Quito, 24 de junio de 2006
Redacción Orellana
Los gremios de carpinteros y motosierristas de Orellana pidieron, el pasado martes, a las autoridades más control en el Parque Nacional Yasuní. La medida busca el poner freno a la tala del cedro en la zona.
Por ello, se reunieron con el Director Nacional de Bosques y las autoridades provinciales. En la cita acordaron ayudar en el control al Ministerio del Ambiente y trabajar con los programas de manejo sostenible de los bosques y evitar la deforestación.
Según la Fundación Bosques, en Orellana, 200 000 ha de bosques, aproximadamente, se talan cada año en el Ecuador. En la provincia, la cifra es de 1 500 ha.
Por ello, trabajan en un programa de preservación del bosque nativo con 32 comunidades. Alrededor de dos millones de dólares se invierten en el proyecto. Los recursos no reembolsables vienen de la Comunidad Europea.
Según la Asociación de Carpinteros de Francisco de Orellana, el cedro es una madera inaccesible para el gremio, pues toda la mercadería sale ilegalmente.
Guido Castillo, uno de los 35 socios del gremio de carpinteros, tiene problemas para realizar su trabajo, por los controles de las autoridades. En los talleres utiliza laurel, canelo, chuncho y otros. "Todo lo que sale ilegalmente del parque Nacional, lo compran los intermediarios a precios bajos. Luego la madera sale a Colombia a precios elevados".
Las autoridades nos acusan de una tala indiscriminada de los bosques, pero no es verdad. La utilización de madera en los talleres es mínima. Citó que preparan 200 tablas de madera semanales para viviendas.
"Compramos a los finqueros que trabajan con el programa de aprovechamiento de la manera controlada", explicó.
De su lado, Germán Espinoza, director Forestal Nacional, explica que una de las medidas a adoptarse es instalar una centro de acopio de madera. Con ello, se llevará el control de cuanta madera se tala semanalmente en la provincia. La idea es impedir la tala incontrolada en las fincas, que es el sitio de donde sale la madera.
También se buscan los mecanismos para impedir que la madera surja del Yasuní. Para ello, se plantea un control estricto de las guías de movilización. "Hay una mafia que funciona dentro de la reserva, utilizan dispositivos para sacar el cedro de la zona protegida".
Entre tanto, Alonso Jaramillo, responsable del Parque Nacional Yasuní, en Orellana, mencionó que al momento está suspendida la tala ilegal del cedro dentro del Yasuní. "Los madereros piden una tregua al Ministerio del Ambiente para sacar cerca de 30 000 tablones pero aún está en análisis del ministerio del ramo".
En los próximos días, se inaugurarán dos puestos de control en el sector El Pindo. Esta zona es una de las más conflictivas, porque por allí sale la madera por el río Tigüino.
El Parque Nacional Yasuní tiene 982 000 ha y está situado en el territorio Wuaorani en Napo y Pastaza. Además, es parte de la zona intangible de los tagaeri y taromenane.
Las zonas más explotadas en Orellana son: el laurel, un 50 por ciento; sangre de gallina y coco, un 30 por ciento; otras maderas: colorado, manzano y más, un 20 por ciento.
[fuente]
http://www.elcomercio.com/noticia.asp?id=49540&seccion=10
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