Quito, 19 de mayo de 2005
La presión militar sobre las FARC en el centro y norte de Colombia está arrastrando a esa guerrilla hacia Ecuador, denunció hoy el prefecto de la provincia fronteriza de Carchi, René Yandún, quien sugirió a Quito distanciarse del plan contrainsurgente que financia Washington.
El prefecto señaló que la ofensiva militar está llevando a los rebeldes a concentrar su actividad en el departamento colombiano de Nariño, ubicado en la frontera y considerado el principal centro de acopio de cultivos ilegales en el vecino país.
"El mayor problema está en el sur de Colombia, justamente en los departamentos de Putumayo y Nariño, y cuando los militares colombianos empiecen a atacar empujarán a la guerrilla hacia el sur y ahí va a ser la complicación", sostuvo Yandún.
Según el prefecto, esa situación imposibilita que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) cumplan con su compromiso de no operar en Ecuador con el impacto social que ello implica, especialmente en el fenómeno de los desplazados.
"Cuando hay una maniobra militar contra la guerrilla, los desplazados se dan por cientos y eso ya lo hemos comprobado", agregó Yandún, quien sugirió al presidente Alfredo Palacio enfrentar el problema mediante varias medidas que incluyen "una posición independiente frente al Plan Colombia" contra las drogas y los grupos irregulares que patrocina Estados Unidos.
"El gobierno central tiene que mantenerse independiente de los acontecimientos del Plan Colombia, reforzar el desarrollo social y económico en la frontera y, como se viene haciendo pero no en la proporción que se requiere, aumentar la seguridad", explicó.
Redacción Tulcán
Una patrulla de aproximadamente 40 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) incursionó el fin de semana en la comunidad San Marcos, ubicada al noroccidente de Carchi, Ecuador, informó ayer la Gobernación.
Según las versiones de varios testigos, los subversivos recorrieron aproximadamente 20 kilómetros de territorio ecuatoriano y después retornaron a Colombia.
Los insurgentes estaban armados y vestidos con uniforme militar de campaña, color verde olivo. Según las versiones, los desconocidos no conversaron con nadie y tampoco armaron campamentos.
El gobernador de la provincia, Bolívar Chamorro, señaló que los guerrilleros fueron vistos también por militares que permanecen en la zona, los cuales vigilaron detenidamente todos sus movimientos.
Chamorro informó que se trató de una "incursión accidental" por lo cual los militares ecuatorianos no actuaron para obligarlos a regresar a su territorio. "Considero que fue una actitud mesurada y de acuerdo a lo que me informaron no fue un evento de mucho riesgo. Y lo mejor de todo es que no hubo enfrentamientos".
Es la primera vez que en este sector de la frontera, que abarca a las parroquias de El Chical y Maldonado, se registra una incursión guerrillera. De acuerdo a informes de Inteligencia Militar, se conocía que los subversivos pasaban vestidos de civil y sin armas a abastecerse de productos en las ferias y a realizar averiguaciones sobre la presencia de desconocidos. Ambas poblaciones limitan con poblados colombianos como Tallambí, que son de dominio guerrillero.
Este hecho alertó a los comandantes provinciales de la Fuerza Pública, que anteayer mantuvieron una reunión reservada con el Gobernador. Chamorro se limitó a decir que se acordó fortalecer los patrullajes militares a lo largo de los 175 kilómetros de frontera que separan a Carchi, en Ecuador, con el departamento colombiano de Nariño.
La amenaza crece pese a que grupos de élite del Ejército ecuatoriano realizan entrenamientos en la zona fronteriza. La semana pasada, 50 oficiales de la Academia de Guerra de la Fuerza Terrestre ejecutaron pruebas de defensa interna y patrullajes de riesgo. Además, se sobrevoló la zona en helicópteros para hacer reconocimientos del terreno. Y la Brigada de Infantería 13 Pichincha, con sede en Alóag, ejecutó ejercicios de entrenamiento en Carchi, entre el lunes 9 y el viernes 13 últimos.
En el Batallón de Infantería Motorizada Galo Molina, en Tulcán, hay hermetismo por el tema, pero este Diario confirmó que no hubo enfrentamientos y que los guerrilleros abandonaron el mismo día el poblado de San Marcos, que es habitado por miembros de la comunidad indígena Awa.
La incursión se produjo pese a que la semana pasada Raúl Reyes, uno de los siete integrantes del Secretariado de la guerrilla, indicó que las FARC no operan en Ecuador. "El hecho de que nos movamos por donde podamos, en nuestra condición de organización clandestina, no implica ninguna acción perturbadora contra las autoridades y pueblos vecinos de Colombia", dijo Reyes.
Redacción Ibarra
El mes anterior la Policía Nacional encontró 720 escarapelas con el logotipo FARC-Ejército del Pueblo, en un almacén del Comité del Pueblo, en el norte de la capital, tras un seguimiento iniciado en Otavalo.
El indígena John Humberto Bonilla Guitarra, dueño del almacén, no pudo explicar el origen y destino de ese material. Sin embargo, este caso sería solo la punta del ovillo de un tráfico permanente.
El mayor cargamento bélico descubierto en Imbabura fue encontrado el 22 de noviembre de 1999, en la localidad de Mascarilla.
En aquella ocasión, se encontraron 31 granadas de mano, 5 000 proyectiles, calibre 7,62; 5 000 proyectiles, calibre 7,62, y un rifle marca Marilyn, modelo 60, calibre 22, en una buseta de la Cooperativa San Cristóbal. Las armas estaban camufladas en cajas de cartón.
La encomienda iba de Guayaquil a Tulcán, sin guía, sin permiso y sin propietario.
[fuente]
http://www.elcomercio.com.ec/noticias.asp?noid=129025
http://www.elcomercio.com.ec/noticias.asp?noid=129004
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