Quito, 1 de julio de 2005
La inmunidad jurídica de sus soldados en América Latina parece ser un tema crucial para los planes de Estados Unidos hacia parte del mundo, y en consonancia la Casa Blanca acaba de aplicar una sanción a Ecuador, por negarse el gobierno de ese país a aceptar tal medida.
La embajadora norteamericana en Quito, Kristie Kenney, anunció que "el castigo" consiste en la suspensión de una ayuda militar estadounidense al país sudamericano por siete millones de dólares.
Kenney expuso que Washington deseaba el convenio con el fin de asegurarse impunidad para los militares norteamericanos ante la Corte Penal Internacional (CPI).
"El Congreso de Estados Unidos prohíbe dar ayuda militar a aquellos países que no firmen el artículo 98 sobre inmunidad" frente a la CPI, dijo la diplomática.
"Acepto la decisión de Ecuador (de no suscribir el pacto), es una decisión soberana pero cada país debe respetar sus leyes y yo respeto las mías", dijo Kenney.
Durante el gobierno del presidente Lucio Gutiérrez -quien saltó del puesto compulsado por una profunda crisis política en el país este año- los norteamericanos lograron introducir muchos de sus criterios internacionales en el gobierno ecuatoriano, especialmente algunos en la esfera militar.
Tan buenas eran las relaciones de ecuatoriano-norteamericanas bajo el mando de Gutiérrez, que Estados Unidos otorgó 70 millones de dólares anuales en 2003, 2004 y 2005 a esa nación del sur de América.
La administración republicana de George W. Bush ha comunicado a los ecuatorianos que la aceptación de la inmunidad sería "fundamental" para mantenerse esa ayuda, lo cual presagia medidas aún más drásticas.
El presidente ecuatoriano, Alfredo Palacio, dijo este mes que no firmará el acuerdo porque ello es "una cuestión de soberanía y juridicidad", y que no teme a las sanciones de Washington.
Por su parte, esta semana y tras conocerse el anuncio de la embajadora Kenney, la vicepresidenta de Asuntos Internacionales del Congreso de Ecuador, Ana Lucía Cevallos, dijo que el gobierno de Palacios "no debe ceder ante los chantajes". "No se puede permitir que los delitos queden en la impunidad", agregó.
Actualmente Estados Unidos tiene una notable presencia militar en territorio ecuatoriano. El Pentágono, por ejemplo, utiliza una base de la Fuerza Aérea en el puerto ecuatoriano de Manta, a unos 260 kilómetros de Quito, para coordinar tareas antinarcotráfico.
Estados Unidos sostiene conflictos diplomáticos con otras naciones de la región a partir de su exigencia de que sus soldados y oficiales sean impunes a las leyes de los países en cuestión si cometen delitos.
Analistas señalan que la demanda se basa en una necesidad de prever no solo acciones de defensa de su personal - frecuente transgresor de leyes en otras latitudes - sino también el aumento de fuerzas estadounidenses en la región, a la cual Washington considera como "inestable" y blanco de "programas desestabilizadores" enemigos de Estados Unidos.
[fuente]
http://www.adital.com.br/site/noticias/17481.asp?lang=ES&cod=17481
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