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A la zona del Yasuní los visitantes llegan sin controles ambientales ni registros sanitarios

Diario El Comercio, edición digital

Quito, 9 de junio de 2006

Los Waorani acogen al turismo

Modesto Moreta. Red. Orellana

Una águila arpía (ave sagrada para los waoranis) con sus alas extendidas que alcanzan fácilmente dos metros, da la bienvenida a un grupo de turistas nacionales a la comuna waorani de Ñoneno.

Es el primer asentamiento waorani en el ingreso a la zona intangible del Parque Nacional Yasuní, en Orellana. Desde allí, para llegar a la comuna de Sandoval, el último reducto de esta etnia, son dos días en canoa navegando por el río Chiripuno.

En Sandoval hay cabañas donde hospedar a los visitantes. El sitio está rodeado de vistosos atractivos y miradores para observar a los animales de la selva, en los tradicionales saladeros (sitios donde los mamíferos se reúnen para lamer las sales minerales que ayudan a la digestión). Pero esta vez, los viajeros deciden quedarse en Ñoneno, un poblado de casas dispersas de construcción mixta (madera, bloque, cemento, zinc), asentado en la margen izquierda aguas abajo del río Chiripuno.

Por allí sale la madera, especialmente el cedro, que es talado ilegalmente en la reserva del Yasuní. Es un sitio conflictivo, especialmente cuando los waoranis advierten la presencia de la Policía o el Ejército. En este aspecto son muy celosos. Sin embargo, los turistas son recibidos con afabilidad. En su interior, la comuna tiene mucho que ofrecer.

Este poblado wao, compuesto por 16 familias, trabaja desde hace un año en el proyecto de turismo comunitario, pero aún llegan pocos visitantes, sobre todo de Estados Unidos, Europa y nacionales. Cada semana, entre 5 y 10 turistas arriban hasta Ñoneno. La mayoría se queda un día y retorna a Francisco de Orellana.

"La idea es abrirnos paso para el turismo y mostrar nuestra cultura y habilidades en la selva", dice Manuel Kawia, el jefe de la comuna. Aquí todas las familias son guías turísticas, pero cobran por sus servicios. El visitante puede apreciar las construcciones waoranis que en los lados no tienen paredes, sólo el techo de ramas y hojas de la selva.

El sol poderoso saca a la vista un paisaje inigualable parecido a la de una postal. El verde domina la vista. A lo lejos, la casa de Kawia, es una de las más grandes de la comuna. En el desembarque, las mujeres saludan amigablemente.

Kawia, un hombre de manos gruesas y de sonrisa interminable, recibe a los viajeros con un apretón de manos. "Sean bien llegados a nuestra comunidad. Pueden visitar y conocer lo hermoso de la naturaleza", dice.

La entrada a la comuna cuesta 20 dólares por persona. Desde aquí puede desplazarse a los diferentes lugares.

Marco Valladares, un guía kichwa y amigo de la etnia, conduce hacia los diferentes ambientes. Algo que atrae es que cada familia waorani guarda en su modesto hogar un pequeño zoológico. Poseen loros, monos, pericos... que los muestran a los turistas, previo a una remuneración.

La intención de los turistas es tomar algunas fotografías del águila arpía. Pero una voz advierte: "los ancianos waoranis impiden fotografiar a los animales", dice María, una de las cuatro mujeres de Kawia. Un grupo de mujeres acompañadas de turistas extranjeros, ofrece mates llenos con chicha de yuca, pero machacada.

"Antes, esta bebida la fabricaban masticando, pero eso cambió", explica uno de los waoranis. Allí, hace tres semanas, el fotógrafo y antropólogo italiano Mauro Burzzio graficó las riquezas de la biodiversidad de la zona.

La visita al Yasuní debe ser regulada

Alonso Jaramillo. Resp. Parque Nacional Yasuní

En la denominada zona intangible en la reserva del Parque Nacional Yasuní (PNY), el Ministerio de Ambiente no autorizó a ninguna agencia u operadora para trabajar en turismo. Pero las comunidades y los empresarios lo hacen.

Por ejemplo, en la comuna waorani de Tigüino se levanta la hostería de Bataboro de propiedad de Vicente Sevilla. Esta trabaja hace ocho años. Algo similar ocurre en la comuna de Sandoval. En estos sitios, los waos realizan un turismo comunitario controlado. Con la declaratoria de zona intangible los ingresos quedaron vedados.

Con la decisión protegemos a los tagaeri-taromenane para habiten su territorio. Pero es necesario regular el ingreso de turistas a través de un acuerdo con las comunas y las autoridades. La idea es impedir el ingreso a la parte sur de la zona intangible, porque la nor-occidental está intervenida por el hombre.

En el momento el Ministerio vende las especies valoradas para autorizar las visitas.

Para que no olvide

¿Cómo llegar al sitio?

Se parte desde el centro de Francisco de Orellana hasta el kilómetro 92 de la vía El Auca. Ahí está el puente sobre el río Chiripuno, donde hay dos hoteles para 40 personas.

El alquiler de una camioneta cuesta 80 dólares el día. En el hotel hay habitaciones desde cinco dólares en adelante. De allí, en canoa aguas a bajo se encuentra la comuna de Ñoneno. Cerca de 1.500 imágenes fueron tomadas por Mauro Burzzio. Hoy constituyen el archivo fotográfico más grande de la zona.

Caminata por la selva waorani

Una caminata selva a dentro. La idea es llegar al saladero para observar a los animales que llegan en busca de alimentos.

En el trayecto, una inmensa alfombra verde tapa al grupo de caminantes. Carlos Delgado, un visitante, avanza sin inmutarse.

Tras una hora de caminata, un grupo de cazadores waos aparece desnudo. Son jóvenes, entre 16 y 20 años. Ellos dejan de lado sus lanzas y trepan con la agilidad de un primate las gruesas lianas que cuelgan de un árbol de ceibo, que alcanza los 60 metros de alto.

Los tres hombres escalan al gigante y desde la altura emiten chillidos atrayendo a la águila arpía y a los monos. Tras una hora descienden a tierra firme.

De retorno elaboran pequeñas canastas waoranis, especie de shigra elaborada con hojas y ramas, en donde colocan frutas.

En el saladero no se pudo ver a los animales. "A las 13:30 suelen llegar a saborear las sales minerales. Creo que no vendrán hasta las 18:00", dice Miguel, un waorani.

En el sendero, se advierte la presencia de un tigrillo.

[fuente]
http://www.elcomercio.com/noticia.asp?id=46693&seccion=8
http://www.elcomercio.com/noticia.asp?id=46694&seccion=8

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