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Los Waorani repelen la invasión de madereros furtivos en su territorio

Diario El Comercio, edición digital

Quito, 14 de abril de 2006

Dos madereros fueron heridos con lanzas en el sur de Orellana

Redacción Orellana

Gilder Moreira y William Angulo ingresaron ayer, a las 11:30, a la sala de emergencias del Hospital Francisco de Orellana, luego de que supuestamente fueron atacados por indígenas huaoranis .

Las víctimas presentaban heridas en el cuerpo ocasionadas por lanzas indígenas. Por la gravedad que presentaba William Angulo fue trasladado al Hospital Eugenio Espejo de Quito, en una avioneta de la Fundación Alas de Socorro. Mientras que Gilder Moreira fu transportado en una ambulancia del hospital.

Según uno de los heridos, el miércoles anterior, a las 13:00, supuestamente un grupo de huaoranis los atacaron, mientras trabajaban en la tala del bosque en el sector denominado Cononaco (río Chiripuno) territorio huao, ubicado a 92 kilómetros al sur de Orellana.

Y ayer los heridos fueron trasladados hasta el hospital Francisco de Orellana, luego de ser rescatados por un grupo de personas. Ellos se negaron a proporcionar más detalles del hecho.

"No conocemos lo que ocurrió, solo les ayudamos a traer a la sala de emergencias de la casa de salud", explicó una de las personas que prestó su ayuda y que pidió el anonimato.

En la sala de emergencias, los galenos realizaron los primeros chequeos médicos. Según Heriberto Vásquez, director del Hospital de Orellana, William Angulo, de 45 años, tenía atravesada una lanza por el tórax. Ésta ingresó por la región posterior hacia la anterior. Además, en el muslo de la pierna izquierda presenta dos heridas de arma cortopunzante.

El paciente se encuentra estable, pues el trayecto de la lanza no complicó órganos vitales. Debido a que los galenos no podían extraerle la lanza, fue trasladado hasta el Eugenio Espejo para una cirugía de emergencia.

Gilder Moreira tiene una herida de lanza en la región lumbar y también requiere de una cirugía. Él contó que se encontraban trabajando en la tala de árboles en el sector del Cononaco, cuando fueron atacados sorpresivamente. "No miré quienes nos agredieron pero por versiones fueron los huaoranis. Lo que hice es correr por el bosque, pero fui alcanzado por una lanza".

Según el técnico del parque Nacional Yasuní, Alonso Jaramillo, en la zona del Cononaco hay 15 campamentos de personas que talan ilegalmente el bosque. Esto provoca constantemente enfrentamientos entre huaoranis y los madereros de la zona.

A las 13:30, en el hospital de Orellana, se notó un gran movimiento. Los médicos realizaban las gestiones con la fundación Alas de Socorro para trasladar a uno de los heridos hacia la capital. A las 14:45, el herido llegó en una ambulancia hasta el aeropuerto de Orellana.

Otros casos

En Pastaza fueron encontrados muertos tres trabajadores madereros supuestamente colombianos. El crimen ocurrió en marzo del 2002. Los acusados fueron miembros de los tagaeri.

La matanza de 16 indígenas en Tigüino, en Pastaza, en junio del 2003, dejó sospechas en contra de los madereros. Dirigentes huaoranis dijeron que madereros pagaron la matanza.

Según su denuncia, los atacantes recibieron gasolina y armas. Se cree que fue una venganza.

Angulo dice que no provocaron la agresión de los huaoranis.

William Angulo es un hombre con suerte. Las heridas que sufrió el miércoles pasado en un ataque supuestamente de los huaoranis empezaron a sanar y se recupera con rapidez en el Hospital Eugenio Espejo.

La mañana de ayer era uno de los dos pacientes de la Sala de Recuperaciones, donde se ubica a las personas que salieron del quirófano. Él tenía una mascarilla para respirar, mientras los galenos tomaban muestras de su sangre y limpiaban sus lesiones.

Aunque su dolor es evidente y para hablar no tiene problemas en quitarse la mascarilla. Él dice que tiene 41 y que viajó a la provincia de Orellana, hace un año para buscar dinero con las empresas madereras. "Nunca tuve problemas, con nadie yo sólo me dedicaba a trabajar para mantener a mi familia", sostiene.

Esa tranquilidad se terminó el miércoles pasado. Angulo y su compañero Gilder Moreira fueron agredidos supuestamente por un grupo de indígenas. Ambos trabajaban en un aserradero ubicado en el sector de Cononaco, en el extremo sur de la provincia (casi en la frontera con el Perú). "Era la una de la tarde y ambos trabajábamos normalmente en el aserradero. Cuando nos atacaron por detrás. Mi otro 'pana' salió corriendo, pero yo no pude hacer nada".

Angulo tiene varias heridas en su cuerpo. Una lanza atravesó su tórax desde su espalda, otra traspasó su muslo izquierdo y una más en la región abdominal. Sin embargo, ninguna de ellas causó daños a sus órganos vitales.

El jueves último, fue intervenido en el Eugenio Espejo para retirarle las maderas incrustadas en su cuerpo. Debajo de su camilla, en una funda plástica, están guardados algunos trozos de las lanzas, que los empleados se animan a mostrarlas como evidencia de la violencia del ataque.

Angulo está consciente de que si su amigo Moreira no hubiera escapado este momento no estaría con vida. "Él gritó por ayuda y desde el campamento salieron otros compañeros. Entonces dispararon y terminó el ataque. Ellos querían matarme", asegura.

Luego Angulo y Moreira fueron llevados al hospital de Orellana. El jefe de esa casa de salud, Heriberto Vásquez, decidió que el primero sea trasladado en un avioneta de la Fundación Alas para la vida hasta Quito, porque en ese hospital no podían retirar las lanzas. Mientras que Moreira viajó a la capital en una ambulancia.

Los médicos del Hospital Eugenio Espejo sostienen que la cirugía de Angulo fue oportuna y que por eso su salud no se complicó.

Mientras tanto, Moreira espera su turno para entrar al quirófano. Hasta el mediodía de ayer, él se encontraba en la Sala de Emergencias del Hospital. Moreira se mostraba tranquilo a pesar de que aún permanecía clavada una lanza en su espalda.

Angulo jura que no hizo para incentivar el ataque. Que no tuvo problemas con los indígenas de las zona y que en otras ocasiones trabajaron en Cononaco y "no pasó nada". Sin embargo, militares de la Brigada Napo y personal del Parque Yasuní enfatizan que la agresión es una consecuencia de la tala ilegal del bosque.

Alonso Jaramillo, funcionario de la reserva ecológica, sostuvo que en la zona del Cononaco se encuentra supuestamente 15 campamentos de personas contratadas para talar los bosques. Esto provoca constantes enfrentamientos entre los huaoranis y los madereros. Angulo no quiere comentar nada de sus contratistas, prefiere pedir una ayuda económica para sus medicinas y colocarse de nuevo la mascarilla.

La fiscalía indagará de oficio

Los familiares de Gilmer Moreira y Willian Angulo, heridos con lanzas en un supuesto ataque de un grupo de huaoranis, no presentaron la denuncia en la Policía Judicial ni en la Fiscalía local.

Sin embargo, los fiscales no descartaron la posibilidad de iniciar la causa de oficio. Según Franco Jaramillo, ministro de Orellana, al no existir la denuncia, se puede iniciar la acción con el recorte de prensa de Diario El Comercio. El proceso lo realizará el fiscal de turno, Joel Bustos. "Casos como estos hay que investigarlos".

Asimismo, Marcelo Zapata, jefe de la Policía Judicial de Orellana, aseguró que desconocen del caso. "No hay denuncia alguna de los familiares o personas cercanas. Pero si hay algún pronunciamiento de la Fiscalía trabajarán en las indagaciones", sostuvo el uniformado.

En tanto, en la Brigada de Selva Napo del Ejército, dijeron que conocen lo que ocurrió en Cononaco. "No podemos actuar, la Policía y la Fiscalía deben hacerlo. Pero está claro el caso es por la tala de la madera", dijo uno de los militares.

[fuentes]
http://www.elcomercio.com/noticia.asp?id=36412&seccion=4
http://www.elcomercio.com/noticia.asp?id=36520&seccion=4
http://www.elcomercio.com/noticia.asp?id=36521&seccion=4

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