Declaración de Cancún

Foro Internacional Campesino e Indígena

Cancún (México), 10 de septiembre de 2003

 

Las organizaciones provenientes de todas las regiones del mundo que participamos en el Foro Internacional Campesino e Indígena, celebrado en Cancún (México) del 8 al 10 de septiembre 2003, expresamos nuestra posición ante la V Conferencia Ministerial de la OMC:

  1. Exigimos que la Organización Mundial del Comercio salga de la agricultura. Que la alimentación, al igual que la salud y la educación no sean objeto de acuerdos comerciales que sólo benefician a unas cuantas empresas trasnacionales y que destrozan nuestras economías, la vida y el futuro de los pueblos indígenas, campesinos y las agriculturas familiares. La liberación comercial de los productos agrícolas, ha propiciado el incremento de la pobreza y el hambre en el mundo.
  2. Mientras la OMC y los tratados comerciales, propician la liberación de mercados y la eliminación de barreras arancelarias, se ponen barreras a los derechos de libre tránsito y manifestación, como ha sido un hecho recurrente en todas las reuniones de este tipo y que se expresa en estos días en Cancún.
  3. La soberanía alimentaria de los pueblos debe ser el principio rector de las políticas internacionales, basado en el derecho de los pueblos a producir sus propios alimentos de forma sustentable y de acuerdo a sus tradiciones, y en concordancia con la defensa de nuestros recursos naturales y la biodiversidad.
  4. Exigimos que se establezcan con carácter de urgentes, políticas y programas de apoyo a las cadenas agroalimentarias estratégicas de pequeños y medianos agricultores, a efecto de protegerlas de los embates de las empresas trasnacionales. Así mismo, se adopten nuevas políticas públicas de ordenamiento de mercados agrícolas, a nivel nacional e internacional, que contribuyan a generar los equilibrios adecuados en la producción y distribución de alimentos; el acceso a la tierra y territorios de los pueblos indígenas y campesinos, para que podamos vivir con dignidad.
  5. Nos oponemos a la importación y a la producción de alimentos y semillas transgénicas que ponen en riesgo la salud, alteran los ecosistemas, perjudican nuestras semillas criollas y fomentan la dependencia económica y tecnológica. Contrario a lo dicho por empresas transnacionales beneficiadas, tales como la Monsanto, estos productos no resuelven el problema del hambre y sí generan un monopolio de las semillas y de sus productos.
  6. Rechazamos cualquier compromiso o acuerdo internacional que pretenda apropiarse de los conocimientos, de los recursos genéticos, de las semillas, de las tradiciones y de las tecnologías campesinas e indígenas, como los pretende imponer la OMC a través de los acuerdos sobre propiedad intelectual. Nos oponemos a cualquier forma de patente sobre la vida, porque las semillas son patrimonio de los pueblos en beneficio de la humanidad.
  7. Nos oponemos al Acuerdo sobre Bienes y Servicios de la OMC que pretende privatizar y poner en manos extranjeras todos los bienes públicos. Defenderemos nuestros derechos, nuestras comunidades y naciones, sus territorios, suelos, aguas, bosques y recursos naturales. Sostendremos nuestra lucha porque se brinden mejores y suficientes servicios de educación y de salud a nuestras poblaciones.
  8. Convocamos a todas las fuerzas sociales del campo y de la ciudad, a los gobiernos, a las y los legisladores a participar en este gran esfuerzo, por otro mundo más justo y humano, basado en la construcción de un nuevo orden mundial alimentario que tenga como prioridad abatir el hambre y lograr una vida digna para todas y para todos en una perspectiva de soberanía de nuestras naciones.

 

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