Quito, 15 de mayo de 2006
El miércoles 17 de mayo, hombres y mujeres de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras, FENOCIN, construirán desde su propia realidad étnica el concepto de género, basado en su propio enfoque cultural y vivencias cotidianas, lo que permitirá superar la actual discriminación de la mujer y enriquecer la propuesta política de esta organización.
A partir de las 09h30, los miembros del Comité Ejecutivo, representantes de las organizaciones de base y la Comisión Nacional de Apoyo de la Secretaría de la Mujer de la FENOCIN, participarán en el Taller de Propuesta Metodológica de Género.
Durante el taller se abordará este delicado tema, pues la equidad de género no pretende que las mujeres abandonen su ámbito de la reproducción ni necesariamente cambien su identidad para ser consideradas "productivas" y valoradas. Lo que si se busca, es lograr que la diferencia de sexo, no conlleve la desigualdad de género; que no exista una valoración diferente de lo MASCULINO (lo que los hombres son y hacen) con relación a lo FEMENINO (lo que las mujeres son y hacen); y, permitir que hombres y mujeres se desarrollen como seres humanos integrales, de acuerdo a sus propias potencialidades y habilidades.
La dirigenta de la de la Mujer y Familia de la FENOCIN, Rosalva Cungacha, dijo que avanzar en este objetivo es adelantarse hacia la creación de relaciones de respeto, equidad y reciprocidad entre los géneros y sobre todo, hacia una propuesta de desarrollo autónomo y sostenible con rostro humano e identidad cultural.
Tenemos la convicción y la certeza de que el cambio del concepto de género para respetar el espacio del sexo femenino, no responde a leyes ni decretos; sino que se construye desde la vivencia cotidiana –personal y social-, a través de algunos mecanismos y herramientas para lo que es necesario que se valore el aporte de las mujeres en la economía familiar y en la agricultura, a través de la recuperación de su saber ancestral (prácticas agrícolas de biodiversidad, asociación, rotación o aquellas vinculadas con el paso de la luna, manejo y conservación de semillas, control biológico de plagas, etc., así como sistemas de reciprocidad en el trabajo agrícola y la circulación de los excedentes).
Se debe iniciar procesos que faciliten su inserción en la organización social mediante la descarga de trabajo y la readecuación de la dinámica organizativa, tomando en cuenta la situación de las mujeres; y encaminar todos los esfuerzos para sensibilizar a hombres y mujeres sobre la existencia de relaciones de género inequitativas en los diferentes espacios de la vida cotidiana (pareja, comuna, organización).
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