Logo Llacta!

¿La selva es de todos?

Miguel Ángel Cabodevilla

Diario El Universo

Guayaquil, 19 de febrero de 2008

Este Diario se hizo eco, la semana pasada, de un asunto que mantiene a Ecuador en las más viejas violencias y que quizá lo lleve a los nuevos tribunales internacionales de justicia. Porque el país está repetidamente advertido, por el incumplimiento de los convenios firmados y el olvido en la protección de sus grupos ocultos; pero no aprende.

El 13 de febrero, Ehuenguime Enkeri, presidente de la nacionalidad wao (NAWE), denunciaba que unos 15 Taromenane y Tagaeri habrían sido asesinados por madereros colombianos. Una noticia terrible a la que casi nadie paró bola. Al día siguiente, se hizo eco de ella la Conaie; en su comunicado, los supuestos asesinatos, serían 5, y no había colombianos. El Procurador General de la Nación, anunciaba este Diario, comenzaba sus investigaciones sobre el caso. Ninguna otra autoridad oficial, local o nacional se pronunciaba. Aparentemente se había repetido una masacre en la selva; sin embargo, no había nada que decir. Tres funcionarios del Gobierno, Ecorae y del Ministerio de Energía sobrevolaron el día 14 la zona del suceso y regresaron a Quito con más dudas que certezas sobre el caso.

Primera lección del nuevo incidente: una posible matanza, en zona tan sensible desde el punto de vista social, económico y político, situada en el centro de la denuncia que está siendo investigada por tribunales internacionales, no cuenta todavía con algún responsable político que sepa con certeza lo que allí sucede. El Gobierno inauguró supuestamente, hace un año, la novísima política sobre la Zona Intangible y la protección de sus dueños, en parte aún ocultos, pero todavía no sabe por dónde le da el aire en ese tema. No tiene en ejercicio un instrumento o cauce de conocimiento de la situación que le asegure la recogida de información segura. Así que seguimos a expensas del primero que lanza una noticia o simplemente un bulo. De nuevo, esta vez, según las noticias publicadas, lo lanza NAWE, lo amplifica la Conaie, lo secunda Acción Ecológica.

En verdad, ¿ha sucedido algo real en la selva y en los despachos que tenga que ver con esa denuncia?

Sí, y muy grave. Unos taromenani intentaron lancear el día 6, esta vez sin víctimas, a madereros ilegales ecuatorianos. Aún no se sabe si estos hirieron a alguno de los lanceros. En todo caso queda la evidencia, una más, de que la tala sigue. También de que en esa operación están metidos Waorani bien conocidos. Si no hubo muertos en esta nueva defensa por parte de los grupos ocultos, se debió a la fortuna. Pero todo está preparado, las condiciones siguen para que los crímenes se repitan. Las autoridades quiteñas cambian; lamentamos decir que su ineficacia, respecto a esta política, permanece. El Gobierno, que envió decenas de policías y soldados a aplastar de inmediato el paro de Dayuma en noviembre pasado, no tiene quién le ayude a detener a unos pocos madereros por todos conocidos.

¿La selva es de todos?

Al menos parece ser de los bandidos, pero no de sus habitantes primigenios. Por lo que se ve, la revolución ciudadana en este perdido rincón de la patria tendrá que esperar, aunque ya lleve haciéndolo demasiados meses. Alguien debería ir a decírselo a los Taromenane. Que esperen sentados. Mejor, que corran de su tierra.

:: http://www.llacta.org ::