Los pueblos indígenas de la Amazonía

Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (ALDHU)

[Texto para el debate]

Quito, 11 de julio de 2003

"Esta tierra era nuestra desde hacía 40.000 años, cuando ustedes llegaron aquí. Nosotros éramos entonces seis millones y ahora nos habéis reducido a 300.000. Y seguís persiguiéndonos". Dijo con voz acusadora un joven indio Pataxó el 26 de abril del año 2.000 cuando la iglesia brasileña pidió perdón a los indios y negros por los errores e injusticias cometidos contra ellos a lo largo de cinco siglos.

El proceso de colonización iniciado hace 500 años por los portugueses y que se extendería hasta principios del siglo XX, llevó a la extinción de cientos de pueblos indígenas, por la acción de las armas, por los efectos nocivos provocados por el contagio de enfermedades traídas de países distantes, o por la aplicación de políticas que pretendían su "asimilación" a la nueva sociedad implantada con fuerte influencia europea.

No se sabe exactamente cuántos pueblos indígenas existían en el Brasil a la llegada de los europeos. Según estimaciones, existieron entre cinco y seis millones de personas. El impacto de la conquista fue inmenso: la población se redujo a no más de 350 mil indígenas; los lingüistas estiman que cerca de 1.300 lenguas diferentes eran habladas a la llegada de los portugueses. Miles de personas murieron como consecuencia del contacto con los europeos. Enfermedades hoy totalmente curables, como gripe, sarampión, varicela y tuberculosis, diezmaron a sociedades enteras, por no tener los indígenas inmunidad natural para estos males.

Hoy han sobrevivido 180 lenguas y 215 pueblos. Hay también indicios ciertos de la existencia de más o menos cincuenta y tres grupos indígenas no contactados, además de otros que están reclamando el reconocimiento de su condición indígena.

El 12,26% de las tierras del Brasil son reservadas a los pueblos indígenas. La mayor parte se concentran en la Amazonía y todavía sufren invasiones de garimpeiros, empresas mineras, madereras y posseiros. O son fragmentadas por avenidas, ferrovías, líneas de transmisión o inundadas por represas hidroeléctricas.

Los "no contactados".

El junio de 1998, las agencias de noticias divulgaron el “descubrimiento” de un nuevo grupo indígena en las profundidades de la Amazonía brasileña. ¿Una buena noticia? Es dudoso. El 90% de los indios kranhacarore, contactados, ha muerto desde entonces.

Algunos pueblos indígenas, desde la época de la conquista, han logrado mantenerse apartados de la sociedad nacional, en condiciones de enorme fragilidad y muchas veces perseguidos por la "civilización occidental". Ellos defienden su territorio y cuando no pueden frenar a los invasores, migran hacia regiones distantes.

Poca o ninguna información se tiene sobre ellos y su lengua es desconocida. Pero se sabe lo suficiente: ellos han decidido no tener contacto alguno con una sociedad que los ha perseguido durante 500 años; y vivir, como sus antepasados, de la caza, la pesca, la recolección y la agricultura incipiente.

Acciones pendientes

Los territorios indígenas poseen un gigantesco patrimonio biológico, sobre el cual existe un conocimiento milenario en peligro de desaparecer. Los indígenas conocen más de 1.300 plantas portadoras de principios activos medicinales y por lo menos 90 de ellos son utilizados comercialmente. Cerca del 25% de medicamentos utilizados en Estados Unidos poseen substancias activas derivadas de plantas nativas de la floresta tropical. La defensa de los derechos de los pueblos sobre estos recursos es urgente, para evitar la bio piratería y el comercio ilícito de recursos genéticos. Brasil exporta al año cerca de mil millones de dólares en productos de la biodiversidad provenientes del extractivismo.

Debe concluir el debate sobre la política de "integración", sentando las bases de una nueva política indígena basada en el respeto a las formas propias de organización sociocultural de los pueblos.

Se han hecho algunos esfuerzos a favor de los indígenas como la creación de la FUNAI, entidad gubernamental encargada de la tutoría de los derechos de los indios, o modificaciones a la Constitución Federal de Brasil y la ratificación del Convenio 169 de la OIT que constituye una garantía para la defensa de los derechos colectivos indígenas. El CIMI -Consejo Indigenista Misionero-, lanzó una campaña para la aprobación de un Estatuto de los Pueblos Indígenas para demarcar reservas indígenas, regularizar la explotación de recursos naturales, garantizar la protección medioambiental y los derechos indígenas, así como para poner en marcha programas sociales específicos para su beneficio.

Actualmente, todo esto existe solo sobre el papel ya que las invasiones y los conflictos de tierra son cotidianos, la presión de los grandes grupos agropecuarios y de campesinos sin tierra es permanente. Las enfermedades azotan poblaciones enteras. Por ello la preservación de territorios indígenas es tan importante, porque asegura los derechos de los pueblos indígenas, garantiza los medios de su supervivencia física y cultural, así como la protección de la biodiversidad y el conocimiento que permite su uso racional.

Enciclopedia de los Pueblos Amazónicos, ALDHU, Quito, 2002.

 
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