Quito, 19 de noviembre de 2005
Un resumen de cinco páginas de la charla informal que el presidente Alfredo Palacio mantuvo, la noche del jueves, con la dirigencia de la Conaie. Ese fue el documento que el Gobierno entregó ayer a los indígenas, con más de cuatro horas de retraso, a manera de acuerdo político.
La Conaie fue sorprendida. Cuando la movilización de esta semana había terminado y los indígenas volvían a sus comunidades, el Régimen repartió el documento que ni siquiera tenía una firma de respaldo. Eso impidió a la organización cambiar sus plantes y radicalizar la medida. Por ahora, Palacio ganó un poco de tiempo.
Santiago de la Cruz, vicepresidente de la Conaie, calificó de "burla" la síntesis escrita con las declaraciones de Palacio, del jueves por la noche. "Al no tener una firma de respaldo del Presidente no podemos tener la seguridad de que su palabra realmente esté comprometida", argumento. En los próximos días, la Conaie socializará con sus bases provinciales el contenido del documento elaborado por el Ejecutivo, antes de tomar una decisión en futuro. La amenaza de un posible levantamiento está, hoy por hoy, aletargada.´
Al respecto, en Carondelet se aseguró que en la noche del jueves el acuerdo al que se había llegado con el Presidente es la elaboración de un resumen de la charla de 35 minutos que el Jefe de Estado mantuvo con la cúpula indígena donde se definía la posición gubernamental ante tres temas concretos: el Tratado de Libre Comercio, la asamblea constituyente y la caducidad del contrato con la petrolera Occidental.
Palacio advirtió, con un discurso académico, que si la mesa agrícola que se desarrolla en Washington no le convencía no iba a firmar el TLC. Sobre la consulta dijo estar dispuesto a apoyarla hasta las últimas consecuencias y eliminar de los estatutos la imposibilidad de que la Asamblea Constituyente, en caso de realizarse, trate los acuerdos firmados con anterioridad en materia DD.HH. y tratados internacionales. Finalmente, aseguró que el caso de la Oxy está manejándose dentro de los aspectos legales y que se les ha notificado con la caducidad del contrato para que en 60 días la compañía presente sus descargos.
Todas estas declaraciones constan en el documento de cinco páginas entregado a los indígenas. Palacio no pudo firmar el documento, explicó ayer el Gobierno, porque el se encontraba en Loja.
Sin embargo, el secretario general de la Presidencia, Maximiliano Donoso, aseguró que el Jefe de Estado siempre cumple su palabra y que bajo ninguna circunstancia se puede interpretar el formato de dicho documento como una afrenta o falta de respeto hacia los indígenas. Simplemente, que tras el encuentro de cinco horas, el jueves pasado, no cabía elaborar acta de compromiso porque no se trataba de llegar a ningún acuerdo.
En la intervención de 35 minutos, el Presidente pidió a Luis Macas, titular de la Conaie, explicar a los indígenas la posición crítica que siempre mantuvo, en temas como el TLC y el manejo económico, mientras fue vicepresidente de Lucio Gutiérrez, y compañero de gabinete del líder indígena, cuando éste dirigía la cartera de Agricultura. "Cada uno de nosotros debe enfrentar el juicio de la historia por nuestras acciones", concluye la síntesis emitida por Palacio.
El Presidente estuvo ayer en Loja donde habló sobre la importancia de la consulta.
La Conaie libra una doble batalla. Por un lado, espera ejercer la suficiente presión política para impedir que el Gobierno firme el TLC con EE.UU. Por otro, autoconvencerse de seguir siendo la organización social con mayor capacidad de convocatoria. Esta realidad es, quizás, la que más preocupa a su dirigencia.
Luego de cinco años desde su último levantamiento nacional, la agrupación indígena más grande de país ha pasado por una etapa de tropiezos y divisiones que todavía se mantienen latentes.
Por ello, declaraciones como las del diputado Marcelo Dotti (PSC) han herido tanto a la Conaie como nunca antes. El legislador aseguró que el Gobierno había pagado a los indígenas "ocho dólares, un pan y un vaso de agua" para que vengan a Quito.
Al respecto, Luis Macas, titular de esta organización, trata de despejar esta serie de reproches al asegurar que la agenda política de la Conaie es oponerse a la firma del TLC, porque afecta a la agricultura y a la identidad de los indígenas.
En ese sentido, trata de explicar que la serie de movilizaciones fallidas y la escasa participación social de la Conaie durante el régimen de Gutiérrez, se debió a un cálculo estratégico de los tiempos, y no a la neutralización que el ex Presidente ejerció desde el poder. En todo caso, la dirigencia de esta organización, ya sin el fantasma del coronel sobre sus espaldas, ha vuelto a las calles para advertir que "TLC firmado... Palacio derrocado".
[fuente]
http://www.elcomercio.com/noticia.asp?id=12443&seccion=3
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