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Ante el anuncio de militarización de los pozos petroleros en la Amazonía

H. Consejo Provincial de Orellana

Francisco de Orellana, 17 de mayo de 2007

Oficio No. 217-HCPO-P

Economista Rafael Correa Delgado
Presidente Constitucional de la República del Ecuador
En su despacho

De mis consideraciones.

Señor Presidente reciba un respetuoso y fraterno saludo en nombre del pueblo de la Provincia de Orellana y del mío propio como su Prefecta; aprovecho para desearle éxitos en la dura tarea de transformar el país y que el mismo se convierta en la patria que todos soñamos.

Estoy convencida que encontrara muchos obstáculos en su camino, intereses políticos y económicos que tradicionalmente han manejado nuestro país ofrecerán tanta resistencia, espero que la firmeza y dignidad que lo han caracterizado sea la espada con que gane esas batallas a favor de los sectores mas empobrecidos y marginados de nuestra patria. Vaya para usted un mensaje de apoyo y aliento, le animo a no declinar y le recalco que la Provincia de Orellana como zona estratégica del País ofrece su total respaldo a toda iniciativa armónica y digna que nos devuelva la Patria.

Aprovecho la oportunidad para manifestarle mí profunda preocupación y la del Pueblo de mi Provincia, por las declaraciones que en un primer momento diera el Ingeniero Carlos Pareja Presidente de Petroecuador; y que posteriormente usted ratificara sobre la Militarización de las Instalaciones Petroleras de la Amazonía Ecuatoriana; dicha medida solo provocaría un debilitamiento del Estado Social de Derecho; las fuerzas armadas, en lugar de servir para defender la soberanía nacional, se van a convertir en un instrumento para dificultar el ejercicio de los derechos que tiene cualquier ciudadano, derechos que están recogidos en nuestra constitución y nuestras leyes. Por otro lado, creo que la medida va a ser inútil para el propósito que se pretende. El problema principal de Petroecuador está en su interior; existen graves presunciones sobre su ineficacia y sobre hechos de corrupción que no se van a terminar poniendo soldados en las puertas de las instalaciones.

Es innegable que hay un problema de mafias organizadas que roban material y rompen tubos, pero son casos concretos de delincuencia, que necesariamente deben contar con la complicidad de gente que conoce las instalaciones; nuestros campesinos y nacionalidades con machetes y lanzas no son quienes cometen estos atentados. Lo que hay que hacer es investigar a estas mafias, detenerlos, juzgarlos y sancionarlos. No es la primera vez que un gobierno dice que esta zona es un caos, para ocultar sus propias ineficiencias y poder reprimir las justas demandas de la población. Hay que escuchar la verdad de quienes vivimos en esta zona, junto a las instalaciones. Por algo dicen que la voz del pueblo es la voz de Dios.

Hasta la fecha señor Presidente el Gobierno del Dr. Palacios en un año nos impuso cuatro Estados de Emergencia (Decreto 426 de 17 de Agosto de 2005; Decreto 1204 de 7 de Marzo de 2006; Decreto 1214 de 13 de Marzo de 2006; Decreto 1368-A de 5 de Mayo de 2006); mismos que nunca solucionaron los graves conflictos sociales de nuestra provincia y en cambio provocaron graves violaciones a nuestros derechos civiles como ha sido denunciado por Organizaciones Nacionales e Internacionales de Derechos Humanos en reiteradas ocasiones. Además ha profundizado en nuestra población el sentimiento de ser tratados como animales, de ser reducidos a escorias; cuando realmente somos un pueblo dispuesto a ofrendar nuestra vida como lo hicieran nuestros compañeros Luis Guerra, Julio Llori o los cientos de heridos y detenidos de nuestra Provincia en nuestras diversas luchas por la Dignidad.

Pese a nuestras justas reivindicaciones y a nuestros gritos de reclamo nadie nos quiere escuchar; nuestras palabras son verdades profundas y amargas para nuestro país, no hay verdades ocultas que sean eternas; el pueblo Amazónico es conciente de su realidad; mientras tanto algunos sectores con mentiras piadosas y cortinas de humo pretenden solapar y alcahuetar la supuesta corrupción y los abusos cometidos hasta la fecha por la Estatal Petrolera.

Sin embargo queremos creer que su Gobierno no llegara a los extremos a los que llego el Gobierno del Dr. Palacios y de otros; aunque nos preocupa que se estén usando los mismos argumentos de los 4 decretos antes señalados; entonces no existía la situación cercana al caos que pregonaba el gobierno, ahora tampoco. Es importante que reconozca Señor Presidente que durante estos 4 meses de su gobierno, no ha existido paralización alguna en los campos petroleros operados por la Estatal que haya justificado una baja en la producción.

Creo que hay altos cargos de Petroecuador, interesados en desviar lo que realmente está pasando en la empresa pública. El Ing. Carlos Pareja no ha mostrado hasta la fecha una voluntad decidida para mejorar la situación de la Estatal. Esta situación por supuesto beneficia a los ciertos sectores, pero también a las empresas multinacionales que mezclan el crudo con el de Petroecuador. ¿Será acaso que se le esta imputando más producción de la real a las compañías extranjeras, a costa de disminuir la producción de la Estatal; se estará haciendo un mal conteo en la recirculación de crudo? Que estará pasando señor presidente?.

Estamos de acuerdo con la posición del Ministro de Energía y Minas, Economista Alberto Acosta, expresada en días pasados: el Ing. Carlos Pareja tiene que explicar con claridad que está pasando dentro de la empresa pública, antes de decir que aquí se roban todo y que la única solución es involucrar al ejército en el resguardo de las instalaciones, perjudicando a la población Amazónica, a trabajadores tercerizados a los guardias y sus familias.

Señor presidente, desde la prefectura de Orellana apostamos por un cambio verdadero en nuestro país. Hemos apoyado la consulta popular y apoyaremos la constituyente, sabemos que nos jugamos parte del futuro en esto. Pero para que el cambio sea integral, entre otras cosas, va a hacer falta un cambio de las mismas proporciones en Petroecuador. Siempre hemos defendido la empresa pública frente a las transnacionales, precisamente por esto, no nos podemos quedar callados frente a estas situaciones.

Cada día vemos en las noticias muchas acciones esperanzadoras que lleva a cabo su gobierno. Tiene nuestro apoyo en ellas, pero frente a la militarización se equivoca y no cuenta con nuestro respaldo. Espero que esta carta sirva para que reflexione sobre todos estos puntos, antes de tomar medidas injustas, que además no van a solucionar los verdaderos problemas que aquejan a Petroecuador.

Atentamente,

Sra. Guadalupe Llori Abarca, prefecta de la provincia de Orellana

[con copia a...]

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