Dos años de exclusión de los pueblos indígenas

La instauración del Gobierno del Economista Rafael Correa, ha significado dos años de exclusión y discriminación hacia los pueblos indígenas.

El proceso de restauración del Estado a través de la Nueva Constitución Política, es el mayor reconocimiento que los pueblos indígenas y el pueblo ecuatoriano respaldan del primer mandatario. Sin embargo para los diferentes actores sociales organizados del país, estos dos años han significado una clara y radical exclusión y discriminación, así es el caso de los pueblos indígenas, que demandamos ampliar la participación de la ciudadanía a todos los sectores sociales que de una u otra manera podemos aportar al tan anhelado cambio del país.

Definitivamente, en este gobierno se ha restringido la presencia de elementos humanos de los pueblos indígenas de gran capacidad para la toma de decisiones que aporten en los lineamientos de políticas de estado en los temas que competen al pueblo ecuatoriano; es preocupante ver como no se han tomado en cuenta a las organizaciones de base, irrespetando sus procesos organizativos internos del movimiento indígena; vemos con intranquilidad que la inversión social no se refleja en recursos ni proyectos de desarrollo que son de vital importancia para los pueblos y comunidades indígenas.

La actual Constitución garantiza la participación de los pueblos indígenas, negros, montubios y demás sectores que pueden contribuir al país, sin embargo esta es una realidad no ejecutable en este gobierno, al contrario de ello, se puede divisar una clara discriminación de participación a estos sectores; por ello, es necesario que en temas actuales de coyuntura se abran procesos amplios de debate y promover consensos entre el gobierno y el pueblo y no recaer en errores ni enfrentamientos sociales como sucede actualmente con el tema de la Ley Minera, ley de Soberanía Alimentaría y la designación de los miembros de la Comisión de Participación Ciudadana y Control Social, al cual el pueblo indígena no contará con un representante, ya que dentro de este proceso de convocatoria no se consideró el tiempo oportuno para que las organizaciones seleccionen y presenten a sus delegados y representantes.

La acumulación del poder en los órganos de control es preocupante, por ello, como Pueblos Indígenas Evangélicos del Ecuador, hacemos un llamado al gobierno a que se abran los espacios de participación social y se de oportunidad a tantas personas con capacidad y formación profesional no solo que sean parte del movimiento indígena, sino del pueblo en general que gocen de capacidad, imparcialidad y probidad.

Señor Presidente, el pueblo ecuatoriano respaldará y apoyará acciones que beneficien al país, pero también condenará lo negativo de su gobierno.