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Cuatro reservas amazónicas protegidas por los indígenas

Diario El Comercio

Quito, 6 de febrero de 2008

Redacción Nueva Loja

Los indígenas resultaron buenos aliados del Ministerio del Ambiente (MAE), en el control y vigilancia de cuatro áreas protegidas de la Amazonia norte.

Ellos realizaron la vigilancia y control a tiempo completo en las reservas Cayambe Coca, Cofán Bermejo, Cuyabeno y la parte baja del Parque Nacional Yasuní.

Lo hicieron luego de suscribir convenios de uso y manejo de recursos naturales con el Ministerio del Ambiente y capitalizar fondos internacionales a través de fundaciones y proyectos especiales.

La parte baja de la Reserva Ecológica Cayambe Coca, de 250.000 ha, es una de las cuatro áreas. Allí operan los guardaparques de la nacionalidad Cofán.

Ellos se encargaron del control, vigilancia e identificación de las nuevas especies de flora y fauna. Para ello crearon las patrullas comunitarias que luego de aprender sobre conservación, biodiversidad, control, vida silvestre y relación con las comunidades, fueron habilitadas para el cuidado.

José Piaguaje es líder de la patrulla cofán que operó durante los últimos 30 días en esta Reserva. Contó que 54 indígenas se turnaron para impedir el ingreso de madereros, mineros y cazadores.

Evocó que en los recorridos se internaron 30 días en la selva auxiliados por equipos GPS, mapas, brújulas, radios, machetes, toldos, hamacas y hasta 80 libras de raciones por indígena.

Otros, acompañados de perros y uniformes verde oliva, se limitaron a recorrer los ríos y esteros para minimizar la caza y pesca indiscriminada. El territorio es muy grande y por ello solo llegamos a la parte baja, dijo Piaguaje.

En efecto, la Cayambe Coca, ubicada entre la cordillera y las provincias de Napo y Sucumbíos, tiene 403.103 ha. En sus recorridos los indígenas visitaron desde Puerto Libre (Sucumbíos) hasta la Cascada San Rafael (Napo).

A los patrullajes se sumaron los puntos fijos de control. Los cofanes instalaron estaciones en Las Pizarras, Bermejo, Singue y Sábalo (Sucumbíos). Son sitios de llegada, salida, almacenaje de equipos y recopilación de datos.

Dos guardaparques pasan en forma permanente en las estaciones. Por lo general son esposos, contó Jorge Criollo.

Empero, los cofanes no se quedaron en la Cayambe Coca, ellos también se adentraron en la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno y la Cofán Bermejo.

En la Cuyabeno de 603.380 ha, los cofanes asumieron el control de Sábalo y Playas del Cuyabeno. En ese afán tuvieron el auxilio de 24 guardabosques sionas, secoyas, kichwas, shuaras y colonos, los cuales se sumaron al operativo.

Este último grupo se incorporó dos meses atrás luego de un exigente proceso de formación en el manejo de GPS, informática, mecánica, Internet, patrullajes y técnicas para el manejo de grupos. Con el auspicio del programa Amaznor y el MAE.

Égar Zambrano, un guardaparques de la comunidad Centro Unión, justificó su presencia por los niveles de contaminación reportados. Ingresé como guardaparques porque me duele ver cómo se afectó el ambiente.

Luis Borbor, jefe de la Reserva, contó que los indígenas se sumaron a las jornadas de control, vigilancia, solución de conflictos y jornadas de delimitación física...

Estamos abriendo trochas, rotulando y colocando hitos para delimitar la reserva, dijo Borbor.

Cecilia Mantilla, ex subsecretaria de Capital Natural del MAE, señaló que los guardaparques indígenas resultaron claves para suplir la falta de recursos humanos en el control y vigilancia de las 36 áreas protegidas del país:

El reto que tiene el Ministerio en adelante es conseguir los recursos para sostener su presencia y evitar que ellos permanezcan limitados a la iniciativa privada.

La ex funcionaria destacó que por ahora tienen una relación directa con el Ministerio. Pero les pagan las fundaciones y programas especiales. Ese es el caso de la Fundación para la Sobrevivencia Cofán y el programa Amaznor.

La vigilancia indígena no resultó ajena para el Parque Nacional Yasuní, de 982.000 ha.

Según Fausto González, director Regional del MAE, para Sucumbíos y Orellana, allí también se firmaron convenios de vigilancia y control con los kichwas.

Así, los kichwas, vía convenios de uso y manejo de recursos, asumieron el control de el bosque aledaño a las comunas de Pompeya, Añango, San Roque y Sani Isla, en las riberas del río Napo.

En ese marco ellos aprovecharon la oportunidad para reportar nuevas especies de flora y fauna al MAE. En la Cayambe Coca, los guardaparques reportaron la presencia del tigre amazónico y una gran cantidad de aves.

Nuevas especies

Los 54 cofanes organizaron patrullas de cinco indígenas para turnarse en la vigilancia.

27 indígenas viven en las estaciones de control instaladas en las reservas. Allí funcionan las oficinas, bodegas y áreas de archivo de especies.

En Cuyabeno, las patrullas reportaron al tapir, sahínos, jaguar y anacondas grandes.

La regional de Nueva Loja reconoció su contribución con el control del contrabando de la madera y las invasiones.

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