Franklin Toala
Representante y Vocero de La Comunidad de Sarayaku en Quito

 

[+info]

Si desea aportar, solidarizarse o emitir un comentario frente a la lucha de Sarayaku, puede dirigirse a nuestro sitio en internet:
http://www.sarayacu.com

O escribir a las direcciones de correo electrónico:
sarayakukaparik@accionecologica.org
ingaro@andinanet.net

 

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