PRONUNCIAMIENTO DE RIGOBERTA MENCHÚ TUM Y DE LA FUNDACIÓN QUE LLEVA SU NOMBRE EN RELACIÓN A LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS EN ECUADOR




Guatemala, 2 febrero de 2001.


Los últimos acontecimientos registrados en Ecuador, nos obligan a reflexionar en torno a los graves problemas políticos, económicos y sociales que sacuden a los países latinoamericanos.

Las últimas movilizaciones de nuestros hermanos indígenas de Ecuador, y de una variada gama de organizaciones estudiantiles, sindicales y populares, son una respuesta legítima de quienes con mayor crudeza han sufrido los efectos de la política económica de los últimos gobiernos, así como de la falta de libertad y de respeto a los más elementales derechos humanos.

Estos acontecimientos, como tantos otros ocurridos en las últimas dos décadas en varios países latinoamericanos, demuestran no sólo la fragilidad de la democracia, cercada por los intereses de las grandes transnacionales y sus instrumentos financieros, sino también la falta de visión de los responsables de la cosa pública que se materialice en una coherente y viable política de desarrollo con justicia social, la cual debe sustentarse en la activa participación ciudadana, en el respeto a la diversidad cultural, en el ejercicio pleno de la soberanía nacional, entre otros principios que deben ser observados irrestrictamente como garantía de nuestra existencia como naciones y de la construcción de un futuro común en el que quepamos todos, en el que los derechos de los pueblos indígenas no se conviertan en discursos oficiales, sino, por el contrario, se materialicen en su pleno ejercicio.

La respuesta del gobierno ecuatoriano a las legítimas exigencias de los indígenas de Ecuador y de diversos sectores de la sociedad, aquellos que constituyen la gran masa de desposeídos y excluidos de la democracia, excluidos de los beneficios económicos, excluidos del desarrollo, indignan y ofenden la conciencia humana. El hambre y la miseria no se combaten con la represión ni la persecución policial; la libertad y la democracia, no se construyen a golpe de fusil contra los que levantan las más justas y legítimas demandas.

Elevamos nuestra voz de protesta y exigimos al Gobierno del Presidente NoBoa Bejarano detener la represión y la persecución en contra de los indígenas de Ecuador, particularmente de las organizaciones indígenas y de todas aquellas organizaciones que apoyan y participan en estas movilizaciones; le exigimos, asimismo, que emprenda el camino del diálogo y la concertación a fin de solucionar la crisis que hoy se vive en Ecuador mediante consensos que privilegien los intereses de la mayoría de la población.

Rigoberta Menchú Tum
Premio Nobel de la Paz
Embajadora de Buena Voluntad de la Cultura de Paz - UNESCO

FUNDACIÓN RIGOBERTA MENCHÚ TUM






 
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