Logo Llacta!

Lo que se oculta tras el proyecto de la presa Baba

Coordinadora Nacional Agua, Tierra y Vida

Quito, 13 de mayo de 2007

Resumen sumario

Basado en el Informe de la Comisión de Evaluación preparado en Abril del 2007, que analiza el Estudio de Impacto Ambiental Definitivo de Efficacitas (Ago. 2006)

El Proyecto y su objetivo aparente (parcial)

Con la presa se almacenarán los caudales de los ríos Baba y Toachi Grande en un embalse de cerca de 100 Hm3 que inunda 1.100 has. El costo de este proyecto es de 208 millones de dólares y su justificación económica sería la generación de energía en una central de 42 Mw. ubicada aguas abajo de la presa, más los efectos de una regulación de caudales que reduzca las inundaciones en invierno y garantice mayores caudales para riego en la época de verano.

Objetivos ocultos

Sin embargo, hay un propósito adicional que persigue el proyecto Baba, que es trasvasar 2,7 Hm3 por año al embalse Daule Peripa, lo que significa extraer el 78% de caudal medio de los ríos Baba y Toachi Grande que forman parte de la cuenca alta del Baba-Quevedo-Vinces y alimentan al rio Babahoyo.

Problemas ocultos

La presa Daule-Peripa almacena 6.000 Hm3 e inunda cerca de 30.000 has. Desde su embalse se trasvasan caudales a la Península de Santa Elena y a la Provincia de Manabí para regar tierras secas. El efecto regulador de este embalse ha coadyuvado al control de las inundaciones de la cuenca baja del Guayas, en especial a la ciudad de Babahoyo.

Sin embargo, el enorme costo del complejo Daule-Peripa no se ha recuperado debido a los magros beneficios que ha generado. El riego de la Península de Santa Elena ha beneficiado a pocos terratenientes de Guayaquil y los resultados del trasvase a Manabí son nulos porque no se han completado los proyectos de desarrollo que se requieren para el efecto.

El trasvase de agua de los ríos Baba y Toachi Grande al embalse Daule-Peripa aparece como salvación del mal manejo de la cuenca del Guayas que ha ocasionado la deforestación de más del 90% de su superficie, cuando al inicio de su construcción estaba cubierta de bosques y vegetación nativa en al menos el 40%. Este mal manejo es grave para el embalse, pues no puede cumplir con sus funciones de regulación en las condiciones en la que fue diseñado, pudiendo incluso estar afectada la capacidad de evacuar avenidas catastróficas y atentar contra su seguridad.

Por el mal manejo por parte de Cedege, se han incrementado la tasa de sedimentación de la cuenca del Guayas, debido a la mayor erosión que presenta el suelo deforestado y el mal uso del terreno. Esto afecta también a la vida útil de este proyecto que es el más costoso realizado en el Ecuador.

Beneficios ocultos

El único beneficio tangible de este complejo es la comercialización de la generación de energía en la central al pie de presa Daule Peripa, operada por Unión FENOSA por contrato con Hidronación de cinco años a razón de $90.800 mensuales. Este grupo tiene instalada una capacidad de generación de 213 MW. en la Central Daule-Peripa, pese a que las posibilidades hidrológicas de regulación del embalse, apenas dan para generar 80 MW. La necesidad del trasvase de caudales de otras fuentes, con el fin de generar y hacer negocio con toda la capacidad instalada, se evidencia como justificación del proyecto Baba.

Socios del negocio

Cedege, mediante una figura de Fidecomiso, preadjudica la ejecución del proyecto Baba al Consorcio Hidroeléctrico del Litoral (CHL) conformado por los grupos Wong, Moeller (Cartopel), Negocios Industriales Real S.A (NIRSA), IPAC S.A., Papelería Nacional y la constructora Odebrecht S.A de Brasil.

Justificaciones incompletas y tendenciosas

Este Consorcio contrata los estudios y diseños con los que se pretende justificar el proyecto. Pero los resultados presentados por los consultores de Odebrecht no son completos, porque no hacen un análisis integral de los aspectos técnicos, económicos, ambientales y sociales que demuestren la necesidad de esta construcción. Son estudios parciales y parcializados que han sido avalados por autoridades del Cedege y del Ministerio del Ambiente desde sus comienzos hasta la presente fecha, por medio de la Dra. Lourdes Luque, primero como Ministra y luego como Presidente Ejecutiva de Cedege. Además cuenta con el apoyo político del Prefecto del Guayas que declaró por oficio que este proyecto solventará los aspectos técnicos y económicos que afectan a Hidronación.

Análisis irreal de Costo-Beneficio

No existe un riguroso análisis que demuestre la necesidad del proyecto que evalúe en forma integral los costos, incluidos los de mitigación y remediación de los impactos ambientales, y los beneficios económicos y sociales que pueda generar la inversión. Los primeros (costos) son incompletos, porque no contemplan todos los perjuicios que ocasionaría la presa (el área de influencia directa esta subestimada)

Los beneficios, en cambio, están sobredimensionados, porque hablan de un proyecto de propósito múltiple, en el que hay supuestos beneficios de riego, pero el proyecto no contemple los respectivos sistemas y canales. Tampoco el beneficio de control de inundaciones es significativo, porque solo tendría efecto hasta la ciudad de Buena Fe.

El beneficio de la generación eléctrica del proyecto no solo debe ser de la central de 42 MW -que se producirán sólo en épocas de invierno-, sino que debe incluir el incremento de generación en la central Daule-Peripa. Pero para que sea completo el análisis, se debe considerar las ingentes inversiones ya efectuadas en este complejo, que permitirían aprovechar los caudales trasvasados del Baba.

El Informe de Estudio de Impacto Ambiental Definitivo

Los estudios son pagados por parte interesada y por esta razón no son imparciales. Algunas muestras y discrepancias:

  1. Afectación a toda la cuenca del Baba: Quitar el 80% del caudal del río, provocará serias y catastróficas consecuencias, porque la capacidad de auto-depuración de las aguas servidas en el tramo afectado, cuya población es cada vez mayor, lo transformarán en una cloaca.
  2. La presa ocasionará que se contaminen y sequen los pozos de agua subterránea que abastecen al consumo humano. El EIAD maliciosamente subestima el área de afectación y la circunscribe a la zona inundada por el embalse, sin considerar como directamente afectada a la cuenca de aguas abajo que perderá el 80% de su caudal.
  3. Los efectos a la pesca serán graves: la gente que se dedica a esta actividad tendrá que buscar otras fuentes de trabajo y se restará de un componente importante de la alimentación a esta población.
  4. Hay impactos a la flora, fauna y bosques nativos que son subestimados o no contemplados en el EIAD.
  5. No hay certeza de que se cumpla con el Plan de Mitigación de los Impactos Ambientales y el Plan de Manejo, porque sus costos no están presupuestados ni existiría el respectivo financiamiento, pese a su subestimación.
  6. Hay evidencias de conflicto de Intereses: Lourdes Luque y su grupo, han manejado desde sus posiciones públicas los hilos de poder (Cedege y Ministerio de Ambiente) a favor de grupos particulares. La Dra. Luque es Directora Ejecutiva de la Fundación Huancavilca, que tiene entre sus principales aportantes a Odebrecht. El Poder de Luque subsiste por los vínculos con autoridades del actual gobierno.

Ilegalidad Flagrante: autores, cómplices y encubridores

Pero lo más crítico y que demuestra las intenciones abusivas de quienes auspician y defienden el proyecto, poniendo en evidencia los protervos intereses, es que se haya dictado un D.E (3615 RO No. 10 de 29 enero 2003) que contiene el texto unificado de la legislación secundaria de Cedege, en el que se establece el traspaso a esta entidad de las competencias que la Ley de Aguas da en forma privativa al CNRH para que se auto-adjudiquen las aguas de los ríos Baba y Toachi Grande, por 50 años para este proyecto.

Las autoridades del CNRH han sido cómplices por omisión, de que se haya dado este ilegal decreto.

El Ministerio de Ambiente, ha convalidado unos Estudios incompletos y parcializados y ha otorgado la licencia ambiental para que se construya el proyecto, convirtiéndose en cómplice y encubridor de esta irregularidad, por decir lo menos.

El BID aprueba el préstamo para la ejecución

El BID, (2 mayo 2007) mediante comunicado de prensa, confirma que: la planta MLW sólo utiliza 80 MW de su capacidad instalada total de 213 MW. El objetivo de este proyecto es posibilitar el uso de la capacidad adicional de la planta de MLW para generar hasta 388GWh adicionales en promedio de energía al año

Además El costo total de este proyecto de asociación público-privada es de aproximadamente 195,2 millones de dólares. El sector privado proporcionará capital y financiamiento mediante endeudamiento. Su participante clave es la compañía brasileña Odebrecht y bajo el diseño revisado no se verá afectada ninguna área protegida ni ningún hábitat ecológicamente sensible.

A declaración de parte... están convalidando la denuncia de que el único propósito de esta inversión es incrementar el negocio de la generación eléctrica.

¿El Gobierno Nacional lo ha aprobado? Sólo así el BID pudo aprobar el préstamo, ¡porque requiere de contraparte y garantía de cobro!

¿Quo Vadis?

Ing. Juan Carcelén

Campesinos demandan detener Proyecto Baba

Irreparables daños: grupos de poder ambicionan aguas. Ahora intentan represar el río Bimbe.

A la justificada demanda de los campesinos y amplios sectores sociales de la provincia de Los Ríos por detener la construcción de la presa Baba se suma ahora la preocupante pretensión del Grupo Wong de construir otro embalse en la subcuenca del río Baba, esta vez en el río Bimbe, aguas arriba del cuestionado proyecto Baba, conforme destaca un aviso publicado el 4 de mayo en El Universo.

Agua Tierra y Vida, organización que acompaña el proceso de lucha de los afectados por la construcción de la presa Baba, tiene a bien exponer lo siguiente:

Es responsabilidad del Consejo Nacional de Recursos Hídricos, CNRH, y en particular de su Agencia de Aguas Guayaquil, con jurisdicción en la provincia de Los Ríos, responder por su obligación legal contemplada en el Art. 13 de la Codificación de la Ley de Aguas que para el aprovechamiento de los recursos hidrológicos los obliga a:

  1. Planificar su mejor utilización y desarrollo; es decir, deberán contemplar los impactos reales que provoca el Proyecto Baba, que generará un grave daño en la subcuenca Baba-Quevedo-Vinces; caso contrario, serán responsables por omisión; pues, los afectados del proyecto Baba, no descartan medidas legales contra los responsables de su aprobación y ejecución.
  2. Realizar evaluaciones e inventarios; esto es, las decisiones del CNRH deberán basarse sobre parámetros hidrológicos y medición de caudales reales, debidamente evaluados, que no sobrestimen las proyecciones; y que no subestimen los caudales ecológicos a caudales que ni siquiera llegan a los caudales en épocas de estiaje, como pretenden ocurra en Baba, y que provocará la profundización del nivel freático del suelo y de los pozos; a lo que se suma que los ríos perderán su capacidad de auto depuración de las descargas residuales de las poblaciones asentadas en sus orillas, generando graves procesos de contaminación, todo lo cual provocará desastrosos efectos para la agricultura a todo lo largo de los ríos Baba, Quevedo y Vinces, que se producirán irremediablemente si se construye la presa Baba.
  3. Propender a la protección y desarrollo de las cuencas hidrográficas. Por lo tanto, cualquier otro represamiento en la misma subcuenca, deberá responder por sus reales impactos sociales, económicos y ambientales.

Los funcionarios del CNRH de la Agencia de Aguas de Guayaquil tienen obligaciones expresas contempladas en la Ley de Aguas que deben observar, a fin de lograr las mejores disponibilidades de las aguas, caso contrario, serán responsables de las consecuencias de sus actos:

Art. 20.- el CRNH prevendrá, en lo posible, la disminución de ellas, protegiendo y desarrollando las cuencas hidrográficas y efectuando los estudios de investigación correspondientes. Las concesiones y planes de manejo de las fuentes y cuencas hídricas deben contemplar los aspectos culturales relacionados a ellas, de las poblaciones indígenas y locales.

Para el caso concreto de la presa Baba, existen suficientes evidencias que demuestran el irreparable daño de trasvasar el 80% del caudal al embalse Daule Peripa, en la provincia del Guayas. Frente a este despropósito nuestra consigna es: ¡Los ríos para Los Ríos!, para sus pobladores, productores (grandes, medianos y pequeños), campesinos y pescadores, no para un puñado de empresarios con ropaje de políticos que auspician el proyecto Baba, sin medir sus consecuencias.

Demandamos se impida la concesión de las aguas del río Bimbe, toda vez que la ejecución del proyecto Baba, donde confluyen las aguas del Bimbe, viola el Art. 24 de la Ley de Aguas, puesto que la utilización de sus aguas incumple los siguientes requisitos:

  1. Que no interfiera otros usos.
  2. Que las aguas, en calidad y cantidad sean suficientes.
  3. Que los estudios y obras necesarios para su utilización hayan sido aprobados previamente por el Consejo Nacional de Recursos Hídricos.

El caudal ecológico establecido por Cedege en el Proyecto Baba alcanza apenas de 10 a 15 m3/seg, en lugar de su promedio 111 m3/seg, e inferior al caudal mínimo que la naturaleza establece para los periodos secos, que es de 28-30 m3/seg. La contaminación y el escaso caudal afectará la producción agrícola en la subcuenca Baba-Quevedo-Vinces, así como la capacidad de auto depuración de las aguas residuales.

Los funcionarios del CNRH de la Agencia de Aguas de Guayaquil son responsables de la aprobación de los estudios presentados, tal como se establece en la Ley de Aguas:

Art. 58.- Las obras que permitan ejercitar un derecho de aprovechamiento de aguas se sujetarán a las especificaciones técnicas y generales, estudios y proyectos aprobados por el Consejo Nacional de Recursos Hídricos; su incumplimiento, será sancionado con la suspensión, retiro, modificación, reestructuración o acondicionamiento de las obras o instalaciones.

Como al momento de expedirse la Ley de Aguas, no existía la Ley de Gestión Ambiental, en esta instancia es una condición obligatoria la presentación de los Estudios de Impacto Ambiental Definitivo y su socialización entre los potenciales afectados, caso contrario se estaría sentando un nefasto precedente de actuación sobre cosa juzgada, como se pretende hacerlo con el Proyecto Baba, actualmente en ejecución.

Requerimos de las autoridades del CNRH, particularmente de la Agencia de Aguas Guayaquil, que ante tal solicitud, esta vez apliquen lo establecido en el Art. 96 de la Ley de Aguas con amplio criterio de equidad, apreciarán las pruebas de acuerdo con las reglas de una sana crítica y podrán ordenar, de oficio cuantas diligencias y pruebas estimen convenientes. Porque ¡la Patria es de todos!. El país requiere de energía barata, pero, ¡el remedio no puede ser peor que la enfermedad!

Sandra Astaiza, Sec. Ejec. (e)

Ing. Miguel Delgado, Comisión Acceso al Agua

BID en deuda con afectados Daule-Peripa

Desde diciembre del año pasado Agua Tierra y Vida ha solicitado al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) detener el crédito al consorcio Hidroeléctrico del Litoral -liderado por la brasilera Odebrecht- para el financiamiento del proyecto Baba, por considerar que presenta irregularidades técnicas y ambientales y violaciones a los procesos legales y derechos humanos en especial al derecho humano a acceder libremente al agua de las comunidades ribereñas de la cuenca del río Baba-Quevedo-Vinces. Ante la noticia de que el BID otorgó un crédito de 88 Millones de dólares el pasado 2 de mayo para continuar con la construcción de este nefasto proyecto, denunciamos públicamente la falta de ética y responsabilidad de este organismo por no cumplir con sus mismas Política sobre Medio Ambiente y Cumplimiento de Salvaguardias y que obligan al banco a financiar únicamente actividades que cumplan con estas directrices.

El BID no ha considerado el impacto que tuviera la represa a las comunidades ribereñas del río Baba-Quevedo-Vinces a pesar que según la directriz B.5 de las mencionadas políticas, los Estudios de Impacto Ambiental (EIA), deberán prestar atención a los impactos directos, indirectos, regionales o acumulativos utilizando líneas de base. El proyecto Baba tiene carácter regional, ya que afectará a toda la subcuenca del río Baba-Quevedo-Vinces, y Daule-Peripa, de las cuales no existen datos actualizados ni mediciones hidrológicas de las cantidades de agua que tienen. El EIA presenta información hidrológica agregada de 41 años, no especifica las fuentes de estos datos hidrológicos, no considera las variaciones de las precipitaciones anuales, ni cuenta con solvencia técnica sobre el cambio de régimen hidrológico. En consecuencia, el trasvase de la cuenca Baba-Quevedo- Vinces a la Daule-Peripa significaría un desequilibrio ecológico en ambas cuencas, sin que el BID haya considerado los impactos ambientales de carácter acumulativo, sinergético y residual que afectarán a las poblaciones asentadas ríos arriba y río abajo del proyecto.

El BID subestima el número de personas afectadas directamente por la construcción del proyecto Baba. En su informe de Manejo Ambiental y Social de Abril de 2007, el BID considera solamente como poblaciones afectadas a 43 familias cuyas tierras serán inundadas con el represamiento de los ríos. Sin embargo, según la Comisión Mundial de Represas, las comunidades ubicadas río abajo de las represas son las que enfrentan con algunos de los impactos más drásticos de la construcción de represas y comúnmente no son consideradas. Efectivamente, la población ribereña de la cuenca Baba-Quevedo-Vinces se vería afectada por el trasvase del 80% del río Baba. Hay que recordar que la pesca es parte integral de la dieta de las familias ribereñas, por lo que la construcción de la represa disminuiría o eliminaría la pesca, poniendo en riesgo la soberanía alimentaria las familias. La disminución del caudal tuviera consecuencias negativas también en la producción agrícola, ya que las tierras se secarían y bajaría la producción de alimentos al no contar con suficiente agua para regar los cultivos. Además con el represamiento, se disminuiría el nivel freático del río Baba-Quevedo-Vinces, ocasionando el secamiento del río y de los pozos de agua que son el único sustento de agua para consumo humano que tienen las poblaciones ribereñas. La subsecuente contaminación del río contaminará también los pozos, reduciendo la capacidad de autodepuración del río y convirtiéndolo en una inmensa cloaca. Comunidades de peces probablemente desaparecerán.

El BID aprobó el proyecto sin un Plan de Manejo de Cuenca. De acuerdo al punto 24 del Informe Sobre Gestión Ambiental y Social de abril de 2007, el BID reconoce que se requiere un Plan de Manejo de Cuenca como parte del Plan de Gestión Ambiental y Social del Proyecto para asegurar la mitigación de los impactos ecológicos y sociales asociados al represamiento del río. Sin embargo, las mismas políticas del BID exigen la presentación del Plan de Gestión Ambiental completo antes de la aprobación del proyecto. El Plan de Gestión Ambiental presentado por Odebrecht comprende un conjunto de programas, procedimientos, prácticas y acciones ambiciosas y complejas; sin embargo, sus costos nunca fueron presupuestados, ni se mencionan los medios de financiamiento, ni mecanismos de gestión y control, factores indispensables para la aprobación de un proyecto de acuerdo a las polícitas del BID. En vez de eso, el plan presenta solamente los requerimientos necesarios de estudios posteriores de determinadas medidas de manejo ambiental que no tienen garantías de que se cumplan. Esta es una deficiencia grave por cuanto la ausencia de los factores mencionados conlleva a que las medidas de propuestas sólo sean de carácter declarativo y que no se consideren todos los impactos graves que tendrá el proyecto en la cuenca y sus habitantes.

Con carta del 20 de abril al BID, manifestamos nuestro absoluto rechazo a la pseudo política de participación del BID. A lo largo de este año hemos venido solicitando mantener una reunión con la directiva del BID y reuniones amplias con los representantes de este organismo y las personas y organizaciones que nos oponemos a este proyecto. Sin embargo, estas solicitudes nunca fueron atendidas, a pesar de que el proyecto se encontraba en un proceso de evaluación en donde se debió considerar las observaciones de todas las partes. Nos asombró que en vez de atender a nuestra solicitud, se nos diga de parte de los representantes del BID que es casi imposible detener el otorgamiento del crédito. Esto deja constancia que la actitud del BID se asemeja al comportamiento que ha mantenido la constructora Odebrecht desde que se encuentra en la zona del proyecto, la cual ha socavado el derecho de la población al consentimiento, la libre expresión y participación en procesos transparentes. Ratificamos que no estamos en contra del desarrollo del país pero que este proyecto significaría el desarrollo de unos pocos y no de nuestras comunidades campesinas, ya que tiene el único fin de llevar el agua de la cuenca Baba-Quevedo-Vinces hacia la Presa Daule-Peripa para que grandes grupos de poder puedan disponer y lucrarse de ella.

Finalmente, hace más de veinte años se inició la construcción de la represa Daule-Peripa, con un 25% de financiamiento del BID, a pesar de que se sabía que el proyecto no era económicamente factible. Sin embargo, su construcción se justificaba -según sus promotores- por ser el inicio de las obras de infraestructura que se desarrollarían en esa región. Rechazamos el hecho de que la historia se vuelva a repetir conscientes de que el proyecto Baba contiene las mismas deficiencias técnicas, ambientales y sociales que presentaba el proyecto Daule-Peripa en su tiempo. Rechazamos que el BID niegue la activación de su mecanismo de Revisión Independiente para el proyecto Jaime Roldós Aguilera y sus componentes que permitirían que este organismo evalúe este crimen ecológico, ambiental y humano cometido contra muchas poblaciones campesinas. Creemos que el BID está en deuda con el Estado Ecuatoriano, específicamente con las comunidades que quedaron aisladas dentro de la represa, las que perdieron sus tierras y sus ríos y fueron desplazadas sin una indemnización correcta, entre ellos los comuneros de la península de Santa Elena. El BID tiene por lo tanto que aprender de los errores cometidos en Daule-Peripa y pagar esta deuda antes de emprender otro crédito que tenga las mismas consecuencias. El Estado Ecuatoriano no puede actuar como garante del crédito que acaba de otorgar el BID al proyecto Baba sin antes realizar una auditoria técnica ambiental y social al proyecto Baba que incluya también una evaluación económica de los costos y beneficios que tendríamos el conjunto de los ecuatorianos con el proyecto y alternativas de generación de energía para el país.

BID aprueba préstamo de US$87,8 millones para represa hidroeléctrica en Ecuador

Proyecto Baba incluye canal de desvío de 8 km a embalse Daule-Peripa.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó hoy un préstamo por 87,8 millones de dólares para la construcción de la represa de Baba en la confluencia de los ríos Baba y Toachi, equidistante de las ciudades de Quito y Guayaquil, en Ecuador.

El proyecto consiste en la construcción, operación y mantenimiento de la represa de Baba y un canal de desvío de 8 kilómetros desde el embalse formado por dicha represa hasta el embalse de Daule-Peripa y la planta generadora Marcel Laniado de Wind (MLW)

Actualmente la planta MLW sólo utiliza 80 MW de su capacidad instalada total de 213 MW. El objetivo de este proyecto es posibilitar el uso de la capacidad adicional de la planta de MLW para generar hasta 388GWh adicionales en promedio de energía al año.

Ecuador padece un déficit de inversiones en generación de energía hidroeléctrica y su capacidad de cubrir la actual demanda también se está reduciendo, dijo el Jefe de Equipo del BID Jean-Marc Aboussouan. Este déficit, combinado con una demanda de energía que se incrementa aceleradamente debido al crecimiento de la economía, la electrificación y la urbanización, obliga a Ecuador a importar un volumen de electricidad cada vez mayor.

Según Aboussouan, la energía adicional que la planta MLW podrá general después de la construcción de la represa Baba equivale al 22% del volumen de energía eléctrica que Ecuador importa actualmente.

El costo total de este proyecto de asociación público-privada es de aproximadamente 195,2 millones de dólares. El sector privado proporcionará capital y financiamiento mediante endeudamiento. Su participante clave es la compañía brasileña Odebrecht Investimentos em Infra-Estrutura Ltda. (OII). El sector público contribuirá a través de ingresos generados de la energía que actualmente produce la planta de MLW.

La participación del BID ya ha supuesto una importante contribución a la gestión medioambiental y social del proyecto, especialmente en relación al diseño de un plan adecuado de indemnización y reasentamiento, a la elaboración de un sistema de gestión ambiental más integrado y eficaz, y la colaboración para elaborar soluciones innovadoras con respecto a los temas hídricos aguas abajo de la represa, explicó Aboussouan.

El Banco y otras partes interesadas del proyecto han sostenido varios eventos de participación pública, incluyendo consultas sobre el diseño original del proyecto y reuniones sobre el nuevo diseño adoptado.

El nuevo diseño propuesto por Odebrecht permitió reducir de manera substancial las adquisiciones de tierras y los reasentamientos. El número de familias que serían reubicadas disminuyó de 240 a 43, y la adquisición de tierras se limitó a 1.099 hectáreas, en comparación con las 3.760 hectáreas del plan original.

Bajo el diseño revisado no se verá afectada ninguna área protegida ni ningún hábitat ecológicamente sensible.

Se espera que la construcción de la represa Baba dure dos años.

[+info]
aguatierrayvida@googlegroups.com

:: http://www.llacta.org ::