Quito, 23 de mayo de 2005
Redacción Quito
Los frecuentes viajes que Patricio Zuquilanda hacía a Bogotá para solucionar cualquier problema entre el Ecuador y Colombia, cuando era canciller de Lucio Gutiérrez, son cosa de un pasado que parece muy lejano.
Ahora, con la nueva línea de la Cancillería ecuatoriana las cosas parecen muy distintas. En efecto, la suspensión que el canciller Antonio Parra Gil debía hacer el viernes a Bogotá parece esconder complejidades mucho más profundas que lo que las vocerías oficiales quisieron otorgarle.
Tal vez la de mayor envergadura es el cambio de posición del Ecuador frente al conflicto colombiano y frente al tema de las fumigaciones con glifosato en la frontera. Parra ha dicho que pedirá a Colombia que suspenda las fumigaciones en los 10 kilómetros alrededor de la frontera hasta que no se presenten pruebas de que no hacen daño a la salud.
La posición de Zuquilanda era la inversa: que se mantengan las fumigaciones hasta que se compruebe que son dañinas. Bajo ese principio, las fumigaciones seguían, pues no se aceptaron las supuestas pruebas que organismos de DD.HH. presentaban, mientras que la Comisión creada por el Gobierno se enredaba en sus investigaciones.
Pero las diferencias no se limitan al tema de las fumigaciones. También respecto al conflicto colombiano y la pretensión del gobierno vecino de convertir en causa común la lucha contra la guerrilla de las FARC, Ecuador marca distancia.
"Lamentamos mucho el problema de Colombia y rogamos que se solucione", pero Ecuador no tiene intenciones de involucrarse en el conflicto, afirmó el viernes Parra a una radio de Bogotá, en concordancia con la "visión independiente" que sobre el tema alienta su gobierno.
Según analistas, la remozada posición ecuatoriana recoge el clamor popular e instala al país en la línea de gobiernos críticos con EE.UU, aunque a un costo incalculable, que podría comprometer incluso la ayuda de la Casa Blanca.
"Para Alfredo Palacio es importantísimo mantener su oposición al Plan Colombia porque le va a generar muchos aplausos al interior, pero para la política externa el tema es muy complejo, no tanto por el efecto que tenga en la relación con Bogotá, sino con la de Estados Unidos", indicó Vladimir Sierra, coordinador del Programa de Gobernabilidad de la Universidad Católica.
Este viernes, la Cancillería ecuatoriana informó que sostendrá desde junio un diálogo de alto nivel con Colombia para "solucionar los problemas pendientes", tras la suspensión del viaje de su titular a Bogotá."Los cancilleres del Ecuador y Colombia consideraron adecuado iniciar, a la brevedad posible, diálogos al más alto nivel sobre asuntos precisos, con los respectivos técnicos, para solucionar los problemas pendientes en las relaciones entre los dos países", indicó la declaración.
[fuente]
http://www.elcomercio.com/noticias.asp?noid=129383
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