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EEUU y los Derechos Humanos

Tribunal Dignidad, Soberanía y Paz Contra la Guerra

Quito, 20 de mayo de 2005

Las guerras desatadas por un Estado en contra de otro, son la negación absoluta de los derechos humanos de personas y pueblos. Estados Unidos en su condición de superpotencia mundial invadió con todo su poderío militar a Afganistán e Irak y con esas acciones violó los derechos humanos al asesinar a civiles niños, mujeres y ancianos ajenos al conflicto, al torturar, ejecutar extrajudicialmente, desaparecer personas o someterlas a tratos crueles, inhumanos y degradantes condenados por el Derecho Internacional Humanitario y por una serie pactos y convenios patrocinados por las Naciones Unidas.

Los agresores le han dicho al mundo que quien tiene el poder está facultado para quedar en la impunidad por los crímenes cometidos con saña, cinismo, crueldad, impudicia, alevosía y premeditación. Son miles los asesinados con bombas y metrallas, que volaron en pedazos; pero en el silencio de la muerte apuntan con sus dedos sin carne al matador: George W. Bush. Los sobrevivientes, torturados y vejados, en su ira de dolor e impotencia acusan a Bush y Rumsfeld por todos los martirios que padecieron y sus heridas que jamás cicatrizarán. Ellos y los halcones imperiales son reos de muerte y destrucción, de violación de los derechos humanos, sin que falte ni uno solo.

Sin embargo, en el colmo del cinismo, Estados Unidos se atreve a condenar a otros países y Estados por violaciones a los derechos humanos. El discurso de doble moral del dueño del poder comienza a ser cuestionado por los débiles, por los millares de víctimas y millones de seres humanos solidarios y de clara conciencia humanista. Las voces de protesta se multiplican y pronto, quizá mañana, el imperio prepotente quedará en total evidencia con todas sus debilidades a flor de piel. Su derrumbe final es irremediable.

El reino de las muertes, torturas y desapariciones

La periodista norteamericana Jane Mayer, en un artículo publicado en la Revista New Yorker de la segunda quincena de febrero de 2005, reveló que el Asesor Jurídico del Departamento de Estado William Taft IV, urgió a los abogados de la Casa Blanca, que adviertan a George W. Bush, que "pudiera ser visto por el resto del mundo como un criminal de guerra".

La periodista Mayer sostiene que en un memorando de 11 de enero de 2002, suscrito por Taft y dirigido a John C. Yoo, asesor jurídico del emperador Bush II. le advierte sobre las consecuencias de la decisión presidencial de suspender para las tropas invasoras del imperio, la aplicación de la Convención de Ginebra. Bajo el subtítulo "Subcontratar la tortura", Jane Mayer explica que al descartar los convenios internacionales relativos a los prisioneros de guerra, incluyendo la Convención contra la Tortura y otros Crueles y Degradantes de las Naciones Unidas, la administración Bush, facultó para que las tropas y agentes de la Agencia de Seguridad Nacional (NAS) y, en particular, los de la CIA y FBI, cometieran todo tipo de torturas físicas y sicológicas en hombres y mujeres detenidos en campos de concentración y cárceles estadounidenses, durante las inagotables sesiones de los llamados interrogatorios.

Entre los halcones de la guerra y aduladores del emperador Bush II, como uno de los elementos que justifiquen las invasiones armadas, se argumentaba que "Afganistán era un Estado fracasado" y que por tanto no estaría protegido por los Convenios Internacionales. En un documento de 40 páginas que nunca fue publicado, Taft habría refutado tales infundios al sostener que "si los Estados Unidos participan en la guerra contra el terrorismo, fuera de la Convención de Ginebra, no solo los soldados estadounidenses pudieran verse procesados por crímenes, incluso asesinatos, sino también que el propio presidente Bush pudiera ser acusado por "violación grave" de los instrumentos internacionales por otros países y ser enjuiciado por crímenes de guerra".

Según la periodista del New Yorker, en febrero de 2002, Bush habría emitido una directriz en la cual decía que a pesar de la suspensión del Convenio de Ginebra, los presos del imperio debían ser tratados en forma humana, pero esa directiva no alcanzaba a los agentes de la CIA y de las demás agencias de espionaje, lo que les permitió efectuar los interrogatorios con el uso y abuso de todas las "técnicas" de tortura, tratos crueles y denigrantes, violatorios de todos los convenios internacionales y de la totalidad de los derechos humanos.

El Asesor jurídico del emperador Jhon C. Yoo "emitió una orientación donde la tortura se define como el intento de infligir sufrimientos equivalentes en intensidad, al dolor que acompaña una herida física seria, tal como el fallo de un órgano, el impedimento de funciones del cuerpo, o hasta la muerte" afirmaba el 7 de marzo de 2005, Jean Guy Allard, periodista de Granma, al comentar el artículo de Jane Mayer.

Guy Allard informó que en otro memorando secreto redactado por los abogados de Bush, se autorizó a la Agencia Central de Inteligencia -CIA- y sus agentes destinados en Afganistán, Irak, y otros países árabes, a usar nuevos métodos de interrogatorio como el denominado "water-borading" que consiste en atar al sospechoso e inmovilizarlo, para sumergir su cuerpo en tanques de agua "con el fin de que tenga la sensación de ahogarse".

Jane Mayer denuncia en el New Yorker que la CIA a menudo usa la "técnica de la rendición" que consiste en capturar a una persona en cualquier parte del mundo y entregarlo a un país a sabiendas que le torturarían o le causarían la muerte. De esta manera, la CIA dejaba que otros hagan el trabajo sucio. Con el método de la "rendición", decenas de personas han sido entregadas a sus torturadores y decenas han sido desaparecidas o muertas en diversos países de todo el mundo.

Con mucho cinismo, el asesor jurídico de Bush, John C. Yoo "sostiene que la Constitución de Estados Unidos otorga al Presidente todos los poderes para suprimir, cuando le convenga, la aplicación de la Convención contra la tortura de la ONU, el Convenio de Ginebra y cualquier instrumento internacional. Más aún dice Yoo, el Congreso de Estados Unidos no tiene el poder de maniatar al Presidente de Estados Unidos en relación con la tortura y otras técnicas de interrogatorio. "Es el centro mismo de las de las funciones de Comandante en Jefe. No pueden impedir al Presidente ordenar la tortura". ¿Según Yoo, el administrador de turno del imperio tiene licencia para torturar, matar, asesinar? Podría ser así, pero Bush no se librará del juicio de los pueblos y de la Corte Penal Internacional, por ejemplo.

La periodista Jane Mayer narra el caso de Ibn al Sheik al -Libi "un presunto alto dirigente de Al-Qaeda capturado en Pakistán y entregado a los agentes de la CIA. Libi, supuestamente había dirigido un campo de entrenamiento del grupo extremista en Khamden, Afganistán. Mientras el FBI se decía satisfecho con la "colaboración" de Libi en los interrogatorios, la CIA no compartía esta opinión. Libi fue "desaparecido por la Agencia y entregado a los interrogadores de un país amigo...y el FBI perdió su pista. Reapareció meses después en el campo de interrogación norteamericano ubicado en Guantánamo, Cuba..." Los campos de concentración de Estados Unidos, son más modernos y sofisticados que los campos de concentración que tenía el nazi fascismo de Hitler antes y durante la Segunda Mundial. ¿Cuáles son, entonces los verdaderos violadores de derechos humanos en el mundo?

Otro caso que irrefutablemente fue probado, se refiere a Mamdouh Habib, un ciudadano australiano de origen egipcio, arrestado en Pakistán en octubre de 2001 y entregado a la CIA. Los norteamericanos le cubrieron la cabeza con una especie de pasamontañas, le subieron a un avión para llevarlo a un país "amigo". Contó que fue sádicamente torturado en la Base de Guantánamo y golpeado con una serie de objetos contundentes, incluido un instrumento que él describió como "una picana eléctrica para ganado". Los torturadores de la CIA y de las tropas ubicadas en Guantánamo le amenazaron con que si no confesaba pertenecer a Al- Qaeda sería violado por perros entrenados para esos menesteres. El "interrogatorio" (torturas) a Habib duró seis meses. Naturalmente que las denuncias sobre estas violaciones a los derechos humanos y esos crímenes de lesa humanidad, no tienen cabida en la Comisión de Derechos Humanos de la O NU porque esa Comisión está manipulada o al servicio de los intereses imperiales.

Estados Unidos en sus cárceles usa una serie de torturas inhumanas para obtener "confesiones" de sus prisioneros. Al estilo de Habib decenas y centenares de prisioneros de guerra han soportado inimaginables torturas. Así, cada prisionero puede pasar hasta por tres cámaras de tortura: Una cámara es una habitación herméticamente cerrada a la que llenan de agua que llega hasta el mentón del preso. El detenido debe permanecer sobre las puntas de los pies, durante horas, para no ahogarse. Muchos han preferido el suicidio. La segunda cámara de torturas imperiales es llenada con agua hasta las rodillas, pero el techo de esta cámara es tan bajo que el preso debe permanecer en cuclillas por largos períodos de tiempo, sin siquiera tener la oportunidad de moverse. Una tercera cámara de "interrogatorio" a los enemigos de Estados Unidos ha sido construida para ser llenada de agua hasta los tobillos. El preso puede ver que en la cá mara existe un interruptor eléctrico y un generador. Los interrogadores o los guardianes le advierten al detenido, cada cierto tiempo, que van a electrocutarlo, si no confesaba.

Al igual que Habib, centenares de encarcelados en las prisiones del imperio, tuvieron que confesar todo lo que querían sus interrogadores Las confesiones obtenidas mediante tortura siempre resultan falsas.

Sólo esa Comisión de la ONU llamada a proteger los derechos humanos en todo el mundo, al parecer nunca vio la fotografía de la soldado de Estados Unidos, Sabrina Harmon que, con una sonrisa impresionante, aparece junto al cadáver de un iraquí torturado hasta la muerte. Esta fotografía que fue difundida por importantes medios de comunicación de .los cinco continentes, demuestra, además, que Estados Unidos viola los derechos fundamentales de sus propios ciudadanos, al convertirlos en monstruos inhumanos al servicio de sus ansias de dominación mundial, por medio de las guerras que siembran muerte y destrucción.

¿Recuerdan otra escena? Colin Powell, Secretario de Estado considerado del sector de las "palomas", en su comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, ocurrida en febrero de 2003, presentaba triunfalmente las "confesiones" obtenidas bajo el régimen de tortura con las que pretendió "demostrar" que Irak poseía armas de destrucción masiva químicas y biológicas, y justificar la invasión y ocupación de esa nación hasta entonces soberana. Se comprobó hasta la saciedad que esas "confesiones" fueron obtenidas con torturas de por medio, tratos crueles y denigrantes y que a la postre resultaron totalmente falsas.

Jean Guy señala que Mayer en su extenso reportaje informa que más de "150 individuos han sido transportados para su 'rendición' desde el 2001, muchos con el uso de una avioneta blanca de 14 asientos perteneciente a la CIA, de marca Gulfstream V, con las letras de identificación N8068V. Un número indeterminado de presos, cuya identidad es desconocida en su mayoría, quedan también secuestrados en la red de prisiones secretas de la CIA".

Ni dentro de Estados Unidos, ni fuera del imperio, nadie ha podido desmentir las denuncia de la periodista Mayer.

El Señor de la Guerra y las torturas

Uno de los tantos tétricos personajes de la administración de Bush II es Donald Rumsfeld, el Secretario de la Guerra o "Secretario de Defensa".

Al igual que su jefe Bush, Rumsfeld es el responsable de ejecuciones extrajudiciales, de torturas y tratos crueles y denigrantes infligidos a centenares de prisioneros de guerra. Las cárceles del imperio son el escenario de tanta inhumanidad practicada sin freno por las tropas y agentes de la NAS, (siglas en inglés de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos), en especial por los agentes de la CIA y del FBI.

Jim Lobe, periodista de IPS, el 11 de marzo de 2005 informaba que diversos grupos defensores de los derechos humanos y senadores opositores estadounidenses procedieron a criticar abiertamente al Departamento de Defensa dirigido por Rumsfeld, por pretender desvincular a los altos mandos militares del imperio, de la práctica común de torturas cometidas contra prisioneros de guerra y civiles en el marco de la "guerra contra el terrorismo".

El Senado de Estados Unidos, dominado por republicanos adictos a Bush tiene las conclusiones de diversas investigaciones realizadas sobre torturas, tratos crueles y denigrantes ocurridos en los campos de concentración del imperio. Esos informes tratan de minimizar el problema y especialmente de liberar de inculpaciones a los altos mandos militares y a sus Comandantes Bush y Rumsfeld, al afirmar que "se trata de casos aislados y que las torturas no son consecuencia de una política general agresiva hacia los prisioneros".

En contrapartida, el senador demócrata Carl Levin, del Comité de Servicios Armados, considera que es necesario formar una comisión independiente para investigar los casos de tortura que han sido denunciados y llevar a la justicia militar, si es necesario, a los altos mandos de las Fuerzas Armadas estadounidenses. Levin declaró que "nadie, dentro o fuera del Pentágono, (Sede del Departamento de Defensa) le ha pedido a los oficiales que den cuenta por las políticas que estimularon maltratos a los prisioneros". Enfáticamente añadió que "solo puedo concluir que el Departamento de Defensa no es capaz de pedir cuentas a oficiales de determinado rango".

El senador demócrata Carl Levin criticó el informe sobre violación de derechos humanos en contra de prisioneros de guerra, presentado por el vicealmirante Albert Church. Por su parte, el Director Ejecutivo del grupo estadounidense Derechos Humanos Primero, Michael Posner sostuvo que "los vacíos (del informe Church) demuestran la necesidad de una investigación independiente sobre nuestra política relativa al trato de los prisioneros". Esta organización no gubernamental junto a la Unión por las Libertades Civiles Estadounidenses (ACLU, por sus siglas en inglés) presentó una demanda contra Donald Rumsfeld, a quien se considera el responsable directo de la práctica de torturas en contra de los prisioneros de guerra.

Según informa Lobe, son varias las organizaciones no gubernamentales estadounidenses defensoras de los derechos humanos que calificaron al Informe Church de "superficial", sobre todo porque no tuvo en cuenta una serie de mensajes de correo electrónico del FBI en los que sugiere el consentimiento del gobierno de Bush, a la práctica de torturas.

Esas prácticas de torturas van desde la privación del sueño hasta la utilización de perros amaestrados para intimidar a los detenidos. Las torturas ejecutadas en la prisión de Abu Ghraib en Irak, son una muestra fehaciente del trato que tropas y agentes de la CIA usan para minar la resistencia de los detenidos. Los tratos crueles y denigrantes han llevado a la muerte a un número indeterminado de prisioneros a quienes se les despojó de su dignidad y de su condición de seres humanos con derechos.

Las evidencias en contra del Secretario de Defensa Donald Rumsfeld son contundentes y así constan en la demanda presentada ante un Tribunal de Chicago por la Unión de Libertades Civiles (ACLU) que es la más antigua de las organizaciones defensoras de los derechos humanos en Estados Unidos y por la Human Rights First (HRF).

Los demandantes sostienen que Rumsfeld "tiene responsabilidad directa en torturas y abuso de detenidos en instalaciones militares en Irak y Afganistán". Rumsfeld, con sus actos violatorios de los derechos humanos, es reo de delitos perpetrados contra la Constitución Política de Estados Unidos y de las leyes y tratados internacionales.

Los tratados internacionales, suscritos y ratificados por Estados Unidos y que son violados por Bush y Rumsfeld, son la Convención de Ginebra referida al trato que se debe otorgar a los prisioneros de guerra, Convención, además, que ha servido de base para desarrollar el Derecho Internacional Humanitario que tiende a proteger a los prisioneros de guerra y a la población civil afectada por conflictos armados y, en particular, la Convención de la Organización de las Naciones Unidas contra la Tortura y otros tratos Crueles y Denigrantes.

Lucas Guttentag, principal redactor de la querella contra Rumsfeld, sin ambages sostiene que el Secretario de Defensa de Estados Unidos "es directamente responsable por este descenso al horror, al autorizar personalmente técnicas ilegales de interrogatorio y al renunciar a su deber legal de detener la tortura". Tanto la ACLU como la HRF solicitaron para las víctimas de los abusos y torturas una compensación o indemnización por el daño sufrido en las cárceles o campos de concentración del imperio.

Los demandantes sostienen que Donald Rumsfeld, personalmente aprobaba el uso de técnicas específicas de tratamiento a prisioneros de guerra y civiles capturados por las tropas o agentes de la CIA. Entre las torturas más comunes se describieron: el obligar a los detenidos a permanecer en posiciones incómodas por tiempos prolongados, a permanecer totalmente desnudos, lo que constituye una grave ofensa al honor y dignidad de los iraquíes y musulmanes en general, al uso de perros amaestrados para intimidar a los prisioneros, inclusive, con prácticas de violación sexual anal o sodomía, (humillación sexual) mutilamientos, aislamiento prolongado, exposición a temperaturas extremas, privación de sensaciones, golpes con objetos contundentes, uso de electricidad, amenazas de muerte mediante simulación de ejecuciones y fusilamientos, ahogamientos, golpes de puño, patadas o golpes con palos y toletes en las partes más sensibles de hombres y mujeres.

Las denuncias sobre violaciones de derechos humanos están documentadas en decenas de testimonios, en fotografías captadas por los propios agentes torturadores, en miles de correos electrónicos, en confesiones de los torturadores de turno.

La crueldad de las tropas y agentes de la CIA va más allá de lo humano. Por ejemplo, un iraquí, de apenas 17 años de edad, fue detenido y conducido a la cárcel de Abu Ghraib en el mes de agosto de 2003. Allí recibió disparos de armas de fuego en el cuello y en la espalda y se le negó atención médica durante horas. Posteriormente, los médicos decidieron retirar las balas que permanecían alojadas en el cuerpo del joven; pero sin anestesia y seguidamente se le negó alimentos, agua y analgésicos, mientras se lo sometía a otros tratos crueles e inhumanos. Este caso consta en la demanda presentada contra Rumsfeld, según relato de 17 de marzo de 2005, presentado por Lobe, el periodista de IPS.

Los testimonios de los sobrevivientes a las infames torturas son simplemente monstruosos, terroríficos. Inclusive los propios norteamericanos se sienten horrorizados al ver en televisión, escuchar en radiodifusoras o leer los periódicos acerca de las torturas y asesinatos cometidos por sus tropas y agentes de la CIA, en contra de los denominados prisioneros de guerra.

Los periodistas Douglas Jul y Eric Schmitt, el 16 de marzo de 2005 denunciaban en las páginas del diario New York Times que, al menos 26 prisioneros han muerto bajo custodia estadounidense en Irak y Afganistán desde el año 2002. Los investigadores del Ejército y la Armada de Estados Unidos, concluyeron que sospechan que fueron actos de homicidio criminal.

Otro norteamericano, el intelectual y periodista Thomas Friedman, en The New York Times News Service, decía a fines de marzo de este año: "Hace falta detenerse y pensar en esto: nosotros matamos a 26 de nuestros prisioneros de guerra. En 18 casos, se han recomendado nombres de personas para ser enjuiciadas". Una de las muertes ocurrió en la prisión Abu Ghraib de Irak.

Jehl y Schimitt, al reseñar las matanzas dijeron que ellas: "mostraron cuan ampliamente se extendieron los abusos más violentos más allá de los muros de esa prisión y contradijeron impresiones previas en cuanto que las fechorías estaban confinadas a un puñado de integrantes de la policía militar, perteneciente al turno nocturno de la cárcel." Friedamn decía: "..matar prisioneros de guerra, presuntamente en el acto de torturarlos, es una indignidad inexcusable..." Criticaba al Congreso de Estados Unidos que se desentendió de las violaciones a los derechos humanos y a los asesinatos. Censuró que ningún funcionario de alto rango haya sido despedido, lo que constituye una burla. Afirmó que el Gobierno de Bush está a favor de la "propiedad" de todo, excepto de la responsabilidad de sus actos.

El New York Times, en la página editorial del 8 de marzo pasado, sostenía: "La noticia de la periodista italiana cuyo automóvil fue rociado con una lluvia de balas estadounidenses cuando se dirigía al aeropuerto de Bagdad pasmó al mundo. Pero, quizás, el peor aspecto acerca de haber herido a la reportera Giuliana Asgrena, y la muerte del agente italiano de los servicios de inteligencia que la estaba escudando, es que ese ataque no fue el único."

Narraba, además, que el 18 de enero de 2005, soldados estadounidenses en Mosul recibieron órdenes de parar a un vehículo que se aproximaba. Después de hacer algunos disparos de advertencia, seis soldados rociaron el vehículo disparando al menos 50 rondas. Cuando el automóvil se detuvo por completo, Chirs Hondros, fotógrafo de Getty Images, dijo que él "pudo escuchar gemidos y llanto proveniente del interior del automóvil, voces de niños". Se abrió una de las puertas del automóvil, y seis niños, uno de los cuales apenas tenía ocho años de edad, cayeron sobre la calle, salpicados de sangre. Los padres de cuatro de los niños yacían muertos en el asiento delantero, sus cuerpos repletos de balas..."

El 12 de marzo, la agencia española de noticias EFE, informaba desde New York que "dos prisioneros afganos murieron en diciembre del 2002 por palizas que recibieron de soldados estadounidenses. Los dos prisioneros fueron encadenados al techo, pateados y golpeados en muchas ocasiones." La denuncia de estos crímenes proviene de la organización Human Rights Watch, sobre la base de un informe confidencial del propio ejército de Estados Unidos.

Otro prisionero afgano, Mullah Habibullah, murió el 4 de diciembre de 2002 en una celda de aislamiento, por una embolia pulmonar causada por coágulos de sangre formados en sus piernas por las palizas recibidas. Los militares estadounidenses que provocaron esa muerte pertenecen a la Compañía A del 519 Batallón de Inteligencia Militar, de Fort Bragg, Carolina del Norte, que estuvo en Irak. Son decenas los prisioneros muertos por torturas diversas en las que resultaron pródigos los invasores del imperio que reciben órdenes directas del Secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, el señor de la guerra y las torturas.

Bob Herbert, de The New York Times Service, en su artículo de 25 de febrero de 2005, titulado "Nuestro Amigos, los torturadores", al referirse a secuestros de ciudadanos de variada nacionalidad y de distintos países por parte de agentes de Estados Unidos, se pregunta: "¿Por qué el gobierno de Bush detendría a un ciudadano canadiense, lo pondría en un jet ejecutivo, los transportaría esposado al Medio Oriente y lo entregaría a los sirios para que lo torturen?"

Herbert sostiene que el Gobierno estadounidense dice que está combatiendo por la libertad, la democracia y el imperio de la ley, y condenan políticas brutales siempre que alguien se comporta así. Al mismo tiempo, afirma, se conduce con su propia conducta brutal mientras hace lo indecible por mantenerlo oculto del público estadounidense y del mundo en su conjunto.

Narra el caso de Maher Arar, de 34 años de edad originario de Siria, que emigró a Canadá cuando era un adolescente. Este ciudadano fue apresado en el aeropuerto Kennedy de Nueva York, el 26 de septiembre de 2002. Fue liberado el 5 de octubre de 2003. Nunca se le probó vinculación alguna con el terrorismo. "nunca fue acusado, y cuando no era tratado con crueldad, pasaba gran parte en una celda sin iluminación e infestada de ratas que le recordaba una tumba", informó Herbert.

El administrador del imperio George W. Bush II es el Comandante en Jefe de los torturadores y secuestradores. Tiene brazos ejecutores de su política expansionista que globaliza el terror y las torturas, los genocidios y asesinatos. Ellos son Rumsfeld, el Secretario de Defensa, considerado el cerebro de las políticas de tortura a los prisioneros del imperio y que reclama mayor poder para dirigir a los asesinos y torturadores del imperio que deberían estar agrupados en superagencia, bajo su exclusivo mando; el Vicepresidente Cheney de la escandalosa compañía Halliburton que hace grandes negocios con la guerra, Condoleezza Rice la famosa Secretaria de Estado que, como Jefa de la diplomacia imperial, amenaza a Cuba, Venezuela, Corea del Norte, Irán, Siria y a varios países africanos. La lista de los halcones violadores de derechos humanos en el mundo es amplia y, entre ellos, Elliott Abrams, un veterano del Partido Republicano que se autodefine co mo neoconservador, neoreaganista y sionista (le faltó decirse neofascista) y que, irónicamente, ha sido nominado Jefe de Estrategia Mundial para la Democracia. En el grupo del terror está Negroponte, el famoso Zar de los espías del imperio, personaje considerado responsable del asesinato de miles y miles de guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y nicaragüenses.

Tom Barry, periodista de IPS informaba en el pasado mes de febrero que Abrams fue, en el gobierno del fallecido Ronald Reagan, una figura clave en el escándalo Irán- Contras, esquema ilegal por el cual Washington financió a la oposición armada de Nicaragua, con los ingresos por ventas clandestinas de armas a Irán. Aseguraba que desde su nuevo cargo, Abrams supervisará las actividades del gobierno de Bush en "promoción de la democracia y los derechos humanos". El mundo rechaza la democracia y los derechos humanos al estilo estadounidense.

La casa matriz de la tiranía

En todo el mundo se ha afirmado que Estados Unidos no tiene calidad moral para juzgar a otros países por la situación de los derechos humanos. Condoleezza Rice, la Secretaria del Departamento de Estado presentó, a fines de febrero, el "Informe" sobre violaciones de los derechos humanos y con toda desfachatez declara que Belarús, Birmania, Corea del Norte, Cuba, Irán y Zimbabwe eran "puestos de avanzada de la tiranía."

Heather Mallick, columnista del diario canadiense The Toronto Globe and Mail, señalaba: Todos quedamos pasmados de manera colectiva cuando Rice mencionó reductos de la tiranía ...Sabíamos que había algo equivocado en la lista de Rice. Tal vez tenía dolor de muelas cuando la compiló. Sí, Zimbabwe es un sitio muy desagradable bajo Robert Mugabe, pero era también un sitio muy desagradable cuando lo controlaban los blancos, y Estados Unidos no se quejó en esa época.

¿Irán? Si Estados Unidos ya está haciendo operaciones encubiertas dentro de Irán, algo que el Pentágono no ha negado, un estratega militar inteligente hubiese hecho mejor en no mencionarlo. ¿Y Birmania? Estados Unidos nunca se preocupó anteriormente por el monstruoso gobierno de Birmania. ¿No sería Indonesia un candidato mejor?

Corea del Norte, si forma parte del eje del mal, es una vieja historia. Pero Bielorrusia no es peor que Uzbekistán. ¿Y Cuba? Hubo épocas en mi vida cuando pensé que podía mudarme a la isla...esto es, si la nación más poderosa del mundo no hubiese estado siempre amenazando con borrarla del mapa..."

¿Cómo Estados Unidos puede criticar a un país, a un gobierno, sobre violación a los derechos humanos, si es el primer violador de todos los derechos, en todo el mundo atrapado en sus garras imperiales?

Sus tropas y agentes, en especial los de la CIA, matan, hieren, raptan, aniquilan, encarcelan, torturan a millares de inocentes iraquíes y afganos, como ayer mataron a chilenos y argentinos, uruguayos, brasileños, bolivianos, peruanos, colombianos, ecuatorianos, nicaragüenses, hondureños, salvadoreños, panameños, dominicanos, cubanos, granadinos, mexicanos, vietnamitas, coreanos, japoneses, alemanes.

Nada los detiene en la orgía de sangre. El mundo ha visto -con horror- la fotografía de una niña iraquí cubierta el rostro con la sangre de su padre que fue asesinado en el interior de un automóvil. La cabeza del hombre prácticamente había desaparecido al recibir decenas de balazos yanquis. Y, sin embargo, el imperio de Bush se atreve a cuestionar la situación de los derechos humanos en el mundo y pretende "inaugurar" o traer al mundo "más democracia". "Algunos de nosotros, dice Mallick, seguimos pensando si su propia elección (como Presidente de Estados Unidos) no fue democrática en el sentido de conteo de votos, su intento de crear una "democracia" en Irak ha tenido un espantoso costo humano. Además, existe la cuestión de su propia noción de democracia. Para él, la democracia es todo aquello que se ajusta a sus deseos".

Condoleezza Rice y su lista están equivocadas. En el mundo existen peores tiranías patrocinadas y apoyadas por el imperio, pero el famoso informe no se refiere a ellas y peor aún a las monstruosas violaciones de los derechos humanos dentro de Estados Unidos, en las cárceles imperiales instaladas en los países invadidos, en las instalaciones estadounidenses en el extranjero, como la Base de Guantánamo en Cuba.

En el artículo de Heather Mallick intitulado Bush pelea a brazo partido contra "el mal" se concluye: "Estados Unidos con su actual presidente, no es un puesto de avanzada de la tiranía, es su Casa Matriz".

Terror, tortura y muerte en Guantánamo

¿Sabía usted que en la Base de Guantánamo que, ilegalmente, Estados Unidos retiene en Cuba, están presos entre 500 y 700 talibanes de Afganistán y de otras nacionalidades? ¿Sabía que muchos de ellos han decidido suicidarse ingiriendo sus propias orinas y excrementos, porque ya no soportan las torturas, los tratos crueles, inhumanos y degradantes?

El influyente diario estadounidense Washington Post, informó que la Agencia Central de Inteligencia, CIA, mantuvo en Guantánamo una prisión secreta en la que se torturaba y asesinaba a los talibanes.

Las agencias de prensa AFP de Francia y EFE de España, informaron en febrero pasado que una organización no gubernamental, ACLU, (American Civil Liberties Union) defensora de los derechos humanos y de las libertades civiles, tuvo acceso a informes que agentes del FBI enviaron a sus jefes, sobre los terribles maltratos que soportan los talibanes en las cárceles de Guantánamo. Esos informes secretos sacudieron a la opinión pública estadounidense y mundial que acabaron por condenar al Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, como el primer responsable de esas prácticas ilegales y monstruosas prohibidas por diversos instrumentos internacionales, de los que Estados Unidos es signatario.

En esos informes se dice, por ejemplo, que un detenido es dejado en el suelo, en posición fetal por más de 24 horas, sin comer ni beber.

En uno de esos textos, enviados en agosto pasado, al Director del FBI, Robert Mueller, un agente relataba haber visto a un detenido "en una habitación sin ventilación, a una temperatura probablemente superior a los 35 grados centígrados. El preso, además, tenía un manojo de cabellos a su lado. Aparentemente...se había arrancado durante la noche."

Jameel Jaffer, abogado de la ACLU sentenció: "Los métodos usados por el Pentágono son ilegales, amorales y contraproducentes. Es increíble que fueran aprobados en los más altos niveles del Estado."

Por su parte, la Human Rights Watch exigió al presidente Bush que explique si autorizó métodos ilegales de interrogatorio. El silencio fue elocuente.

Bob Herbert, un periodista de The New York Times News Service, en su trabajo: "Historias desde adentro" revelaba que el presidente Bush ha convertido a Guantánamo en un lugar desprovisto del debido proceso y el estado de derecho, donde seres humanos pueden ser encarcelados de por vida sin que le entablen cargos."

Los testimonios que presenta Herbert son aterradores: "Durante todo el tiempo que estuvimos en Guantánamo -dijo Shafik Rasul- nuestro temor fue muy grande. Cuando llegamos por vez primera ahí, estaba por los cielos. Al principio, nos aterraba la idea de que nos podían matar en cualquier momento. Los guardias solían decirnos: "Nosotros podríamos matarlos en cualquier momento" o también: " El mundo no sabe que ustedes están aquí. Nadie sabe que están aquí. Todo lo que saben es que ustedes han desaparecido, y nosotros podríamos matarlos y nadie se enteraría."

Bob Herbert denunciaba: "Sabemos que algunas personas están encerradas en celdas que, en algunos casos, eran el equivalente de jaulas para animales y que algunos detenidos, desorientados y desesperados, han sido encadenados como esclavos y dejados solos para que se ensucien en su propia orina y heces. Los detenidos a menudo son pateados, golpeados, vapuleados y humillados sexualmente. Los períodos de aislamiento extremadamente largos, que dañan sicológicamente, son algo rutinario."

El caso de Rasul y sus dos amigos Asif Iqbal y Rhuhel Ahmed, presos en Guantánamo resulta ejemplificador de violaciones de derechos humanos y de violaciones legales y es absurdo, porque los tres son ciudadanos británicos de Tipton, porque viajaron a Afganistán llevando ayuda humanitaria y porque los tres fueron hechos prisioneros, entre millares de personas, después del fatídico 11 de septiembre de 2001. Al cabo de dos años de padecer todos los horrores de Guantánamo, fueron rescatados por los servicios secretos británicos.

Guantánamo: un ícono de anarquía

El 6 de enero del 2005, desde Estados Unidos, se distribuyó en todo el mundo, el siguiente documento elaborado por organizaciones norteamericanas defensoras de los derechos humanos:

Imagine esto.

Un gobierno extranjero toma centenares de ciudadanos de los Estados Unidos alrededor del mundo que luchan una "guerra para la seguridad nacional". El gobierno en cuestión está reaccionando a un bombardeo reciente en su territorio que produjo millares de muertes de civiles, que fue instigado por una red con base en los Estados Unidos... Los detenidos, algunos de ellos niños, son atados, esposados y vendados, llevados con rumbo desconocido en aviones de transporte. Algunos de ellos son forzados a orinar y defecar en sí mismos durante los vuelos largos hacia una base militar en una isla. En este campo de prisión costa afuera, ellos se mantienen incomunicados en minúsculas celdas, en las cuales se niega el acceso a los abogados, parientes o las cortes, y son sujetos a repetidas interrogaciones y a un régimen punitivo dirigido a incentivar su "cooperación". Una orden presidencial anuncia planes para tratar a algunos de los detenidos delante de entes ejecutivos con el poder de dictar sentencias de muerte, las cuales no darían derecho a apelación ante ninguna corte.

Los meses se convierten en años. Las declaraciones de tortura y de malos tratos a los detenidos de los Estados Unidos emergen de la base de la isla, al igual que los informes del deterioro psicológico e intentos de suicidio entre los detenidos. Los aprehensores admiten haber autorizado el uso de técnicas de interrogación, incluyendo la privación del sueño, posiciones de tensión, aislamiento, encapucharlos, privación sensorial y el uso de perros para inducir miedo. La evidencia muestra que estas y otras técnicas se han utilizado más extensamente que lo que las autoridades están dispuestas a admitir. Se sabe que las personas con el poder discutieron como, sus agentes, podían evitar un procesamiento por los crímenes de tortura y los crímenes de guerra que se cometieron durante las interrogaciones en la "guerra para la seguridad nacional".

Algunos detenidos han sido liberados y devueltos a los Estados Unidos, ya que aparentemente no tenían o tenían lazos muy tenues a esta red. En cada vuelta, las autoridades continúan resistiendo esfuerzos para tener la legitimidad de las centenas de detenciones disputadas en la Corte. Todo el tiempo, continúa profesando su compromiso a las reglas de la ley y de los derechos humanos. Sus palabras se reconocen cada vez más como una vacía retórica, pero algunos otros gobiernos comienzan a imitar sus prácticas, usando la "guerra para la seguridad nacional", como pretexto para su propia conducta represiva.

¿Toleraría los Estados Unidos este tipo de trato a sus ciudadanos por parte de otro gobierno? ¿Aceptaría la comunidad internacional esta amenaza a la ley y a los derechos humanos? Seguramente no, y sin embargo los Estados Unidos continúan perpetrando tales abusos lejos del campo hipotético de la prisión de la Bahía de Guantánamo en Cuba, en donde casi 550 detenidos, de más de 30 nacionalidades, siguen presos sin cargos o juicios. El 11 de enero del 2005, la prisión de Guantánamo entrará en su cuarto año. Con más de 1.000 días de detenciones, Guantánamo se ha convertido en un símbolo de una tentativa del gobierno de ponerse sobre la ley. El ejemplo que fija es de un mundo donde los derechos humanos básicos son negociables más que universales. Tal mundo, aunque está construido en el nombre de la seguridad nacional, es peligroso para todos nosotros.

La cuestión de la legitimidad en lo que se refiere a Guantánamo se puede dividir en cuatro categorías: el limbo legal de los detenidos; su tratamiento y condiciones; secreto y el sufrimiento de los miembros de la familia; y los juicios conocidos por la comisión militar. [1]

El contínuo limbo legal

Después de más de seis meses la Corte Suprema de los Estados Unidos dispuso que las Cortes Federales pueden conocer demandas de los detenidos de Guantánamo, no es debido a la lentitud del sistema judicial que, los centenares de personas siguen detenidos sin cargos o juicio y, virtualmente, incomunicados en la base naval. Es el resultado de un gobierno que intenta drenar la decisión de la Corte Suprema, regulando cualquier significado verdadero, guardando cualquier revisión de detenciones tan lejos, como sea posible, de un proceso judicial.

La administración de los Estados Unidos respondió a la decisión de junio del 2004 estableciendo el "Combatant Status Review Tribunal (CSRT)", paneles de tres oficiales militares, cuyo único objetivo es confirmar o rechazar el estado de los detenidos como un supuesto "enemigo combatiente". Esta no es una corte, ni un "tribunal competente" requerido por la Tercera Convención de Ginebra. Al contrario, los detenidos se presumen prisioneros de guerra hasta que sea probado lo contrario. El detenido no tiene acceso a asesoría legal o a la evidencia secreta. Muchos han boicoteado el proceso del CSRT, y hasta la fecha, solamente dos han sido liberados como resultado de esto, mientras que 230 se han confirmado como "enemigos combatientes".

Cada detenido confirmado como "enemigo combatiente" también tendrá una revisión anual de su caso por un Comité Examinador Administrativo (ARB), para determinar si "continúa siendo una amenaza para los Estados Unidos o sus aliados, o si hay otros factores que indican la necesidad de continuar la detención". En diciembre del 2004 el Pentágono anunció que había manejado su primer ARB. De nuevo, los detenidos no tuvieron ningún acceso a abogados o a la evidencia secreta para esta revisión administrativa. La evidencia extraída bajo la tortura u otra coerción no se podía admitir por cualquier causa.

También en diciembre, seis meses después de la resolución de la Corte Suprema de los Estados Unidos, el gobierno notificó a los detenidos que podían presentar recursos de hábeas corpus en la Corte Federal. Incluso les dio la dirección de una Corte Distrital de los Estados Unidos, en la cual debían presentarla.

En este mundo de Guantánamo, sin embargo, el gobierno ha argumentado en esa misma Corte, que los detenidos no tienen ninguna base en el derecho constitucional o internacional, para rechazar la legitimidad de sus detenciones. Mantiene que la revisión del CSRT y del ARB es más que suficiente para cumplir el debido proceso. Mientras tanto, la extensa mayoría de los detenidos, todavía no ha tenido acceso a los abogados.

En opinión de Amnistía Internacional, la ley internacional de los derechos humanos se aplica a todos los detenidos de Guantánamo, entonces cada uno de ellos tiene el derecho a la revisión judicial completa de su detención, y a su libertad, si esa detención fuera ilegal, una protección básica contra la detención, la tortura y la "desaparición arbitraria". Éste fue siempre el caso para esos numerosos detenidos que fueron llevados fuera del conflicto armado internacional en Afganistán. Sin embargo, incluso los que fueron capturados en la guerra - quienes deberían haber sido tratados como prisioneros de guerra hasta que un tribunal competente determine otra cosa [2]- también están cubiertos por la ley de los derechos humanos, porque el conflicto internacional en Afganistán terminó hace más de dos años y su tratamiento, por parte de los Estados Unidos, no cambió por ese hecho.

Cuando el conflicto terminó, los que se mantenían como prisioneros de guerra debían ser requeridos para ser liberados o procesados en un juicio justo. Aunque la administración demanda que está sosteniendo a los detenidos bajo las leyes militares, ha rechazado aplicar estas leyes. Documentos secretos del gobierno, ahora nos dicen que la administración se rehusaba a aplicar las convenciones de Ginebra, para señalar a los interrogadores de los Estados Unidos y hacer su procesamiento, por lo menos, por los crímenes de la guerra. Hay poca muestra de una atmósfera apologética dentro de la administración. De hecho, uno de los arquitectos de esta política, es el Consejero de la Casa Blanca Alberto González, que ha sido nominado por el Presidente Bush para el cargo de Fiscal General. En su proyecto al Comité Judicial del Senado, para su nominación, presentado el 6 de enero del 2005, Alberto González dijo que él tenía un profundo compromiso con el imperi o de la ley.

Tratamiento de los detenidos

Las condiciones en las cuales los detenidos son mantenidos (aislados, etc) los ponen dentro de la tortura y el trato cruel, inhumano y degradante. Hay mucha evidencia adicional de que numerosos detenidos en Guantánamo - así como en Afganistán, Irak y otros lugares - han sido sujetos, directamente, de torturas o tratamientos crueles, inhumanos o degradantes, durante el proceso de interrogación o de detención. Esta situación podría ser considerada como un resultado inevitable de un gobierno que cree que hay gente que, legalmente, no tiene derecho al tratamiento humano, como el presidente Bush manifestó en un memorando secreto, de fecha 7 de febrero del 2002, sobre las políticas de detención de la "guerra del terror". Sin embargo, ningún detenido dondequiera, ni siquiera los "asesinos" o "gente mala", como el presidente ha descrito a los detenidos sin cargos o juicio en Guantánamo, puede caer, siempre, fuera de la prohibición sobre la tortura y lo s malos tratos. Por decir de otra manera, como lo hace este memorando central de política, se dirige a serios puntos en la comprensión de un gobierno de la ley internacional e indica su visión de los derechos humanos como privilegios que pueden ser concedidos, y por lo tanto quitados, por el Estado [3].

El Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, repitiendo lo que dijo el presidente Bush, ha descrito al detenido en Guantánamo Mohammed al-Kahtani como una "persona muy mala". Un duro plan de interrogación fue aprobado para este ciudadano Saudita. Según recientes revelaciones, Mohammed al-Kahtani fue puesto en un avión, vendado los ojos, en condiciones de privación sensorial, y haciéndole creer que volaban hacia el Medio Oriente.

Después de varias horas en el aire, el avión regresó a Guantánamo y Mohammed al-Kahtani fue puesto en una celda de aislamiento y sujeto a duras interrogaciones conducidas por gente que le hicieron creer que eran agentes de seguridad egipcios [4]. Esta es una técnica de interrogación conocida en los Estados Unidos como "false flag" (falsa bandera) y fue uno de varios métodos autorizados por el Secretario Donald Rumsfeld en abril del 2003. Otra técnica promovida por el Pentágono y su grupo de trabajo de reporte de las interrogaciones a los detenidos en la guerra global, era amenazar a los presos con ser transferidos a un tercer país donde sea legal que sea torturado o asesinado.

En Febrero del 2002, después de la decisión del Presidente Bush de rechazar la aplicación de las convenciones de Ginebra con los detenidos en Guantánamo, la Casa Blanca aseguró que el International Committee of Red Cross (Comité Internacional de la Cruz Roja ICRC) podría visitar a todos los detenidos en privado [5]. Al ICRC le negaron el acceso a Mohammed al-Kahtani durante el período de interrogaciones anteriormente descrito. El ICRC protestó sobre tal negativa de acceso a un número de detenidos en reuniones con las autoridades de Guantánamo a finales del 2003. Cuatro meses después, en una reunión, el 2 de Febrero del 2004, al ICRC se le informó que todavía no podía ver a uno de los detenidos "a causa de la reserva militar" [6]. Este detenido fue reportado como un nacional marroquí Abdillah Tabarak, que fue transferido a Marruecos en Agosto del 2004. En una entrevista, él declaró que había sido torturado y había sido victima de malos tratos mi entras estuvo bajo la custodia de los Estados Unidos. En Guantánamo, dijo, que había sido golpeado, le suministraron inyecciones forzosamente, y lo mantuvieron en celdas oscuras lo que le produjo problemas de visión. Dijo que él sufre de otros achaques físicos como resultado de su prisión, así como también insomnio y pesadillas [7].

Es más de un año desde que el ICRC hizo público su interés sobre el serio deterioro que el régimen de detención había causado sobre la salud psicológica de los detenidos. En noviembre se pudo ver que las protestas fueron más directas hacia la tortura y los malos tratos, añadiendo más peso a las declaraciones de las personas liberadas y otros. En documentos enviados al ACLU y después de una demanda de libertad de información presentada hace un año, los agentes del FBI se refieren a las " técnicas de tortura" y "las técnicas de interrogación altamente agresiva" que son usadas en Guantánamo. En un correo electrónico, un agente del FBI envía a un colega "un resumen de técnicas coercitivas en el conjunto de herramientas para entrevistar de un militar". Sobre el plan de interrogación militar que planifica para un determinado detenido, el remitente escribe: "Usted no lo creerá!" Otro agente del FBI reportó haber visto un detenido en Guantánamo senta do en el piso del cuarto de entrevistas con una bandera alrededor de él, la música fuerte que sonaba y una luz estroboscópica destellando". Otro cuenta haber sido testigo del uso de un perro para intimidar a un detenido en Guantánamo, quien fue también sometido a tres meses de aislamiento en una celda con iluminación las veinticuatro horas. El detenido luego varió su conducta "por el trauma psicológico extremo".

Otro agente contó: Aquí un breve resumen de lo que observé en GTMO. En un par de ocasiones entré en las habitaciones de entrevistas y encontré a detenidos encadenados sus manos y pies, en una posición fetal en el piso, sin una silla, alimento, o agua. La mayoría de las veces ellos habían orinado o defecado y habían sido dejados ahí por 18, 24 horas o más. En una ocasión, el aire acondicionado había sido apagado y la temperatura era tan baja en la sala, que el descalzo detenido temblaba de frío. Cuando pregunté a los policías militares qué es lo que sucedía, me dijeron que los interrogadores del día anterior habían ordenado este tratamiento, y que el detenido no debía ser movido. En otra ocasión, el aire acondicionado había sido apagado, manteniendo la temperatura en la sala sin ventilación, probablemente, sobre los 100 grados. El detenido estaba casi inconsciente sobre el piso con una pila de pelo próximo a él. Había estado aparentemente arran cando su propio cabello durante la noche. En otra ocasión, no solamente la temperatura era intolerablemente caliente, sino que se estaba tocando música rap a un volumen extremadamente alto en la habitación, y eso había sido desde el día anterior, con el detenido encadenado sus manos y pies en posición fetal en el piso de azulejo.

Tal evidencia da más peso a anteriores declaraciones hechas por detenidos que ya han sido liberados. Por ejemplo, en Julio del 2004, el Sueco Mehdi Ghezali recordó a Amnistía Internacional como:

Un preso se había quitado su identificación que los prisioneros eran forzados a llevar alrededor su muñeca. Como castigo, los guardias esposaron sus manos y pies en su celda por más de 10 horas. Durante este tiempo, al preso no le dieron ningún alimento y no le permitían ir al baño, aunque él lo necesitara. El no podría retener por sí mismo. Era muy degradante para él.

Mehdi Ghezali, también describió a Amnistía Internacional el dolor de "corto circuitos", manipulación de temperatura, y el uso de música y ruido muy fuerte durante las interrogaciones. El dijo que fue sometido a privación del sueño, y que un detenido australiano llamado Mamdouh Habib había sido sometido a privación del sueño al final de lo cual había sangre saliendo de su nariz y sus orejas. En una declaración jurada recientemente, otro australiano, David Hicks señala que él había sido "privado del sueño como una forma de política" y que él y otros detenidos fueron sometidos a otras formas de tortura y malos tratos bajo la custodia de los Estados Unidos. Moazzam Begg fue mantenido en aislamiento por 600 días.

Amnistía Internacional todavía no ha recibido una respuesta de las autoridades norteamericanas a la declaración de una delegación China que visitó Guantánamo en Septiembre del 2002 y participó en interrogaciones de Uighurs detenidos allí. Una fuente interna dijo a la organización que durante este tiempo, los detenidos fueron sometidos a intimidación y amenazas, y otras torturas o malos tratos. Otros detenidos, según la fuente que informó a Amnistía Internacional, fueron sometidos a humillaciones sexuales durante los interrogatorios. Un ex interrogador, recientemente, confirmó que las interrogadoras habían acosado sexualmente a los detenidos [8].

La administración ha continuado afirmando que los detenidos bajo la custodia de los Estados Unidos son tratados humanamente y todas las declaraciones de abuso han sido investigadas. La evidencia demuestra que esto es simplemente falso. "Ellos no usan perros en la Bahía de Guantánamo durante el proceso de interrogación y nunca lo hicieron", dijeron al Comité de Servicios Militares del Senado en Septiembre del 2004 [9]. El ex comandante de Guantánamo, General Geoffrey Miller, testificó bajo juramento que los perros nunca fueron usados para intimidar a los detenidos en la base. Aún ahora, agentes del FBI han agregado a las declaraciones de los detenidos que perros si habían sido utilizados. Por ejemplo, los agentes del FBI han informado y testificado: privación de sueño y "la utilización de música fuerte/ luz extremadamente fuerte/ y perros gruñendo" en los interrogatorios en Guantánamo.

Según un documento militar, el ICRC hizo declaraciones en una reunión con las autoridades de Guantánamo en Octubre del 2003, de que los interrogadores en la base habían tenido acceso a los archivos médicos de los detenidos, que los archivos eran "usados por interrogadores para ganar información para desarrollar un plan de interrogación", y "que hay un nexo entre el equipo de interrogación y el equipo médico". El General Miller rechazó las declaraciones [10]. Sin embargo, en un nuevo artículo publicado en The New England Medical Journal of Medicine (El Nuevo Diario Médico de Inglaterra), dos médicos escriben que su propia investigación en la "intervención médica, en la inteligencia militar en Irak y la Bahía de Guantánamo, da como resultado un cuadro más penoso":

No solamente las enfermeras daban información de salud al personal militar de inteligencia; los médicos ayudaron en el diseño de estrategias de interrogación, incluyendo la privación del sueño y otros métodos coercitivos adaptados a las condiciones médicas de los detenidos. El personal médico también entrenó a los interrogadores en cuestionables técnicas...

La conclusión de la participación de los doctores en las torturas es prematura, pero hay motivos para sospechar. El seguimiento de la investigación es esencial... [11].

El 5 de Enero del 2005, el Comando Sur de los Estados Unidos anunció que llevaría a cabo una investigación interna en las declaraciones del FBI sobre abusos [12]. En opinión de Amnistía Internacional, se necesita aún más. Hay la necesidad de una comisión totalmente independiente que investigue las detenciones de los Estados Unidos en Guantánamo y en cualquier otra parte. Esa comisión, requerida por Amnistía Internacional desde Mayo del 2004, debe tener el poder para investigar el papel de funcionarios en las categorías más altas del gobierno, incluyendo en la Casa Blanca y la Oficina del Secretario de Defensa, y debe cubrir todos los aspectos de las detenciones y políticas de interrogación de la guerra del terror en los Estados Unidos, y en todas las ubicaciones.

La reserva e imprecisión como vías para el abuso y el sufrimiento

El Pentágono se rehúsa a dar el número preciso de detenidos en Guantánamo. La preocupación es que esto podría dar lugar a la transferencia de los mismos. A inicios del 2004, por ejemplo, aproximadamente siete detenidos permanecieron sin registro para los anuncios oficiales sobre traslados hacia y desde Guantánamo [13]. Por las revelaciones sobre los llamados "detenidos fantasma" bajo la custodia de los Estados Unidos en Irak y debido a las declaraciones de múltiples traslados ocultos entre los Estados Unidos y países con registros de tortura, hay razón para tener un profundo interés al respecto.

Un recurso legal presentado en la Corte Federal en noviembre del 2004, y puesto a conocimiento del público el 5 de Enero del 2005, renueva el interés sobre el caso del detenido Australiano Mamdouh Habib. El recurso comienza:

En Octubre del 2001, el ejército de los Estados Unidos - con la cooperación de los Gobiernos Paquistaní y Egipcio - devolvieron Mamdouh Habib a Egipto, sabiendo y destinándolo a que sea torturado. El señor Habib pasó seis meses bajo la custodia Egipcia, donde fue sometido a una brutalidad inexplicable. Después, el señor Habib volvió a la custodia de los Estados Unidos, viajando primero a la base de la Fuerza Aérea en Bagram, después a las instalaciones militares de los Estados Unidos en Kandahar, y después a la Bahía de Guantánamo, Cuba, donde se ha mantenido desde Mayo del 2002.

Recientemente, la prensa señaló que el Gobierno de Estados Unidos negocia con el de Egipto para devolver al señor Habib a ese país, donde una vez más será torturado.

El recurso busca una orden restrictiva para impedir el temido traslado de Mamdouh Habib a Egipto [14]. El documento detalla anteriores torturas a las que Mamdouh Habib fue sometido en Egipto, incluyendo choques eléctricos, tortura con agua, ataques físicos, suspensión con ganchos, y amenazas con perros. Da detalles sobre como agentes de los Estados Unidos estuvieron presentes en sus interrogaciones en Pakistán después de su arresto, y durante su traslado secreto a Egipto. Estos detalles se repiten en otros, quienes reclaman haber sido sometidos a tal "circunstancia". Por ejemplo, Amnistía Internacional todavía espera una respuesta a una carta que envió a las autoridades de los Estados Unidos en Agosto del 2004, sobre el caso de Khalid El Masri, un Alemán de origen libanés, quien alega que fue llevado en un vuelo secreto, para su detención en Afganistán, desde Macedonia a principios del 2004, y que los agentes de Estados Unidos estaban presentes durante las interrogaciones en su detención en Kabul [15].

Reclama que fue llevado a un avión por agentes vestidos de negro, que tenía sus ropas cortadas con tijeras, y que se le hizo vestir un traje azul, esto coincide con las declaraciones de Mamdouh Habib sobre su traslado a Egipto con la intervención de agentes de los Estados Unidos.

Amnistía Internacional ha hablado con muchos parientes de los detenidos en Guantánamo, quienes están en un estado de angustia profunda por la carencia de transparencia y de información sobre sus seres queridos. El 2 de Noviembre del 2004, por ejemplo, la hermana y hermano de un detenido kuwaiti, Abdullah Al Kandari, contaron a la organización como sus padres "no son la misma gente que eran hace tres años" debido a la pérdida de su hijo en el negro hoyo de Guantánamo. A comienzos de año, el hermano de un detenido yemenita, Jamal Mari, relató como su madre ha desarrollado hipertensión arterial y se hunde en ataques de depresión por la tensión de no saber qué está sucediendo con su hijo, al que no ha visto desde hace más de tres años.

El sufrimiento de los parientes de los "desaparecidos" ha sido tomado en cuenta por el Comité de Derechos Humanos de la ONU, para sumarlo a las torturas o tratos crueles, inhumanos y degradantes. Una crueldad similar se inflige sobre los parientes de gente que se mantiene en detención, virtualmente, incomunicados indefinidamente, sin cargos o juicios. Es común que los parientes de numerosos detenidos en la Bahía de Guantánamo, se refieran a sus seres queridos como si hubieran desaparecido.

Comisiones militares

La cuarta categoría de impunidad en relación a Guantánamo comprende los continuos esfuerzos de la administración de los Estados Unidos para traer a un grupo seleccionado de detenidos a juicio ante una Comisión Militar. Estos cuerpos carecen de independencia del Ejecutivo. Para obtener convicciones y menores niveles de evidencia, ellos pueden admitir testimonios ocultos o coercitivos. Sus veredictos no pueden ser apelados ante ninguna Corte.

Amnistía Internacional tuvo un observador en las recientes audiencias pre judiciales para los primeros cuatro detenidos que se preparan para un juicio ante la Comisión. Sus observaciones confirmaron los peores temores de la organización, de que este es un sistema que no permite tener un juicio justo. La ignorancia sobre la ley del Tribunal de la Comisión y la disparidad de recursos destinados a las partes, acusación y defensa en un proceso controlado por el Ejecutivo, eran particularmente obvios. Tanta era la poca calidad de los niveles de interpretación que, en varias ocasiones, la defensa tuvo que pedir que se detengan las actuaciones porque la interpretación no era buena. La Comisión rechazó el intento de la defensa de traer seis expertos para explicar diversos aspectos de ley internacional y la ley militar. La acusación afirmó que la única ley que obedece el Tribunal es la "Ley de la Comisión", un conjunto de reglas y normas creadas en el D epartamento de Defensa de los Estados Unidos. Es impresionante que esa gente pueda afrontar tales juicios que, claramente, se procesan sin el conocimiento de normas internacionales básicas.

Las actuaciones de la Comisión se suspendieron en noviembre del 2004, después de que un juez federal concluyó que, quienes fueron capturados en Afganistán, debían ser considerados prisioneros de guerra, lo que terminaba su juicio ante la Comisión Militar. Aún cuando no fueren considerados como prisioneros de guerra por un Tribunal competente, el juez dijo que las reglas de la Comisión que permiten el uso de evidencia secreta, violaría el debido proceso. La administración Bush ha apelado ante una Corte Superior, argumentando que la resolución del juez "constituye una intervención en el poder de la administración para manejar operaciones militares". La Fiscalía General de la Estados Unidos, refiriéndose no solamente a las resoluciones de este juez, sino también a las de la Corte Suprema, condenó lo que caracterizó como una "tendencia profundamente perturbadora" de "vigilancia judicial de las determinaciones presidenciales".

Con la administración norteamericana que muestra desdén hacia sus propias cortes, la comunidad internacional afronta la tarea de persuadirla al cambio. Los Estados Unidos debería recordar no solamente los diversos aspectos de ilegalidad de las detenciones en Guantánamo, sino también que este régimen contraviene la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos que proclama que: el respeto por la dignidad humana y el imperio de la ley es la ruta hacia la seguridad, así como también su Estrategia Nacional para Combatir el Terrorismo, que afirma que un mundo en que tales normas sean admitidas como leyes, será el mejor antídoto para la diseminación del terrorismo. Esta estrategia concluye: Es el mundo que debemos construir hoy. En cambio, los Estados Unidos construyó un campo de prisión que ha llegado a ser un ultraje a los derechos humanos y a la ley. La comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para llevar esta intolerable situa ción hacia el final.

Guantánamo no existe para la ONU

Todas las evidencias y testimonios de los sobrevivientes del terror practicado en las cárceles de Guantánamo por tropas estadounidenses y agentes de la CIA, en contra de los prisioneros de guerra calificados de talibanes o simplemente como terroristas, que han sido irrefutablemente probados por diversas organizaciones defensoras de derechos humanos de Estados Unidos y Europa, no existen o carecen de valor para la tristemente célebre Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.

El 21 de abril de este año, al finalizar su Asamblea anual en Ginebra, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, por amplia mayoría de votos procedió a rechazar una propuesta presentada por el gobierno de Cuba que pedía a Estados Unidos abrir a expertos de la ONU, la base militar de Guantánamo, donde se hallan detenidos alrededor de 520 prisioneros, según cálculos conservadores. Quizá nunca se sepa el número total de presos que alberga esa base, y tal vez nunca se sepa cuántos de esos prisioneros han sido asesinados o muertos por prácticas de tortura.

El proyecto cubano pedía que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, exija al gobierno de Estados Unidos, autorizar a los relatores especiales y expertos de las Naciones Unidas en detenciones arbitrarias, ilegales, torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, visitar esos centros carcelarios para comprobar la infinidad de denuncias en poder el Organismo Internacional.

La decisión de la CDHG, causó estupor en el mundo entero. Esa Comisión fue acusada de selectividad y politización de sus resoluciones, inclusive por parte de Louise Arbour, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la misma ONU.

La Alta Comisionada para los Derechos Humanos lamentó que la politización de la Comisión se haya convertido en una excusa, para que algunas naciones - entre ellas Estados Unidos - justifiquen determinadas acciones violatorias de los derechos humanos. Textualmente, Louise Arbour, dijo al referirse a esa Comisión que es: "prisionera de los métodos que los países usan para el escrutinio."

La vocera de la Human Rigths Watch, organización defensora de los derechos humanos con sede en Estados Unidos acusó a Estados Unidos y la Unión Europea de haber ignorado la situación de los derechos humanos en otras naciones, incluido Estados Unidos.

Conclusiones

  1. Estados Unidos administrado por Bush y sus halcones no tiene autoridad, ni calidad moral para pretender juzgar a otros países libres y soberanos sobre la situación de los derechos humanos. La doble moral que usa la administración Bush para referirse a los derechos humanos, la democracia y libertad debe ser condenada por todos los pueblos libres del mundo.
  2. Estados Unidos en su papel de potencia unipolar y gendarme universal es el violador número uno de los derechos humanos en todo el mundo.
  3. Estados Unidos, en su obsesión imperial, no es el paradigma de la democracia, del respeto a las libertades civiles y derechos humanos.
  4. El imperio guerrerista y contumaz agresor, no puede erigirse en modelo de democracia y menos aún tratar de imponerla en todos los países, porque ha demostrado poseer una democracia falsa y un falso respeto a los derechos humanos.
  5. El emperador Bush II, el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, la Secretaria de Estado Condoleezza Rice, el vicepresidente Cheney, Abrams, Negroponte, los directores de la CIA y responsables de los servicios de inteligencia, los comandantes de las fuerzas armadas invasoras, han acumulado suficientes méritos como para ser juzgados ante la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, genocidio, torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes perpetrados contra sus "prisioneros de guerra" y los países invadidos militarmente.
  6. Solo un movimiento internacional promovido y patrocinado por todos los pueblos libres y democráticos, por las organizaciones nacionales, regionales y mundiales comprometidas con la defensa de los derechos humanos y libertades públicas, podrá encausar a los dirigentes del imperio, ante la Corte Penal Internacional, para que sean sometidos a un juicio justo e imparcial.
  7. Estados Unidos en primer lugar, los países desarrollados y considerados potencias, los gobiernos de los países y Estados del Tercer Mundo, deben comprender que las guerras, la crueldad, injusticias e ilegalidades son causa y motivo de la persistente violación de los derechos humanos.
  8. Es indispensable que los pueblos del mundo, y en especial los de nuestra América Latina, estén alertas y vigilantes acerca del proyecto de formación de una superagencia secreta de servicios de inteligencia adscrita al Pentágono (Ministerio de Guerra imperial). Sería más poderosa que la tétrica CIA y sus operaciones clandestinas producirían mayor terror y muerte en todo el mundo. (Washington Post. 25-01-05)
  9. El terror de las guerras imperiales que siembran muerte y destrucción, las estrategias y geopolíticas imperiales, así como las tesis de Bush y sus halcones que amenazan a las humanidad entera con su desaparición, deben ser detenidos ahora en defensa del irrenunciable derecho a la paz. Si no se actúa ahora, mañana puede ser tarde.

Referencias

  1. Amnistía Internacional entregó una versión más corta de este texto a una audiencia sobre la Legalidad de Detenciones de los Estados Unidos en Guantánamo, mantenida por el Consejo de Comité Europeo sobre Derechos Humanos y Asuntos Legales en París, Francia, el 17 de diciembre de 2004. [^]
  2. Incluso el Manual de Interrogación del Ejército de los Estados Unidos, FM 34-52 de 1992, señala que los insurgentes capturados y otro personal detenido, cuya condición no sea clara, tales como sospechosos terroristas, están dentro de la protección de prisioneros de guerra, hasta que su condición sea determinada por la autoridad competente. [^]
  3. Ver USA: Negación a la dignidad humana: tortura y responsabilidad en la guerra del terror, Índice: AMR 51/145/2004, Octubre 2004, http://web.amnesty.org/library/index/ENGAMR511452004. [^]
  4. Nuevos detalles muestran métodos más duros en Guantánamo. New York Times, 1 de enero del 2005. [^]
  5. Fact Sheet. La condición de los detenidos en Guantánamo. La Casa Blanca, 7 de febrero del 2002. [^]
  6. Reunión ICRC, 2 de Febrero del 2004. http://www.washingtonpost.com/wp-srv/nation/documents/GitmoMemo02-02-04.pdf. [^]
  7. Detenido marroquí en Guantánamo liberado cuenta a diario Islámico sobre su penosa experiencia. BBC, 30 de diciembre del 2004. [^]
  8. New York Times. [^]
  9. General George Fay. Testimonio ante el Comité de Servicios Militares del Senado, 9 de septiembre de 2004. [^]
  10. Ver página 94 de Negación a la dignidad Humana: Tortura y responsabilidad en la guerra del terror. [^]
  11. "Cuando los doctores van a la guerra". Por M. Gregg Bloche y Jonathan H. Marks. El Nuevo Diario Médico de Inglaterra, Volumen 352:3-6, 6 de Enero del 2005, Número 1. [^]
  12. Southcom investiga declaraciones de abuso en Guantánamo. Noticias del Comando Sur de los Estados Unidos, 5 de enero de 2004. [^]
  13. Ver página 101-102 de Negación a la dignidad Humana: Tortura y responsabilidad en la guerra del terror. [^]
  14. Habib vs. Bush. El memorando solicitando el apoyo para la aplicación de su requerimiento. Acción Civil No. O2-CV-1130 (CKK), en la Corte Distrital de los Estados Unidos, para Columbia. [^]
  15. Ver página 186 de Negación a la dignidad Humana: Tortura y responsabilidad en la guerra del terror. [^]

[nota]

El Tribunal Dignidad, Soberanía y Paz Contra la Guerra agrupa a intelectuales y representantes de organizaciones sociales del Ecuador y se formó en el teatro Universitario de Quito al inicio de la última invasión estadounidense e inglesa a Iraq.

Para el Tribunal Dignidad, Soberanía y Paz contra la Guerra, serán muy valiosos sus comentarios y opiniones sobre este documento.

tribunalpazecuador@yahoo.com

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