III Congreso Nacional - Informe Político

Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik-Nuevo País (MUPP-NP)

Comité Ejecutivo Nacional

Riobamba, 25 de septiembre de 2003

 

1.- El gobierno de Noboa y la acción política del MUPP-NP.

En Septiembre de 2001 se realizó en la ciudad de Quito el II Congreso Nacional del Movimiento Pachakutik. Como es de conocimiento público, este evento se desarrolló en medio de un ambiente de división interna, pues, a pesar de que los resultados de la comisión de verificación de credenciales determinó la legitimidad y autenticidad de los delegados, un sector optó por abandonar el Congreso e intentó instalar un Congreso paralelo.

La estrategia de debilitamiento de Pachakutik estuvo basada en la división de las estructuras provinciales, en el desconocimiento de las directivas, en una campaña de calumnias sistemática y en el establecimiento de ciertas alianzas con oscuros intereses (en el esclarecimiento sobre la financiación de las actividades de Antonio Vargas, este indico que provenían de empresarios que lo respaldaban).

Obviamente el Movimiento quedó resentido de este proceso. Pese a ello, el Congreso fue capaz de construir un mandato político orientador: la construcción de Pachakutik como un referente global de transformación del pueblo ecuatoriano, a través de la aplicación de los documentos políticos que fueron aprobados (Base ideológica, Programa, Nueva Democracia, Horizonte Político, Estatutos reformados, Acuerdos y Resoluciones) y de la elección de un Comité Ejecutivo representativo de los diversos sectores y regiones.

El reto era dar un salto político y organizativo que nos permita construir los factores de poder necesarios para desarrollar nuestro programa de Estado Plurinacional, Nueva Democracia, Justicia Social.

Cuando el nuevo Comité Ejecutivo asumió el Mandato, habían transcurrido 20 meses de la presidencia interina de Gustavo Noboa, luego de la caída de Jamil Mahuad ocurrida el 21 de enero del 2000. Sin embargo, Noboa continuó el mismo programa neoliberal y de sometimiento al FMI de Mahuad, dolarización incluida, además de que transó con la oligarquía costeña y serrana cediendo Ministerios y cargos públicos a cambio de respaldo político.

Junto al mantenimiento de la dolarización Noboa impulsó una reforma económica de corte neoliberal a través de las llamadas leyes Trole I y II, intentó continuar con la privatización de las empresas eléctricas a través del CONAM, impulsó la concesión para la construcción del OCP a un precio de 1400 millones de dólares (dos veces y media su valoración inicial) que garantiza la propiedad y operación privada del oleoducto por mas de veinte anos y obliga al trasporte del crudo estatal por este ducto. Igualmente impulsó la ley de Transparencia y responsabilidad fiscal que restringe severamente el crecimiento del presupuesto publico y condiciona una parte de sus recursos al pago de la deuda externa.

Noboa continuó la política de salvataje bancario canalizando ingentes recursos a la AGD, y favoreció el imperio de la impunidad y corrupción existente dentro de esta institución, regida por el PSC, que siguió adelante en su política de lavar las deudas de banqueros y grandes deudores por medio de la desaparición de archivos y documentos, la suspensión de los procesos coactivos y el deterioro de los bienes recuperados.

Todo este conjunto de acciones, lejos de amortiguar la caída, mantuvieron imparable la crisis económica. Los supuestos de que el enorme esfuerzo y sufrimiento social que implicó la aplicación del programa de Noboa permitiría bajar las tasas de interés, controlar la inflación y aumentar la inversión productiva nunca se realizaron y por el contrario, no ocurrió la tan esperada reactivación económica, las tasas de interés continuaron elevadas y aún con economía dolarizada la inflación llego en los años 2001 y 2002 a cifras superiores a los dos dígitos, estableciéndose la paradoja de que Ecuador es el único país en el que de hecho se deprecia el dólar.

Por el contrario, la dolarización, sumada al aperturismo comercial al descontrol del sistema financiero y a los elevados costos de los servicios para la producción, ocasionaron una caída dramática de la balanza comercial que en el año 2002 cerró con un déficit aproximado de 3000 millones de dólares. Con excepción del petróleo las exportaciones se deterioraron mientras que se produjo un ingreso masivo e indiscriminado de productos importados, ocasionando el cierre de empresas, la quiebra de pequeños y medianos productores del campo y la ciudad y la destrucción del aparato productivo.

A estas acciones del régimen de Noboa se suma la negociación de la deuda externa para cambiar los bonos Brady en bonos Global, la misma que se efectuó en medio del secretismo y el apuro, ocasionando incontables perdidas para el país, incluida la utilización de los saldos para apalancar la banca quebrada. Finalmente el manejo dispendioso que realizó del presupuesto estatal, repartiendo cheques y compromisos a su paso por los cantones ocasionó una severo déficit presupuestario, dejando al nuevo gobierno una herencia de atrasos de mas de 730 millones de dólares.

Únicamente el enorme aporte de las remesas de los migrantes, lograda con enormes sacrificios, que en el año 2002 significó 1400 millones de dólares, sumada al incremento del precio del petróleo, y al mayor esfuerzo tributario que realizaron los sectores medios, salvó al país de la catástrofe económica y social que se veía venir. Estos factores, que no son resultado de la acción del gobierno de Noboa, sin embargo son reivindicadas por este cuando señala en su informe que el país ha crecido en el 3,5% del PIB.

Mientras tanto, la crisis social durante este período se ha extendido y profundizado. El desempleo se mantuvo elevado y su disminución obedece a la masiva migración de cientos de miles de ecuatorianos, la pobreza se mantiene en niveles del 70% y en el sector rural en el 85%, mientras que el 45% de los ecuatorianos vive en la indigencia. La canasta familiar que al término del período llego a estimarse en 331 dólares, no podía ser cubierta con salarios mínimos unificados de 130 dólares.

La formula política de gobernabilidad del régimen de Noboa estuvo sustentada en el reparto de los recursos públicos, de los Ministerios y cargos públicos, de la negociación de las leyes con los grupos tradicionales y los partidos políticos para evitar afectar a sus intereses, cargando sobre las espaldas del pueblo los costos de estas componendas. De esta manera, Noboa, que se mantuvo secuestrado por las presiones de los grupos económicos y políticos, llegó al final de su período sin efectuar ningún cambio relevante en la reforma política, o en el ordenamiento económico, habiendo garantizado durante su gobierno, con exclusividad los intereses de las oligarquías tradicionales y de los sectores financieros.

Por el contrario, el régimen de Noboa, atrapado entre las presiones de los grupos económicos y políticos, cedió a sus presiones, manteniendo una estela de corrupción, que significo, el desvió de mas de 200 millones de dólares a través de partidas extrapresupuestarias, realizado por Enmanuel, el mantenimiento de la impunidad y la indolencia en la AGD, el mantenimiento del contrabando en las Aduanas, orquestado por el cura Flores , la entrega a dedo de contratos petroleros en el Ministerio de Energía, la contratación con sobreprecio del OCP, el intento de vender las empresas eléctricas a la irrisoria cifra de 600 millones cuando su valor real es superior a los 5000 millones de dólares.

Durante este período la restringida y excluyente democracia ecuatoriana ha sido incapaz de procesar los conflictos y contradicciones originadas en la pugna intermonopólica y en la constante movilización social. La crisis de representatividad de los partidos y la pérdida de credibilidad ciudadana en la institucionalidad, provocada por los engaños demagógicos y por la corrupción generalizada, han sido elementos claves de la inestabilidad política; incrementando así la potencialidad de la protesta ciudadana contra gobiernos como el de Noboa que se han desentendido de las políticas sociales, de la inversión productiva y del desarrollo local.

Sin embargo, la ruptura provocada por la lucha del movimiento indígena y las organizaciones sociales el 21 de enero del 2000 se mantuvo limitada durante el Noboato por un instinto de supervivencia de las élites, que evitaron exacerbar la conflictividad para impedir una nueva ola de inestabilidad política, descontento que finalmente se canalizaria por la via electoral, en el proceso eleccionario 2002.

La presencia constante de los movimientos sociales, liderados por el movimiento indígena-campesino, en un escenario de crisis generalizada como el que vivimos en este periodo, creó un polo de acumulación política alternativo que concentra de manera creciente los brotes y expresiones de descontento sectorial, que tuvo éxitos importantes en frenar las políticas de ajuste y de privatizaciones.

El MUPP-NP, como una expresión de este proceso de acumulación, enfrentó la intentona neoliberal y privatizadora, desde el Congreso y desde la movilización social. Dando continuidad a los acuerdos logrados durante el levantamiento de enero del 2001, mantuvo la presión para evitar el incremento del precio de gas, de la electricidad y demás servicios básicos. Igualmente, a través del impulso del proceso de "presupuesto participativo", mantuvo con la ciudadanía un seguimiento vigilante a la Proforma Presupuestaria, defendiendo los presupuestos sociales, especialmente, el fondo de riego indígena y los recursos para la reactivación del Banco de Fomento, comprometidos por el gobierno en el Acuerdo con las organizaciones indigenas y campesinas para levantar las acciones de enero.

En defensa de las empresas eléctricas, impulsó una exitosa campaña, conjuntamente con los trabajadores y otros movimientos sociales, que culminó con el desistimiento del proceso por parte del CONAM, dirijido por Ricardo Noboa, ante la negativa de los gobiernos seccionales de ceder sus acciones para que se produzca este desmembramiento del patrimonio público nacional.

Otra trinchera de lucha de lucha fué la fiscalización respecto del contrato de concesión del OCP, que se demostró fehacientemente su sobreprecio, a pesar de lo cual el Congreso no reaccionó como era de esperarse, por los compromisos de los bloques con las empresas concesionarias privadas.

Igualmente, durante el debate y aprobación de la Ley del Seguro Social Obligatorio, el bloque Parlamentario, apoyado por la CONFEUNASSC y usando la propuesta de ley alternativa formulada desde las organizaciones sociales, defendió los principios y derechos constitucionales del IESS y ante las imposiciones de la mayoría que aprobó varios artículos atentatorios a la vigencia del seguro solidario, impugnó los mencionados artículos en el TGC, logrando que se anulen los mismos, manteniéndose incólumes hasta hoy los principios solidarios del seguro obligatorio.

Frente a las Leyes Trole I y II el Movimiento Pachakutik, a través del bloque Parlamentario, cuestionó la ilegalidad de estos paquetazos de reformas jurídicas y se posicionó en contra de las reformas retrógradas que contenían estas leyes. Igualmente condenó la Ley de Transparencia y Responsabilidad Fiscal, que habiendose aprobado con la complicidad de una mayoría de derecha limita gravemente las posibilidades de estructurar presupuestos que respondan a los requerimientos del país.

El conjunto de actuaciones del Movimiento Pachakutik, conquistaron el respaldo creciente de la población del país. Aunque el escenario del gobierno de Noboa estuvo marcado por la resistencia, la línea de conducta establecida por el Movimiento, acrecentó su respaldo y sentó las bases para el posterior ascenso electoral. Sin embargo, desde los gobiernos locales conquistados en las elecciones del 2000 y desde los movimientos sociales se lograron realizar importantes avances en la perspectiva de construir un gobierno y un poder alternativo.

 

2.- El escenario electoral del 2002

A) El proceso pre electoral y la formación de la alianza con Gutiérrez.

Lejos de profundizar las heridas, actuar con resentimientos y mezquindades, la primera tarea que se planteó el Ejecutivo entrante fue reconstruir puentes de unidad con los procesos constitutivos del Movimiento. De este modo el mandato de plantear una verdadera alternativa para el país no se quedaba en enunciados demagógicos.. Es importante señalar que más allá del Congreso mismo del Movimiento, la piedra de conflicto constituía la definición de las candidaturas presidenciales y la confrontación con una tendencia que no se situaba ni en la derecha ni en la izquierda y que usaba la movilización como resorte de negociación, tampoco caímos frente a las presiones y supuestos apoyos que venían de manera oportunista de funcionarios del Gobierno de Gustavo Noboa, como era el caso de Luis Maldonado , ex Ministro de Bienestar Social.

El testimonio del trabajo y compromiso concreto de la gran mayoría de compañeros, organizaciones y provinciales enfrentó y derrotó a esta tentativa que, para peligro del campo democrático y particularmente de los pueblos y nacionalidades indígenas intenta rearticularse en una solapada colaboración con el Gobierno de Gutiérrez.

Precisamente por lo delicado de la situación interna, el Comité Ejecutivo Nacional impulsó un proceso cuidadoso y responsable de consulta para la participación electoral de 2002. Como efecto de este proceso el 8 y 9 de marzo del 2002, el Consejo Político Nacional ratificó los objetivos que fueron discutidos y aprobados en el II Congreso del Movimiento, esto es:

  1. Desarrollar un gran frente que permita la construcción de una alternativa frente a la derecha y el populismo.
  2. Fortalecer la presencia del Movimiento en los espacios institucionales, esto es, un bloque significativo de diputados, consejeros provinciales y concejales cantonales.
  3. Ampliar la presencia del movimiento a las 22 provincias.
  4. Desencadenar un proceso participativo de Plan de Gobierno Democrático de Salvación Nacional, con diversos sectores sociales y políticos.

Ese mismo Consejo Político, con el voto de 16 de las 20 provincias presentes, resolvió la Candidatura del economista Auki Tituaña como la principal opción de participación político electoral.

Con estas decisiones se participó e impulsó varias iniciativas de unidad, teníamos la absoluta conciencia que la situación de crisis provocada por el desgobierno de Mahuad y Noboa obligaban a construir una plataforma que abra perspectivas de triunfo que permita la implementación de un programa de gobierno de salvación nacional; sin embargo esta decisión no logró materializarse. Las iniciativas emprendidas pro Monseñor Luna y otros sectores no lograron concretarse, se mantuvieron reuniones desde diciembre del 2001 con las fuerzas de centroizquierda e izquierda como la ID, MPD, PSE, PSP, así como con varias organizaciones sociales y movimientos de carácter provincial para cumplir el objetivo de constituir un gran frente de unidad. Incluso se debe indicar que conversamos también con Antonio Vargas a fin de que no se preste para el juego de la derecha y acepte el proceso que surja de la consulta impulsada en organizaciones y provincias.

La ID mantuvo la permanente posición hegemonista del ex presidente Borja que se negaba incluso a la idea de incorporar el número 18 en la papeleta electoral, peor todavía a construir una verdadera unidad de fuerzas políticas que se respeten. El abogado Roldós deshizo las conversaciones que mantuvimos para reestablecer, luego del desistimiento de Febres Cordero, una candidatura con sectores identificados con la derecha, como la DP y el Partido conservador, a más del PSE, que rompió con su decisión anterior y se sumo al frente multipartidista del binomio Roldós –Padilla. Ahora resulta admirable la amnesia de algunos sectores que eran los más fervientes defensores de la candidatura de Gutiérrez.

La decisión de Antonio Vargas de presentar su candidatura presidencial en las elecciones del 2002 con el Movimiento Amauta Jatarí, ( por encima de las resoluciones orgánicas, generando la división y desconcierto) motivó a su vez, la resolución de la CONAIE de no auspiciar ninguna candidatura indígena y por lo tanto en la práctica bloqueaba la candidatura de Auki Tituaña. En una resolución sin precedentes se dejaba sin piso a una candidatura que había generado gran expectativa, aduciendo que venía de "periódicos norteamericanos".

Esta situación obligó al Movimiento Pachakutik a buscar una alianza en condiciones de desventaja, puesto que, en primer lugar, se trató como similares las candidaturas de Antonio Vargas y la de Auki Tituaña, a pesar de que esta última se sometió al proceso de consulta y posterior decisión desde las bases, decidido en el Consejo Político de Noviembre del 2001 y, segundo porque se habían disminuido potencialmente sus posibilidades de participación con candidato propio, puesto que, se conocía públicamente que el Pachakutik buscaba el establecimiento de una alianza que le permita cumplir con los objetivos propuesto en el II Congreso. Además tanto el Comité Ejecutivo Nacional, como los Consejos Políticos del 8 y 9 marzo como el de julio del 2002 ratificaron la necesidad de que el Movimiento oriente la votación de su militancia, descartando dejar a que las provincias resuelvan, esto habría significado prácticamente la desarticulación del Movimiento.

En estas condiciones. La alianza significaba, en ese momento, recomponer las fuerzas fundamentales del 21 de enero y canalizar hacia la candidatura presidencial el acumulado simbólico y electoral del Movimiento.

En esa condición interna compleja y con un margen de alternativas limitadas el espectro de alianzas se limitó a la relación con el coronel Lucio Gutiérrez y el Partido Sociedad Patriótica. La idea básica era recuperar la dimensión insurgente del 21de enero y las implicaciones políticas y éticas que ello significaba.

Debido a que ahora muchos compañeros han perdido la memoria de la forma en que se definió la alianza, hay que recordar que fue una decisión decidida en el Consejo Político del 5 de julio del 2002, en la que participaron en innumerables reuniones prácticamente toda la dirigencia de las organizaciones indígenas, campesinas, legisladores, ex dirigentes y la representación de las provincias, lo cual desmiente la versión de que la alianza fue inconsulta o que no tuvo participación el movimiento indígena.

Los elementos básicos de conformación de la alianza fueron:

  1. La definición de un Programa de gobierno conjunto elaborado sobre la base del Programa de Gobierno de Pachakutik.
  2. La estructuración de un Buró conjunto de dirección política que era responsable de las decisiones fundamentales del proceso. Explícitamente se decidió conformar un colectivo bipartito entre las direcciones de ambas organizaciones, con la participación del candidato que se establezca durante la campaña y sobre todo en el gobierno una dirección conjunta y consultada de las principales decisiones políticas.
  3. La formación de listas unificadas en todos los casos que sea posible, tratando de respetar los espacios ganados por Pachakutik. El Movimiento estableció un conjunto de prioridades para concretar los objetivos propuestos para la participación electoral, procurando que el jalonamiento de la candidatura presidencial potencie la presencia política.
  4. La coparticipación en la definición de Vicepresidente y la presencia de un candidato nuestro para la candidatura de Parlamentario Andino. El Movimiento asumió la cabeza de la lista de candidatos a Parlamentario andino como una necesidad a establecer un perfil político y programático propio, para apuntalar la unidad del movimiento y consolidar su identidad.
  5. Un plan operativo de campaña conjunto. Que contemplaba desde la inscripción conjunta de la candidatura presidencial hasta los detalles de la agenda de campaña, etc.

Muchos de los problemas que surgieron en el momento inicial de la alianza no fueron precisamente los programáticos sino los electorales. Muchos candidatos apoyaban o no la alianza en función de su propia colocación en la lista. El Consejo Político orientó un conjunto de criterios para la elección de candidatos, pero una vez mas ocurrieron graves complicaciones en algunas provincias en las que no siempre primó la coherencia ideológica y el interés colectivo.

Sin embargo de lo anotado, es importante señalar que aunque los ejes centrales de la alianza constituían una posición crítica frente al neoliberalismo, la corrupción, el sistema político y la injusticia social, jamás se logró detallar de manera conjunta un verdadero plan de gobierno, incluso las propuestas que se desarrollaban desde el Buró de Campaña, eran difícilmente "digeridas" por el candidato presidencial, que frente a los medios de comunicación lucía impreciso, ambiguo e inseguro, pero con una gran sensibilidad para lograr identificaciones que encarnaban "lo popular y lo nacional", construir un discurso contra la partidocracia tradicional y la promesa de moralizar el país, para con esos recursos combatir la pobreza y la marginación social. De parte del Movimiento se hicieron, una vez ganada la primera y segunda vuelta serios esfuerzos de precisar un plan específico.

B) La campaña electoral y los resultados de la primera vuelta

La alianza fue asumida como el "mejor juego posible" para las candidaturas nacionales a la presidencia y vicepresidencia , así como para parlamentarios andinos, que en el Consejo Político del 22 de julio se resolvió, después de la renuncia de la Doctora Nina Pacarí, candidatizar al Doctor Luis Macas. Sin embargo, la alianza encontró dificultades para materializarse en el nivel provincial. La alianza se concretó en Carchi, Pichincha, Chimborazo, Azuay y en las provincias de la costa. En la Provincia de Sucumbíos se participó en alianza con el Movimiento Nuevo País y en Zamora con el Partido Socialista Ecuatoriano.

Era obvio que la lógica de acción del Partido Sociedad Patriótica no se correspondía con nuestra visión de respeto a los espacios organizativos. A lo largo de la campaña eran evidentes las discrepancias en la concepción del trabajo. Uno de los aspectos presentes en al campaña fue que en las provincias en las que no se logró estructurar listas conjuntas se produjeron varios conflictos que luego sería un argumento para Sociedad patriótica para no respetar los acuerdos de coparticipación en el Gobierno.

Pero también tuvimos dificultades de cohesión interna, algunos candidatos vieron por su candidatura y no por la posición del conjunto del Movimiento. Como siempre una de las dificultades fue el tema de los recursos económicos. El carácter de Movimiento nos mantiene fuera de la asignación del Fondo partidario permanente, eso debilita las posibilidades de acción del Movimiento y afecta un principio básico de la democracia que consiste en que los ciudadanos puedan votar conociendo todas y cada una de las propuestas que están presentes en la escena electoral.

Nuestra candidatura de parlamentario andino no tuvo un papel de articulación política y varias provincias ni siquiera fueron atendidas con lo cual no logramos cumplir los objetivos políticos que nos propusimos para exigir este espacio en la alianza.

El 20 de octubre del 2002, la alianza 3-18, encabezada por el binomio Gutiérrez-Palacios, obtuvo 943.123 votos, logrando una diferencia de 148.509 votos sobre su inmediato seguidor el Abogado Noboa; 237.530 votos sobre el tercero y 304.530 votos por encima del candidato de la Izquierda Democrática. En términos de porcentajes los resultados fueron LG sacó el 20,4% de la votación (PK-PSP), Álvaro Noboa el 17,3% (PRIAN), León Roldós el 15,5% (Movimiento Ciudadano), Rodrigo Borja el 14,1% (ID). Osvaldo Hurtado (Patria Solidaria) y Antonio Vargas (Amauta Jatari) se ubicaron en los últimos lugares, con el 1% y el 0,8% respectivamente. En estas elecciones participaron 15 partidos,17 movimientos políticos y más de 150 movimientos de acción electoral de carácter local o regional.

La votación histórica obtenida por el Movimiento Pachakutik resultó vital para el triunfo en la primera vuelta y de la propia elección presidencial por la debilidad de la candidatura de Álvaro Noboa en segunda vuelta. Además Pachakutik había logrado captar 11 diputaciones y ratificar su fuerza a nivel local, aunque perdimos la elección de Parlamentarios Andinos cuya lista encabezada por Luis Macas obtuvo 365190 votos, en tanto que el binomio presidencial alcanzó 943123 votos, es decir logramos el 38.72% de la votación nacional de la lista 3-18; con lo cual, podemos inferir que si bien nuestra presencia fue clave en el triunfo de Gutiérrez, la candidatura nacional no logro aportar al acumulado que habíamos esperado.

Las expectativas ciudadanas de cambios profundos en el sistema dominante y la esperanza de la población de mejorar su calidad de vida encontró en las propuestas de la alianza 3-18 la credibilidad suficiente y la vía adecuada para voltear la página de la explotación, la discriminación y la injusticia.

Por otro lado, Gutiérrez había cultivado su imagen de militar insurrecto, víctima de la injusticia y había paseado posiciones nacionalistas y progresistas dentro y fuera del país, inclusive en el Foro Social Mundial de Porto Alegre.

C) La segunda vuelta y los resultados finales

Fue evidente que después del triunfo de la primera vuelta ocurrió un cambio de actitud de Lucio Gutiérrez. Si la primera vuelta estaba relativamente cerca de las organizaciones y del Buró Político, en la segunda vuelta había otros sectores que iban desdibujando la posición como el caso del PRE, de personas cercanas al PSC; se hacía más notorio el acercamiento del Presidente electo a grupos financieros de la costa y los contactos con la embajada norteamericana se volvían más continuos.

Los mecanismos de decisión conjunta se desvanecían y a pesar de los intentos de Pachakutik por dotarle al naciente gobierno de racionalidad y coherencia programática, Gutiérrez parecía trazar su propia agenda.

Por ello el Comité Ejecutivo diseñó una estrategia de afianzamiento del compromiso político y programático. Con esta intención El 25 de octubre del 2003, ante el Consejo Político Nacional del MUPP-NP, Lucio Gutiérrez ratificó su compromiso a través de la firma de un documento que entre otras cosas establecía el compromiso de desarrollar un gobierno que siente las bases políticas, económicas y sociales para construir un nuevo modelo de desarrollo que impulse el fortalecimiento de la producción, la generación de empleo, el incentivo de la competitividad a través de la recuperación de una política monetaria que favorezca el crecimiento económico y la distribución equitativa de la riqueza.

En el compromiso se señala la necesidad de establecer una política soberana en materia internacional y de comercio exterior, que priorice la integración andina; además se establecen mecanismos de decisión conjunta tanto de las políticas como de quienes deban ocupar diferentes funciones del Estado.

Posteriormente a la firma de este compromiso se planificó y desarrolló un proceso de Mesas de Diálogo, conducidas esencialmente por personas vinculadas a PACHAKUTIK, abarcando 16 grandes temas inherentes a las expectativas ciudadanas sobre el nuevo gobierno. El proceso fue impulsado con gran éxito en Quito, Guayaquil y Cuenca y supuso una importante ampliación política del Movimiento.

Se realizó una Convención Nacional Programática, conjuntamente con delegados de Sociedad Patriótica y se definieron allí los lineamientos básicos para el Gobierno. Decir ahora que no había insumos es absurdo. En el caso de los ministerios y espacios asumidos por nuestros compañeros el producto de las mesas fueron de gran utilidad. Sin embargo, creemos que es importante admitir que un límite nuestro fue no haber podido dar continuidad al proceso de participación iniciado en las mesas, para que ellas se conviertan en fiscalizadoras y mecanismos de presión ciudadana.

El cúmulo de errores del candidato, puso en riesgo el triunfo y fue evidente que la campaña estableció una distancia personal y política que se ahondaría a futuro. Cada día se hizo más evidente la falta de coherencia programática y el acercamiento al gobierno norteamericano, que se transparento con los viajes a Estados Unidos y Colombia; así como el anuncio del famoso "pinchazo". Varios compañeros recordarán las tensas reuniones durante la segunda vuelta y las situaciones en las que parecía inminente la ruptura de la alianza.

Con todo Gutiérrez obtuvo el 54,4% de los votos y Noboa el 45,6%. El 24 de noviembre se confirmó en las urnas lo que todas las simulaciones habían señalado, triunfó el candidato de la alianza 3-18 con un total de 2.803.243 votos.

D) La organización del gobierno

El presidente y su círculo cercano se "atrincheraron" en el Hotel La Colina. La accesibilidad se convertía desde entonces en un verdadero problema. Mientras Pachakutik insistía en la discusión del Plan de Gobierno, el Presidente electo asumía el programa y los "hombres" del FMI, regateaba la presencia del Movimiento en los espacios públicos e intentaba conciliar con la voracidad burocrática de su partido.

Frente a esto el Movimiento tuvo una posición firme y consecuente: planteó que no se trataba de una negociación de ciertas cuotas, sino de un gobierno de CORRESPONSABILIDAD para cumplir los objetivos de cambio propuestos. Esto significaba que más allá de la cuota burocrática, el Movimiento debía participar en todo el proceso de conformación de la administración y especialmente en los planes y programas de gobierno. Si bien coincidíamos en la necesidad de conformar un gobierno más amplio que la alianza, insistíamos en establecer ejes que determinen la dirección del conjunto.

Por supuesto que no esperábamos transformaciones de la noche a la mañana, ni nos engañábamos con la percepción de un gobierno popular, sin embargo si creíamos que se abría un reto histórico y un gobierno en disputa entre las propuestas de Pachakutik y las presiones y ofrecimientos que Lucio Gutiérrez recibía de algunas fracciones oligárquicas y del FMI. Esta posibilidad es la que precisamente se cerró una vez que se dio el acuerdo con los socialcristianos, siete meses después de iniciada la gestión.

Toda la negociación tuvo la participación del Comité Ejecutivo, de la CONAIE, y de la CONFEUNASSC y de los sectores sociales urbanos. A parte de eso, algunas organizaciones establecieron desde un comienzo canales directos con Gutiérrez, violentando la decisión del Consejo Político del 11 de Diciembre del 2002 de establecer una sola negociación conjunta. Este fue el caso de la CONFENIAE, que en el Hotel la Colina presentó una petición para nombramientos ministeriales y diplomáticos exclusivamente para personas de la Amazonía.

El trabajo fue arduo y agobiante Tenía varios frentes:

  1. Estructurar el Programa de Gobierno.
  2. Conformar el cuadro principal de Gabinete.
  3. Coordinar la participación en las provincias.
  4. Asumir la transición en las condiciones que dejaba el estado el gobierno saliente.
  5. Abordar las primeras acciones, especialmente en el aspecto económico. También se dispuso el trabajo conjunto de los diputados electos y la planificación de su actuación parlamentaria como un solo Bloque.

Se realizó un proceso de Mesas Programáticas que luego fue sistematizado y en algunos casos incluso operativizado. Con auspicio de NNUU se desarrolló un Taller para elaborar el Plan inicial de Gobierno o Plan de los 100 Días con apoyo de un equipo de especialistas pertenecientes al Partido de los Trabajadores de Brasil y al Partido de los Trabajadores de México, así como de Colombia.

En ninguno de los dos esfuerzos participó el Presidente o su hermano, el Diputado Filmar Gutiérrez, cabezas decisorias de Sociedad Patriótica.

Se establecieron los perfiles para la ocupación de cargos públicos: . personas de absoluta honradez, capacidad técnica y administrativa, sin pasados ligados a la corrupción, y que tengan un vínculo claro con las políticas de cambio propuestas. El Gabinete debía estar formado por militantes de ambas fuerzas, pero también ampliarse a nuevos sectores. Todo ello tratando de mantener un equilibrio regional, étnico y de género. Para ello se conformaron dos comisiones encargadas de establecer un proceso de selección en el ámbito nacional y provincial.

El CEN definió prioridades y condiciones básicas de la participación que fueron sólo parcialmente respetadas por Sociedad Patriótica. La selección y elección de las personas falló en varias ocasiones pese a las advertencias, presiones y forcejeos de PACHAKUTIK con LG (prueba de ello fue el ulterior cuestionamiento público y renuncia del Ministro de la Vivienda). No se cumplió el primer acuerdo general de nombrar alternadamente Ministros y Subsecretarios con miembros de ambas organizaciones y luego la realidad demostró que esto significó un permanente bloqueo de la actividad ministerial en los casos en que impusieron a los subsecretarios y en otros un vaciamiento de funciones y presupuesto cuando los subsecretarios eran del Movimiento.

Lo mismo ocurrió en ciertos puestos de importancia en varias instituciones nacionales, regionales y provinciales, en donde las postulaciones de PACHAKUTIK fueron marginadas por Sociedad Patriótica.

Es conocida la frase del Presidente del 70-30.Según Lucio Gutiérrez, Sociedad Patriótica debía ocupar el 70 u 80 % de los cargos públicos porque, según ellos, debían cumplir con compromisos de campaña electoral.

Resultado de estas desavenencias la participación de PACHAKUTIK en las instancias gubernamentales quedó muy desigual, pese a que en el ámbito ministerial se logró un posicionamiento respetable, tanto por el carácter de las áreas cubiertas como por las personas que el Movimiento designó para esas responsabilidades por resolución del Consejo Político Nacional.

La selección de nombres para ocupar ciertos espacios no fue una decisión arbitraria, sino sometida a procesos de consulta con las organizaciones y resuelta en el Consejo Político del 11 de diciembre del 2002; además se respetó completamente las decisiones provinciales que fueron asumidas en la negociación general. Absolutamente todos los nombres planteados en la negociación nacional y por los cuales el Ejecutivo puede dar cuenta fueron recogidos a partir de procesos explícitos de consulta. Cualquier aseveración en contrario sólo puede corresponder al afán de conflictuar internamente a Pachakutik, lanzando afirmaciones calumniosas.

Retrospectivamente debemos señalar varios errores y limitaciones en este proceso:

E) Los seis meses de corresponsabilidad de Pachakutik en el gobierno de Lucio Gutiérrez

Un ambiente de autoculpabilización auspiciado por quienes están dolidos por perder los cargos o por no haberlos tenido nunca, ha impedido una análisis profundo de la experiencia de estos meses. Incluso han llegado a soslayar que en el fondo de este desenlace hay dos hechos claros y evidentes. Una traición programática de Lucio Gutiérrez que ahora gobierna entre Febres Cordero y el PRE y, en segundo lugar la evidencia real de que nuestra participación fue reconocida de la manera más favorable por amplísimos sectores del país. Las calumnias vertidas y las interpretaciones torcidas no pueden esconder estos dos hechos.

El primer gran tropiezo programático constituyó el nombramiento de Mauricio Pozo como Ministro de Economía y Finanzas, y la firma de la Carta de Intención con el FMI, sin que fuesen recogidas las propuestas alternativas de Pachakutik y sus observaciones a varios puntos de la mencionada Carta. Esto se tradujo en el alza del precio de los combustibles, y en la alteración y cercenamiento del Presupuesto del Estado en varias partidas esenciales para impulsar el Desarrollo Humano Sustentable que se anunció durante la campaña. La elevación del precio del cilindro de gas no se produjo únicamente por las fuertes presiones del Pachakutik, conjuntamente con otros sectores políticos progresistas, la CONAIE, CONFEUNASSC y otros sectores sociales.

Una planificación gubernamental conjunta no se dio, por falta de voluntad de Lucio Gutiérrez, pese a que paralelamente se institucionalizó el proceso de Diálogo Nacional como mecanismo de construir una forma de democracia participativa y deliberativa e impulsar los elementos básicos de un acuerdo nacional por la producción, el desarrollo y la democracia.

El Ministerio de Relaciones Exteriores tuvo una intensa labor en problemáticas complejas como el posicionamiento por la paz frente al Plan Colombia, los Convenios sobre la población de emigrantes internacionales, la posición sobre la invasión a Irak y frente a la Corte Penal Internacional y las presiones estadounidenses para que sus soldados no fueran juzgados por sus crímenes, la defensa de tesis soberanas frente al ALCA, el fortalecimiento de relaciones con países interesados en consolidar el intercambio comercial y cultural. Pese a la complejidad de estar directamente a cargo del presidente la política internacional nadie puede dudar de la posición que fue impulsada y de la enorme diferencia de fondo y de forma que hoy se observa.

En el Ministerio de Agricultura bajo la cobertura programática de la "Minga Nacional por Agro" tuvieron fuerte impulso los Programas de Promoción y Modernización de los Servicios Agropecuarios, de Desarrollo y Atención Sectorial, del Servicio de Información y Censo Agropecuario. Entre las acciones en curso se encontraban las campañas de titulación de tierras, agua para todos, créditos para pequeños y medianos agricultores, reactivación del Programa Nacional de Comercialización, y el fortalecimiento de la infraestructura productiva.

El Ministerio de Educación y Culturas fue justamente re denominado así para plasmar una realidad multiétnica que la tradición liberal se ha negado a reconocer. Aquí se vivió una etapa muy conflictiva tanto con el personal administrativo como con la UNE y con un Subsecretario que obstruía y boicoteaba la labor de la Ministra. Pese a ello, con el paraguas programático de la "Minga por un Ecuador que lee y escribe" se puso en ejecución siete grandes Programas de alcance nacional: Educación Básica para Todos, Calidad y desempeño profesional, Fomento de la lectura y escritura, Articulación y fortalecimiento del sistema Educativo, Educación Popular Permanente y Educación Ciudadana; Gestión Moderna del Ministerio, Fortalecimiento de la Educación Intercultural Bilingüe.

El Ministerio de Turismo lanzó varias iniciativas tendientes a desarrollar el Turismo Comunitario, el Ecoturismo, el Turismo Social y las Microempresas Turísticas. La idea fuerza que guiaba su accionar fue impulsar el turismo con base local, concebirlo como un polo de desarrollo y generación de empleo, superando la vieja consideración de "vender el Ecuador al mundo".

En PETROECUADOR la gestión se concentró en reactivar la producción petrolera sin tener que privatizar los campos todavía en su posesión, promover la inversión extranjera en nuevas áreas, modernizar la refinación y asegurar el abastecimiento de combustibles. Las posiciones mantenidas en el Consejo de Administración, CAD, entraron en contradicción con las del Ministro de Energía, interesado en satisfacer las demandas de las empresas transnacionales, ávidas de explotar los recursos hidrocarburíferos por medio de contratos que no le dejan mayores réditos al Estado. Por disposición del Presidente Gutiérrez, sin causal administrativa que lo justifique, aduciendo que "no se están cumpliendo mis políticas", el CAD fue destituido, aunque manteniendo allí al yerno de la hermana del Presidente, esposa del Coronel Villa.

En los demás espacios en los que Pachakutik tuvo presencia se impulsaron igualmente una serie de acciones importantes que evidenciaron la capacidad del Movimiento para recrear una acción gubernamental alternativa, al servicio del país y de los sectores populares. Es de rescatar entre otras iniciativas la propuesta de reglamento a las escuelas de Choferes Profesionales para eliminar la corrupción y la inseguridad ciudadana impulsada desde la Subsecretaría de Gobierno, las propuestas de focalización de la riqueza para la eliminación de subsidio del gas a través de la planilla eléctrica y la creación de fondos para garantizar los presupuestos sociales impulsada desde la Asesoría en el MEF, y el Plan de desarrollo rural impulsado desde la Subsecretaría de Desarrollo Rural. Merece ser especialmente destacada la propuesta de creación del "fondo de Reactivación Productiva" denominado Plan Macas, impulsado por un equipo interministerial con la participación de Turismo, Agricultura, Asesoría del MEF y Educación.

Un lugar especial en la acción de Pachakutik durante los seis meses de su gestión de gobierno ha tenido su presencia en la AGD. Aunque Wilma Salgado no es militante de Pachakutik, ella fue auspiciada por el Movimiento y con el respaldo irrestricto del delegado por la ciudadanía en el Directorio -miembro de Pachakutik-, llevaron adelante un proceso que fue reconocido como la realización más importante durante el primer semestre de gobierno, tanto por las acciones enérgicas para la recuperación de la Cartera, como por el descubrimiento y denuncia de la maraña de corrupción que se había tejido al interno de la AGD.

Pero más allá de las acciones individuales la acción global de Pachakutik se caracterizó por presentar nuevas formas de gestión que han sido reconocidas y apoyadas por la ciudadanía: La participación, fue uno de los signos propios del movimiento, que estuvo presente en todos los espacios y da pautas para pensar en una forma de gestión distinta a los círculos burocráticos y exclusivos con que tradicionalmente se ha gobernado. Igualmente, la ética y la transparencia, que además de una gestión honesta y de rendición de cuentas, implicó la investigación y denuncia de actos de corrupción anteriores. La equidad y la justicia social que se vieron expresados en la preocupación constante por favorecer los programas de corte social, la promoción de los sectores más desfavorecidos, y la justicia y progresividad tributaria. La apuesta por la reactivación productiva que se reflejó en el sinnúmero de programas y planteamientos relacionados con el apoyo a los pequeños y medianos productores y la orientación hacia un modelo de desarrollo sustentable y equitativo.

Este conjunto de características comunes a todos los espacios de gestión en el gobierno que tuvo Pachakutik, hablan con claridad de que efectivamente el movimiento tiene los elementos para construir un "modelo de buen gobierno" a la altura de los desafíos que vive el país y en la perspectiva de su proyecto histórico.

No es verdad que hubo ausencia de direccionamiento en estos meses de gestión gubernamental de Pachakutik, pero evidentemente fue débil y debió tener mucha mayor consistencia y acompañamiento del conjunto. Una secretaria de coordinación de los espacios de PACHAKUTIK fue constituida y mantuvo inicialmente mucha dinámica, pero tuvo un bajón por las tareas de cada uno, sin embargo el factor decisivo para frustrar varias de las iniciativas que impulsamos fue la sistemática conflictividad y oposición con la que nuestros funcionarios fueron enfrentados.

Era evidente que la matriz cuartelaria de la acción presidencial descomponía paulatinamente las posibilidades de un ejercicio ordenado y racional de un gobierno de alianza. El estilo de conducción presidencial fue progresivamente caracterizándose por el verticalismo y el autoritarismo, por las gestiones paralelas y la intromisión de métodos de inteligencia militar. Esto generó un ambiente de desconfianza que dificultó el trato adecuado de los problemas políticos y administrativos. El funcionamiento del Gabinete fue irregular, la coordinación política muy escasa y el debate poco profundo. En ese contexto quien tuvo siempre la última palabra en los temas fundamentales fue Lucio Gutiérrez y su círculo más cercano.

Numerosos programas y proyectos quedaron en pleno despegue o a medias, y pocos pudieron culminar. Sin embargo, las realizaciones de las autoridades de PACHAKUTIK despertaron simpatía y respaldo en muchos sectores. Resulta verdaderamente increíble que mientras gran parte de la sociedad haya visto con entusiasmo y simpatía la acción de varios de nuestros funcionarios círculos interesados se dediquen a la ingrata tarea de desvalorizar los avances.

Ninguno de los funcionarios por los que damos cuenta fue removido por incapaz o ladrón. Todos actuaron en el contexto de desarrollar los ejes de campaña: lucha contra la pobreza, lucha contra la corrupción, incremento de la competitividad, de las seguridades, el impulso de la reforma política y el mejoramiento de las relaciones internacionales.

En un taller de evaluación de la gestión fueron señalados algunos aspectos que deben retomarse y profundizarse a manera autocrítica:

Hay varios elementos de balance positivos y puntos que claramente quedan en una agenda de exigencia y construcción en lo inmediato: una política agraria y un foro nacional agropecuario; preservación de una política soberana e intercultural, las propuestas de reactivación productiva, la apropiación de una política de dialogo con los sectores sociales, la culminación de la acción de la AGD, el impulso de un programa de descentralización, un planteamiento de transformación educativa del que antes carecíamos, un conocimiento profundo de la realidad petrolera, et. etc. Estos deben ser considerados logros y a su vez insumos para seguir adelante.

Igualmente queda pendiente realizar una "disección" de lo que fue la participación dentro de cada uno de los espacios de gestión gubernamental que tuvo Pachakutik, pues, más allá de la rendición de cuentas, es imprescindible recuperar la inmensa riqueza de experiencias, testimonios y conocimientos cuya sistematización y apropiación incrementará sustancialmente el caudal de propuestas y cimentará las bases para construir al Pachakutik como un Actor con sólida capacidad de gobierno.

Un tema que ha pesar de haber sido incomprendido tiene que constar en este informe es el del fideicomiso de EMELEC. Tres antecedentes son precisos tener presentes: 1.- La deuda que tiene con el Estado superior a 850 millones de dólares, 2.- La desadministración de las empresas realizada por la camarilla Heverling, Goldhagen, Sweet, Charlie Pareja y otros, al que se suma el acutal administrador temporal Bohrer, que entregan la energía más cara del país (12 ctvs/kvh), tienen el 40% de pérdidas negras y no han invertido en mantenimiento desde hace más de una década, y 3.- La ilegalidad e inexistencia del llamado fideicomiso PDT porque no tiene la firma de los constituyentes, porque no está registrado y porque los 57 millones de dólares que se repartieron entre los administradores, durante tres años y medio, ni un dólar sirvió para pagar a los depositantes perjudicados del Banco del Progreso.

La Acción de Miguel Lluco, de manera muy clara, pretendió superar estos tres problemas a través de:

  1. Consolidar la propiedad de las empresas en el Estado.
  2. Realizar una Auditoria Internacional de la gestión de la camarilla que administró las empresas.
  3. Garantizar a los perjudicados del banco del Progreso la cancelación total y ágil de sus acreencias.

Sin embargo, la utilización de este tema como moneda de negociación con los socialcristianos por parte de Lucio Gutiérrez, la ingenuidad de Wilma Salgado y la complicidad de varios medios de comunicación, frustró la inmediata materialización de estas expectativas. A pesar de ello, las gestiones legales continúan adelante y más tarde que temprano saldrá a luz la verdad.

Debemos reconocer que esta acción no se realizó con la debida consulta a los organismos del Movimiento y que esto fue causa para especulaciones y que se aprovechen de ello los resentidos y los enemigos del Movimiento. Aceptamos con humildad el llamado de atención realizado en un Consejo Político Nacional anterior y agradecemos el respaldo que unánime que hicieron en el mismo.

F) La ruptura

Paradójicamente se han juntado los que critican por romper con los que dicen que se debió romper antes. Los que quieren preservar lo puestos con los resentidos que no tuvieron puestos.

A lo largo de los seis meses de gobierno el presidente Gutiérrez profundizó un giro sistemático en su alianza con la oligarquía guayaquileña, con el ala dura de la política norteamericana y con el propio circulo corrupto de su partido. Mientras esto ocurría un factor de orden en el gobierno era la carta de intención con el FMI y el Movimiento paulatinamente iba siendo marginado de las decisiones y en varios casos como la discusión de la ultima ley de servicio civil y unificación salarial francamente burlado.

Esta situación traía aparejada la profundización de un doble discurso de disciplina y silencio y a la vez un discurso de unidad que pretendía atenazarnos hasta hacer nuestra presencia critica insostenible.

El presidente condicionaba nuestra permanencia a callarnos o ser cómplices, nosotros planteamos que no podríamos quedarnos si no discutimos los puntos por los que habíamos ganado. Así de simple es el relato. Nosotros no podíamos seguir impasibles frente a esta estrategia, así eso cuente unos cargos.

Una vez que optó por alinearse con la derecha, el Presidente armó y desarrolló una estrategia de desgaste y confrontación con los funcionarios de PACHAKUTIK y con las organizaciones que lo componen a fin de provocar su salida y la ruptura de la alianza. Se inventó varias estratagemas para desconcertar a la opinión: que los opositores eran unos cuantos dirigentes mestizos, que las bases indígenas estaban con él y no con la cúpula de la CONAIE, etc. Esto le facilitaba sustituirlos por elementos socialcristianos y partidos similares, en prueba de que su viraje político neoliberal es definitivo.

En cuanto a las organizaciones, se trataba de deslegitimarlas ante sus propias bases bajo el argumento de que sus representantes y dirigentes no cumplen los ofrecimientos y el Presidente sí; se pretendía hacer creer que sus delegados son malos funcionarios y que por eso se los cambia. Fedepicne fue creada para eso, para jugar un rol de sustituto paralelo a la CONAIE, instrumento de actos divisionistas y demagógicos de tinte asistencialista y populista, con los cuales intenta atraer una parte de comunidades indígenas para que le sirvan como masa de maniobra.

Esta estrategia no descartó el "diálogo" como mecanismo de distracción que le hubiese permitido alcanzar varios objetivos a la vez: quemar tiempo y tenerle a la dirigencia indígena entretenida discutiendo puntos del programa o del mandato mientras lo que realmente se aplica no corresponde a una política de cambio; ganar imagen ante la opinión pública apareciendo que no es él quien provoca la ruptura y que al contrario propone la "fusión" entre SP y Pk.

La supuesta fusión tenía como objetivo absorber al PACHAKUTIK para destruirlo como opción alternativa en el país. Ponerlo dentro de una nueva estructura partidaria y bajo las órdenes de una nueva cúpula dominada por elementos provenientes de SP para así desarticular a las organizaciones y dispersar a la militancia. Con la idea de fusión se pretendía cumplir la labor desintegradora del FMI, para quien la CONAIE y el Pachakutik son el obstáculo mayor al modelo neoliberal.

Esta lógica de la subordinación fue imponiéndose en todos los espacios administrativos y limitó las labores y la expresión de los funcionarios pertenecientes a Pachakutik. La mordaza es para el Presidente sinónimo de obediencia y fidelidad, ingredientes de la prepotencia y el autoritarismo. Esto es incompatible con la democracia.

La gota que derramo el vaso de agua fue la posición de chantaje de exigir que el bloque vote por una ley que jamás fue consensuada y que implicaba realmente una disminución del salario de los trabajadores, aumentar las horas de trabajo, atentaba contra la autonomía de universidades y municipios, actuación a la que el que el Movimiento jamás se iba a prestar.

A pesar de las promesas de dialogo que supuestamente ofrecía a la CONAIE, era claro que se cerraba el circulo de la entrega a la oligarquía y a los viejos poderes corruptos.

Quedarse en el gobierno significaba un costo político y organizativo muy elevado para el Movimiento y sus organizaciones, corriendo el riesgo de desgastarse y perder representatividad y credibilidad ante el país, e incluso en el ámbito internacional, en donde es por demás reconocida la posición que PACHAKUTIK impulsa.

En varias ocasiones, tanto a lo interno como a lo externo del Movimiento se calificó de "ingenuidad" la participación de PACHAKUTIK en el Gabinete, sobre todo cuando el viraje derechista de Gutiérrez se hizo más evidente y cínico. Desde varios sectores surgieron críticas y advertencias que fueron suficientemente analizadas en colectivo, ya sea en el Comité Ejecutivo Nacional o en los Consejos Políticos Nacionales. La caracterización inicial de que se trataba de un "Presidente en disputa" dejó de tener vigencia ante la realidad de los hechos y la ausencia de un espacio dentro de la alianza para pelear internamente orientaciones o direccionalidades. Cuando tuvimos la certeza de que no había nada en disputa nos fuimos, la mayoría de funcionarios y funcionarias renunció, aunque hasta el día de hoy ciertas organizaciones y personas se mantienen en el Gobierno y deberán dar cuenta de eso.

En consecuencia, la capacidad de incidencia de PACHAKUTIK en el ámbito de la conducción general del gobierno fue poca y se debilitó aún más por la falta de movilizaciones de apoyo. Este rasgo ha sido varias veces señalado y quedará como una incógnita su real posibilidad de haber cambiado el curso de los acontecimientos. En verdad, durante un buen tiempo la mayor parte de las dirigencias, incluso provinciales, estuvieron ocupadas en las discusiones y negociaciones con sus similares de SP en la definición de puestos, a fin de no quedarse fuera de la gestión de gobierno. Por otro lado, la esperanza de cambio en las bases las tenía más en la expectativa ante esta nueva experiencia antes que con ánimo de movilizarse masivamente; sólo ocurrieron pequeñas movilizaciones a propósito de las medidas económicas y desplazamientos a la capital para presionar por tal o cual cargo que corría el riesgo de no ser respetado por el socio de la alianza.

Ante el riesgo de un mayor desgaste del Movimiento al verse involucrado en decisiones presidenciales que no las compartía, ni en su fondo ni en su forma, y pese al reconocimiento público de la capacidad y honradez de quienes lo representaban en la función gubernamental, se hizo evidente la salida del gobierno aún antes de lo que algunos dirigentes habían formulado como plazo probable para el deterioro (un año), al haber constatado en la práctica que la incompatibilidad política e ideológica con Lucio Gutiérrez, era realmente un obstáculo difícil de vencer para que la coalición subsista.

Pachakutik había salido a las elecciones para fortalecerse y no necesariamente a ganar, la coyuntura política no se presentaba así y sus tiempos políticos y orgánicos fijaban el acceso al gobierno central para más adelante. No hubo candidato propio y con candidato prestado no hay garantías de fiel cumplimiento de los compromisos acordados. Se ganó las elecciones pero el Movimiento debe fortalecer su propia capacidad para gobernar; no por la supuesta falta de programa, sino principalmente por la falta de cuadros propios calificados en número suficiente como para asumir las distintas responsabilidades que requiere la acción gubernamental.

2.- La construcción organizativa del Movimiento

El conjunto de la acción desplegada por el CEN tendientes al fortalecimiento interno del Movimiento, en este período, buscaban de un lado restablecer la unidad interna del movimiento ya que luego del II Congreso Nacional una parte de las provincias de la Amazonía y de la sierra Centro abandonaron el Congreso; fortalecer la capacidad de conducción política de los organismos de dirección nacional y provincial del movimiento; avanzar en la construcción de la unidad política ideológica del movimiento; y fortalecer y dinamizar las estructuras provinciales del movimiento para asumir los retos planteados en el II Congreso Nacional.

a) Estructuras existentes:

Durante este período, se ha dado un funcionamiento regular del conjunto de organismos de Pachakutik, lo cual ha posibilitado, que la conducción política del Movimiento este apegada al Mandato del II Congreso Nacional; además un adecuado flujo de información hacia las provincias y hacia la dirección nacional, y permitiendo que la toma de decisiones se haya realizado con la consulta necesaria y la participación de todas las provincias y organizaciones.

El Consejo Político Nacional, que es la máxima autoridad del Movimiento en receso del Congreso Nacional, se ha reunido 10 veces (29 y 30 Noviembre del 2001; 26 y 27 de enero, 8 y 9 de marzo, el 5 y 22 de julio, 25 de octubre y 11 de diciembre del 2002,; febrero, julio y agosto del 2003) y ha sido la instancia en donde se tomaron las principales decisiones: electorales, el acuerdo suscrito con Lucio Gutiérrez luego de la primera vuelta, y la definición tanto de nombres cuanto de criterios para la organización del gobierno, así como fue la instancia que ratificó la ruptura de la alianza con Gutiérrez. Esta instancia y por tanto sus decisiones contaron con la participación mayoritaria de las provincias y de las organizaciones integrantes del Movimiento.

A nivel del Comité Ejecutivo Nacional, siendo el órgano de conducción política, coordinación y ejecución de planes y programas, ha tenido una dinámica regular de funcionamiento, con una periodicidad de reuniones mensuales, y de ser el caso cada semana, que le ha posibilitado el cumplimiento de las resoluciones tomadas tanto en el Congreso Nacional cuanto en los Consejos políticos, si bien es cierto que en el afán de cumplir con el reto histórico de desarrollar un programa de gobierno coherente colocamos a nuestros principales cuadros a nivel nacional en funciones públicas, lo que debilitó la capacidad de conducción del Movimiento.

La participación de todos los integrantes del CEN no ha sido regular y en ciertos casos no han asistido más de tres o cuatro ocasiones, y en otros nunca. Vale la pena recordar la nómina de los miembros electos hace dos años y pedir a cada uno de los compañeros o compañeras que informe en el Trabajo de Grupos o Comisiones sobre su desempeño individualizado:

Comité Ejecutivo Nacional
CoordinadorMiguel Lluco
SubcoordinadorMario Entzakwa
VocalesVirgilio Hernández
Nina Pacari Vega
Fernando Sarango
Calixto Añapa
Víctor Hugo Jijón
Betty Tola
José Romero
Julio Alfaro
Vicenta Chuma
Delegados de las organizaciones
CONFEUNASSCFernando Buendía
CONAIEGilberto Talahua (desde junio 2003)
ECUARUNARIEstuardo Remache y Humberto Cholango
CMSRodrigo Collaguazo
CONAICENunca se designó o asistió
CONFENIAENunca se designó o asistió

En el caso del compañero Calixto Añapa, dejó de asistir cuando obtuvo un puesto en el ORI, en Esmeraldas, durante la administración del Licenciado Luis Maldonado como Ministro de Bienestar Social del Presidente Gustavo Noboa. Puesto del cual salió con acusaciones de actos de corrupción, desconociéndose su situación actual al respecto.

En representación del Bloque Parlamentario, durante este período han actuado los compañeros Antonio Poso, Gilberto Talahua, incluso Miguel Pérez, que luego fue expulsado por la provincia de Cotopaxi y su expulsión ratificada por el CEN y ahora el compañero Jorge Guamán.

De igual manera y pese a que en el II Congreso Nacional del Movimiento se amplió la participación de delegados de la CONAIE de 1 a 4, la presencia ha sido sumamente débil, con excepción de este último período en que ha participado con puntualidad el compañero Gilberto Talahua. Los delegados por la CONAICE y la CONFENIAE nunca asumieron su responsabilidad.

En el ámbito nacional, se han consolidado las estructuras provinciales en todo el país, sin embargo, aún persisten debilidades de nuestra presencia en la Costa, pese al avance significativo en provincias como El Oro; de igual manera en las ciudades grandes de la sierra. Otra limitante que tenemos es la débil participación de otros sectores sociales en provincias como Tungurahua , Loja, etc. Luego de nuestra presencia en el Gobierno, queda como uno de los retos fundamentales para Pachakutik convertirse en una organización política de carácter nacional, que permita la inclusión de un conjunto de sectores sociales, ciudadanos, productivos, que suscriben nuestro proyecto político, de ahí que sea necesario repensar nuestra actual organización interna, para dar cabida a esos sectores.

b) Actividades formativas y de difusión

Como parte del fortalecimiento del Movimiento, se resolvió en el Consejo Político de noviembre del 2001 un proceso de formación de cuadros a través de la Escuela de Formación Política "Manolo Barreno", , dirigida a los dirigentes provinciales, cantonales y de las organizaciones integrantes de Pachakutik. Durante este período se realizaron dos escuelas de formación (2002 y 2003), cada una de 5 meses de duración, con la participación de aproximadamente 100 compañeros hombres y mujeres de todo el país, y abordando 5 ejes temáticos: Realidad Internacional y Nacional, Base Ideológica, Propuesta Política, Construcción Organizativa, y Estrategia Electoral. Sin embargo, pese al compromiso asumido por los(as) asistentes a la Escuela de Formación de replicar este proceso en sus respectiva provincias, no se ha logrado cristalizar, a excepción de la Provincia de El Oro, debido a dificultades provinciales tanto económicas cuanto organizativas.

Hemos tenido dificultades para mantener la edición del Boletín el Churo, y se han podido editar únicamente dos números, uno en el contexto de las definiciones y proceso electoral y el otro para la preparación de este congreso. Empero, ahora el Movimiento cuenta con una página web, que en los últimos meses se actualiza semanalmente y constituye un importante medio de comunicación, debiendo ampliar y potenciar más sus contenidos y su ámbito de información nacional e internacional.

c) Relación con el Bloque Parlamentario

A pesar de que el Bloque Parlamentario presentará su propio informe es importante señalar que en este período hemos vivido dos momentos:

  1. Hasta el 31 de diciembre del 2002, Bloque integrado inicialmente por seis diputados; Nina Pacarí, Antonio Posso, Gilberto Talahua, Valerio Grefa, Kaiser Arévalo y Miguel Pérez, los dos últimos que fueron expulsados por prestarse a las maniobras del PSC en la nominación de autoridades del Congreso y firmar el informe que establecía la devolución del vuelto a los Isaías, expropietarios de Filanbanco, respectivamente. En este período se desarrolló un importante proceso de fiscalización y lucha contra las privatizaciones de las empresas eléctricas y de la seguridad social, se impulsaron iniciativas de diálogo y participación social, en torno a los presupuestos, ley y reglamento de juntas parroquiales, ley de pueblos y nacionalidades indígenas, (que luego fue vetada totalmente por Gustavo Noboa). En general, apuntando a la defensa de los intereses del país y de la mayoría de los ecuatorianos.
  2. Los resultados electorales del 2002 sí bien incrementan el número de diputados del Movimiento a 11, correspondiente al 11% de Parlamentarios, y por tanto constituyéndonos en una fuerza importante al interior del Congreso Nacional, hemos tenido todavía grandes limitaciones para una actuación más orgánica y coherente, sobre todo por ser un Bloque de la alianza de gobierno. La responsabilidad política debió centrase en buscar al interior del Congreso Nacional un acuerdo político que se constituya también en una fuerza de presión para que el gobierno cumpla con las tesis de campaña; sin embargo la política errada de privilegiar, al inicio del período, un acuerdo con el PRE y el PRIAN, además de las pretensiones personales de uno de los diputados evitaron concretar una alianza de centroizquierda y nos subordinaron a los intereses del PSC, que a través del secuestro de las principales funciones del Estado y de los organismos de control pretende seguir gobernando, tal como lo ha hecho en anteriores períodos.

Por otro lado, últimamente y luego de la ruptura de la alianza con Sociedad Patriótica han ocurrido comportamientos de los diputados José Luis Columbo, Salvador Quishpe, Héctor Orellana y Felipe Tzenkush al margen de los lineamientos del Movimiento y han actuado más bien en función de las orientaciones de Lucio Gutiérrez. Esta situación debe ser analizada por este Congreso y tomar las resoluciones que correspondan para evitar la manipulación divisionista por parte del Presidente de la República y detener el desgaste del Movimiento ante la opinión pública.

d) Relación con los Gobiernos Locales

La participación en el Ejecutivo de la Coordinación de Gobiernos Locales Alternativos, CGLA, ha sido esporádica, pese a las constantes invitaciones o convocatorias, debiendo señalar una actuación más continua cuando era su responsable el compañero Antonio Llumitásig y prácticamente nula desde que pasó a ser responsable el Alcalde de Echeandía, Milton Barragán. Por lo que sería conveniente analizar la posibilidad de que estos Gobiernos Locales tengan representación directa en el CEN, con la respectiva reforma estatutaria.

Durante estos años, la programación del trabajo se desarrolló en los siguientes ejes: capacitación, dotación de equipos e implementación de redes de comunicación, presión al gobierno central por recursos (equipo caminero).

Sin embargo, a partir de la elección de la nueva directiva, desde la coordinación de la CGLA se ha asumido un discurso de autonomía de Pachakutik, no se ha dado un funcionamiento regular de sus instancias de dirección, ni se ha dado la suficiente coordinación con el CEN, imposibilitando el trabajo conjunto.

Como parte de nuestra responsabilidad política y de la necesidad de ir definiendo cual es el acumulado "del arte de gobernar" del Movimiento Pachakutik, se requiere hacer un balance profundo de nuestra acción en los gobiernos locales, que nos permita ver cuanto realmente hemos avanzado en materia de participación, de gestión eficiente, honesta y transparente, en control social, dado que nos acercamos a un nuevo proceso electoral y estos deben constituirse en insumos de nuestro discurso de campaña y de aporte a las próximas autoridades.

e) Relación con las organizaciones

Luego de del II Congreso Nacional, en el cual ocurrieron fricciones con algunas organizaciones provinciales de la CONAIE, el CEN propició acercamientos para que el trabajo en colectivo no se vea afectado por estos acontecimientos, habiéndose realizado sesiones con los delegados indígenas a fin acoger las formulaciones de la CONAIE en todo lo referente a la posición política en la coyuntura nacional: se acogió el proceso de consulta para definir la postulación o no de un candidato indígena a las elecciones presidenciales, luego de lo cual, y pese a que se resolvió sustentar la candidatura del compañero Auqui Tituaña se recogió el planteamiento de la CONAIE de no ir con candidato propio. Así mismo, se declinó la postulación de la compañera Nina Pacari realizada en Consejo Político Nacional como candidata al Parlamento Andino para promocionar en su lugar al compañero Luis Macas, propuesto por la CONAIE.

Se desarrollaron actividades que fortalezcan la comunicación interna y la capacitación, aunque subsisten varias limitaciones, entre ellas la falta de mayor articulación con organizaciones campesinas y urbanas y la poca profundización de la relación entre movimiento social y movimiento político; pese a ello, se pudo organizar y realizar la Marcha de la Esperanza, el 20 de febrero del 2003, en oposición al paquete de medidas y el rumbo neoliberal que empezaba a marcar el Gobierno de Lucio Gutiérrez.

La falta de una estrategia global única no permitió una incidencia eficaz en el trabajo político tanto a nivel del Bloque Parlamentario como en las acciones de movilización, y esto tanto para contrarrestar las políticas gubernamentales de Gustavo Noboa y como para convertirnos en un factor de presión cuando se instaló el gobierno de la Alianza 3-18.

f. Aspectos administrativos y de organización interna

En septiembre del 2001 se presentó por parte del Movimiento la demanda de inconstitucionalidad de la resolución del 6 de marzo del año 2001, mediante la cual se notificaba al Movimiento con "tarjeta amarilla" por no haber cumplido el 5% en las elecciones del año 2000. El Movimiento demostró que el cálculo que el TSE realizaba respondía a los intereses de la partidocracia tradicional que pretendía afectar al Movimiento y marginarlo de la participación electoral. El Movimiento demostró que la constitución había modificado el sistema electoral, pero no se había reformado la ley de partidos, por tanto, se estaba aplicando una fórmula de cálculo sin ningún sustento legal y discriminatorio con las provincias menos pobladas.

Durante dos años insistimos para que el Tribunal Constitucional resuelva y considere nuestros argumentos, sin embargo, por el control de dicho organismo por parte del PSC, nunca se tomó una resolución y tanto el Ejecutivo Nacional como el jefe de bloque y algunos de los diputados apoyaron para que el TSE, el 17 de julio del presente año resuelva dejar improcedente la extinción del Movimiento Pachakutik y en consecuencia aceptar la nueva fórmula, con lo cual el movimiento obtuvo el 5.22% en las elecciones pluripersonales del 2002.

Tal como lo estableció el Congreso, en los Consejos Políticos Nacionales de Noviembre de 2001, Enero y Marzo de 2002, se procedió a la aprobación del Estatuto reformado y del Código de Ética.

Pese a que en el Estatuto se logró regular los aportes económicos en porcentajes del 10% para las Provincias y 5% para la Nacional, no se ha dado un cabal cumplimiento de esto por parte de las autoridades electas y su respectivo personal, privando de recursos para diferentes actividades, entre ellas las publicaciones y la movilización de la dirigencia, en acompañamiento a los eventos provinciales y un mejor funcionamiento de la Escuela de Cuadros.

Un problema fundamental ha sido la falta de apersonamiento de la construcción del movimiento en lo económico, no existen aportes de la militancia, ni de las autoridades, en el presente período sólo el diputado Antonio Posso ha cumplido lo dispuesto en el estatuto respecto a las aportaciones. No se trata sólo de un problema disciplinario, sino político. La consecuencia con el movimiento se refleja también en la comprensión de que sin recursos no es posible consolidar el Movimiento y sin Movimiento no hay perspectiva de transformación posible.

Tampoco se ha podido avanzar en la profesionalización de la actividad política, faltando contar con personal de apoyo técnico, aunque disponemos de una mínima infraestructura (3 computadoras pentium 4; 1 computadora portátil Toshiba, 2 impresoras láser jet 1000, scanner, in focus, 2 telefax, tres líneas telefónicas y 70 sillas plegables). Además a pesar de las dificultades económicas se hizo el esfuerzo de adquirir un local propio para el Movimiento utilizando los fondos de reposición del gasto electoral.

Si bien se ha mejorado la comunicación con las Coordinaciones Provinciales faltan todavía implementarse mecanismos que la consoliden, permitiendo mayor fluidez y capacidad de respuesta a las demandas locales de información y posicionamiento político oportuno; y que a la vez la Dirección Nacional se enriquezca en mayor grado con la retroalimentación de las iniciativas de las bases.

Los ingresos económicos han sido escasos dificultando un cabal desempeño de las labores administrativas y de acompañamiento político, por lo cual se debió optimizar su utilización, según se puede constatar en el Informe Económico.

4.- Conclusiones y retos principales

  1. El Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik Nuevo País, nuevamente alteró el tablero político, al contribuir en la formulación de un frente que permitió la derrota del PSC, del PRIAN, El PRE y los partidos políticos tradicionales. Al mismo tiempo permitió un significativo bloque de diputados, concejales y consejeros y el fortalecimiento del Movimiento en el país, superando la división impulsada por Vargas. El triunfo de la alianza, así como el posterior viraje de Lucio Gutiérrez, debe servir para que tanto el Movimiento como la corriente progresista en el país fortalezca su capacidad de unidad, organización y de propuestas programáticas alternativas al actual modelo de desarrollo y democracia. Ha quedado demostrado que es posible derrotar a las grandes empresas electorales.
  2. El Movimiento Pachakutik por su arraigo social y su trayectoria constituyó un factor fundamental para el triunfo electoral en la primera vuelta y por tanto en la elección presidencial misma, despertando expectativas de cambio y transformación que se vieron reflejadas en la Convención Nacional Programática fruto de los procesos de las Mesas de Diálogo y en las propuestas que trabajaron diferentes sectores. Sin embargo, no pudimos desarrollar una estrategia global única y coherente entre las organizaciones sociales, los actores involucrados en las mesas programáticas, los gobiernos alternativos y el Movimiento,que permita mantener la presión y vigilancia sobre el gobierno y el programa. Sólo una sociedad movilizada es capaz de construir un Nuevo País.
  3. El Movimiento asumió el triunfo como un reto histórico, razón por la cual dispuso de sus cuadros a nivel nacional y provincial para las funciones públicas, sin embargo, esto significó un debilitamiento de las estructuras de decisión del Movimiento, de su capacidad de interlocución con las organizaciones sociales, así como de suscitar la contraloría social. Esta experiencia nos ha demostrado que la movilización social es un factor preponderante para establecer un gobierno popular y construir una nueva democracia. Además el paulatino proceso de exclusión de Pachakutik, luego del triunfo nos demuestra la crisis profunda del régimen presidencial que concentra decisiones en el Presidente de la República.
  4. El Movimiento debe asumir la responsabilidad de ser un factor decisivo de la corriente progresista y de nueva izquierda, el fracaso de la alianza no debe llevarnos a una política "vanguardista", sino por el contrario, ser un eje en la conformación de una plataforma democrática, con capacidad de convocatoria al conjunto de sectores sociales, regionales y políticos dispuesto a desarrollar un programa que impulse un nuevo modelo de desarrollo, la justicia social, la equidad y la redistribución de la riqueza, la construcción de un país plurinacional, combata a la corrupción, promueva la descentralización y de una democracia que garantice no sólo los derechos políticos sino la vigencia plena de los derechos económicos,sociales y culturales. Es fundamental un gobierno que negocie con dignidad y soberanía frente al FMI, ello requiere de construir una sólida base de sustento sicial a lo interno y de una política internacional que mejore las condiciones de relación de nuestro país con los organismos internacionales.
  5. Es fundamental fortalecer el Movimiento en una perspectiva intercultural, en cada una de las provincias y en todos los cantones del país. Es nuestra responsabilidad desarrollar planes y programas a nivel cantonal y provincial ; así como, presentar alternativas para las elecciones seccionales del 2004, que recojan el acumulado que el Movimiento ha logrado construir.
  6. Frente a la coyuntura inmediata es necesario que este Congreso tome una posición decidida y clara frente a un Gobierno que ha utilizado nuestra presencia y a trastocado sus objetivos. Hay que reafirmar nuestra salida del Gobierno e iniciar una oposición democrática.Se debe implementar una estrategia coherente entre las organizaciones sociales, el bloque parlamentario, los alcaldes alternativos y las estructuras del movimiento. Por lo mismo, es necesario preparar un escenario de desenvolvimiento en varios niveles:
    • Frente al Ejecutivo, realizar una labor de seguimiento y veeduría social y política del cumplimiento de los compromisos iniciales de la Alianza con el país, salir del gobierno no es abandonar al pueblo en sus aspiraciones. Varios de los proyectos, programas y propuestas deben ser continuadas porque no son una dadiva del gobierno sino una exigencia del pueblo.
    • En el ámbito parlamentario, armar tareas de comparecencia y fiscalización a los ministros y contrarrestar las reformas legales privatizadoras o tributarias que beneficien a la oligarquía. Es necesario pasar a la ofensiva recuperando temas de fondo como la Ley de empresas públicas, la reforma política, etc. etc.
    • En el ámbito social, el Movimiento debe articular nuevas alianzas con capacidad de propuesta y movilización en relación a los temas críticos que se abren para este periodo. Plan Colombia, crisis económica, intentos de autoritarismo, lucha contra la corrupción, etc.
  7. Pero más allá de eso es necesario mantener la proyección del Movimiento hacia el conjunto del país. Hacer prevalecer la unidad interna y la proyección política en la población, combatiendo a las tergiversaciones o interpretaciones perniciosas que atenten a la integridad organizativa o la de sus miembros. Para eso es necesario:
    • Fortalecer la capacidad política y programática del Movimiento, es necesario institucionalizar las escuelas de formación nacionales y provinciales que permitan avanzar en la formación de dirigentes; así como en la formulación de propuestas tanto a nivel local como nacional.
    • Fortalecer la unidad interna y clarificar los roles, espacios y tiempos entre las organizaciones sociales y el movimiento político.
    • Ampliar la presencia política del Movimiento en nuevas regiones y espacios sociales, especialmente en las ciudades y la costa, ello requiere ensayar nuevas formas organizativas y de pertenencia al Movimiento político.
    • Mejorar una propia capacidad de gestión pública, combinando mejor lo local y lo nacional, los ámbitos de lucha institucional y lo extra institucional.

Los desafíos aparecen igualmente evidentes a las dificultades encontradas durante el período que el Movimiento se mantuvo en el gobierno (pues nunca estuvo en el poder, como algunos teóricos pretenden hacer creer que así pensaba la Dirección Nacional): formar y capacitar técnica y políticamente a su membresía; consolidar los gobiernos seccionales como espacios de gestión local, formación ciudadana y de fortalecimiento organizativo; avanzar en el conocimiento de la gestión en el ámbito de gobierno central; profundizar y dar mayor consistencia a la formulación de políticas públicas; afinar la estrategia de acción combinada institucional y extrainstitucional.

Esos son los retos que deben impulsar a los nuevos dirigentes y no la visión derrotista, marginal y autoculpabilizadora que no tiene nada que ver con lo que el país exige de nosotros.

 

Miguel Lluco
Coordinador Nacional - Comité Ejecutivo Nacional

Riobamba, 25 de septiembre de 2003

Portada |  Organizaciones |  Comunicados |  Noticias