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Solicitud de concesión de nacionalidad estadounidense a representantes nativos de empresas petroleras de EEUU

Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH del Ecuador)

Quito, 25 de agosto de 2005

Señora Linda Jewell
Embajadora de los Estados Unidos en Ecuador
Presente

Asunto: Solicitud de concesión de nacionalidad estadounidense a representantes nativos de empresas petroleras de EEUU / Caso prioritario: Sr. René Ortiz

Señora Embajadora:

El 27 de julio usted tomó juramento en Washington DC ante la Secretaria de Estado Condoleezza Rice como Embajadora designada de su gobierno ante el gobierno de Ecuador.

En aquella oportunidad usted se comprometió a cumplir las expectativas de la Secretaria de Estado, como representante del Presidente Bush en el Ecuador, citando que "espera trabajar para desarrollar una sociedad cooperativa con Ecuador", apenas arribara a nuestro país.

Con aquel antecedente discursivo de su desinteresado deseo de cooperar con el Ecuador, y en razón de que a su llegada a nuestro país, ya usted tendrá conocimiento que varios ciudadanos nacidos en el Ecuador ("por azar o accidente", como define el tema de la nacionalidad el escritor Mario Vargas Llosa), representan hace varios años a empresas petroleras extranjeras y particularmente estadounidenses como la Occidental Petroleum ("Oxy"), gratificante labor en la que dichos ciudadanos se han destacado por defender con ejemplar fiereza los intereses de esas compañías transnacionales antes que los intereses de la nación en la que accidentalmente nacieron un día; en representación de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, y recogiendo el sentir de un vasto sector de la ciudadanía ecuatoriana, me permito solicitar a usted, flamante señora Embajadora, que estudie y apruebe la sugerencia de conceder la nacionalidad estadounidense a esos ciudadanos, en razón de los meritísimos servicios que han prestado a lo largo de casi toda su vida, a los intereses privados de aquellas compañías petroleras y a los intereses geo-estratégicos de la nación a la que usted representa en mi país.

Usted sabrá que estos ciudadanos son entrevistados y consultados permanentemente por los grandes medios de televisión y la prensa del país, para recomendar y hasta determinar, en grandes titulares y destacados espacios, "qué está bien" y "qué está mal" en la política petrolera del país donde ellos nacieron un día (por accidente, insisto), y donde pontifican sobre lo divino y lo profano en materia petrolera, "seguridad jurídica" y "garantías a la inversión extranjera".

Últimamente, junto a otros ciudadanos cuyo nacimiento en el Ecuador también es producto del azar, sostienen sus brillantes tesis, tan democráticamente recogidas por los mass media y algunos funcionarios y ministros de Estado, en temas que conocen muchísimo, como la Política Exterior que "debiera" seguir el Ecuador, los "crasos errores" -como ellos denominan- del actual Canciller, tan arcaicamente nacionalista para la actual era "globalizadora"; así como en política fiscal, monetaria, marítima, forestal, ambiental, económica, migratoria, social, cultural, provincial, y hasta deportiva de nuestro país.

La nómina de los ciudadanos nacidos en Ecuador que, en razón de sus meritorios servicios a compañías privadas extranjeras, transnacionales petroleras y la política exterior de su Gobierno, han hecho grandes méritos para que se les conceda la nacionalidad estadounidense, es un poquito extensa. Y, con toda seguridad, una vez que esta iniciativa sea gentilmente acogida por usted y conocida por otros representantes nativos de esos intereses, podría ampliarse.

Pero estamos convencidos que su expresión al momento de juramentarse como Embajadora, de "trabajar para desarrollar una sociedad cooperativa con el Ecuador", minimizará el impacto de la larga lista de ciudadanos nacidos, por azar, en nuestro país, que merecen les conceda la nacionalidad estadounidense. Muchos de ellos cumplen requisitos informales pero importantes, como manejar correctamente el idioma inglés, casi la segunda lengua para muchos de ellos, que les abrirá mayores ventanas de oportunidad y mejores posibilidades de ingresos y bienestar. Por supuesto que las insuperables garantías que ellos tienen hoy de un empleo seguro, nunca la encontrarán en "este país tan subdesarrollado, inseguro, inestable y conflictivo" para su gusto.

Le decíamos que la lista sería un poquito extensa, pero como esta propuesta debe empezar por alguien, sugerimos que usted considere como primer candidato, el de prioridad alta, al ciudadano René Ortiz.

Quedamos agradecidos de su valiosa contribución a esta aspiración nacional.

Atentamente,

Alexis Ponce, Vocero APDH

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