Quito, 1 de diciembre de 2005
Lissi, Dayuma, Ova, Dabo, Toca, Come... son nombres comunes entre los niños de Toñampari, una de las comunidades huaorani ubicada en la selva amazónica de Pastaza.
Allí, al igual que en otras de las más de 30 que conforman esta nacionalidad indígena, las principales conexiones con occidente giran en torno a la pista de aterrizaje de aeronaves y a la escuela o centros educativos de la comunidad.
La Escuela Intercultural Trilingüe 9 de Octubre es una muestra de ello. Este plantel y el Colegio de Internado, edificados junto a la pista, son las principales construcciones que se observan al aterrizar.
En ese espacio niños, adolescentes y jóvenes construyen sueños y se educan en tres idiomas: kichwa, español y huaoterero, su lengua nativa.
Lissi Guiguita tiene nueve años y está en segundo de básica. Para ella, lo más importante de su educación a más de las materias regulares en tres idiomas es aprender danzas tradicionales y sembrar.
Su escuela, la única de la comunidad integrada por unas 250 personas, tiene 76 alumnos. Ricardo Nouch, director encargado, dice que la prioridad de la escuela son los 'miñanani kem', es decir los niños que se educan desde segundo hasta séptimo de básica. Pero reconoce que hay problemas.
El viernes 25, los pequeños dedicaron la última hora a cultura física. De los seis profesores que tiene el plantel cuatro no asistieron toda la semana porque enfermaron de paludismo. El problema es frecuente y eso retrasa el trabajo.
La escuela es una construcción de madera, pintada de blanco y celeste, con aulas construidas en torno a una cancha que sirve para jugar.
Toca Caiga, presidente del Comité de Padres de Familia, destaca como positivo que los alumnos desde hace varios años reciben el almuerzo escolar. Una ración para los próximos 40 días se entregó en las últimas semanas.
El coordinador nacional del Programa de Alimentación Escolar, Fausto Corral, constató, ese viernes, que a Toñampari llegaron las cajas de aceite, arroz, azúcar, sal y lenteja.
La alimentación de los pequeños se complementa con plátano, yuca, carne de guanta o armadillo, pescado... En el desayuno reciben colada y galletas. Cada día una madre de familia prepara los alimentos.
Sin embargo, tienen problemas con el agua. No es segura y se requiere una ampliación del sistema de captación. La cocina industrial que llegó hace poco tiene problemas con la válvula. También falta vajilla.
[fuente]
http://www.elcomercio.com/noticia.asp?id=14076&seccion=8
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