Una masacre paramilitar desplazó a 250 colombianos a Puerto Mestanza, Amazonía ecuatoriana

Diario El Comercio, edición digital

Viernes, 12 de Noviembre del 2004

 

Redacción Nueva Loja

Una masacre paramilitar en la vereda El Afilador, ubicada a 15 minutos de Puerto Mestanza, ocasionó el flujo masivo de refugiados en las riberas del río San Miguel.

Ayer, en la mañana, el ruido de los motores fuera de borda era incesante. Los desembarques de colombianos crecieron en el pequeño atracadero de Puerto Mestanza, del lado ecuatoriano. En los patios y viviendas del caserío, que está en la parroquia General Farfán, decenas de mujeres, niños y jóvenes deambulaban a la espera de sus familiares.

En una esquina del poblado, una mujer caminaba intranquila. Entre sus brazos sostenía a un infante de 9 meses.

Fijaba su mirada en las canoas que llegaban desde las veredas el Afilador, Dios Peña, Albania y Las Brisas.

Vestía un pantalón corto, botas de caucho y una blusa negra. Un fardo lleno de pañales, ropa y sábanas le acompañó en su escapada. "Salimos porque los paramilitares masacraron a nuestra gente", contó temerosa y volvió sus ojos al río en busca de sus familiares.

Recordó que la masacre ocurrió el domingo en la madrugada en El Afilador. "Los paras llegaron y con lista en la mano comenzaron a buscar a supuestos cómplices de la guerrilla. Les ataron y luego los mataron a bala o cercenados con motosierras".

A su lado, un ecuatoriano que también huyó de esa vereda colombiana dijo que su cédula ecuatoriana, que guardaba como un tesoro en su billetera, lo hubiera salvado si los armados lo agarraban. Contó que en su huida vio morir a un paisano."Querían terminar con todos. A mi amigo le dieron segundos para que corriera y luego le echaron bala".

El colombiano Jairo, otro de los 250 desplazados que llegaron desde El Afilador, lamentaba la muerte del "Negro" Victorio, quien era su amigo. "Le ataron a un poste; luego le mutilaron los testículos".

Entre sus dedos tenía un billete de 2 000 pesos, su único capital. Hoy anhela conseguir refugio y un trabajo en el país.

Mientras, Carlitos, de ocho años, que escapó con su madre, paseaba por el centro de Puerto Mestanza con las manos en los bolsillos. Sube y baja de las "rancheras", que cubren la ruta Puerto Mestanza-Nueva Loja. Le parecen muy similares a las "chivas" colombianas. En carros parecidos viajó en varias oportunidades a La Dorada, Hormiga y San Miguel (Colombia).

A las 14:00 sintió hambre, pero debió conformarse con observar las vitrinas llenas de alimentos de la tienda de la esquina. "Extraño mi casa. Allí sí teníamos qué comer", dijo, mientras sus ojos se humedecían. Otros 103 niños cruzaron la frontera con su padres.

Los relatos de los colombianos que llegaron a Puerto Mestanza pusieron en vilo a los pobladores locales. La mayoría cerró sus casas y optó por viajar a Nueva Loja.

En los poblados ecuatorianos Corazón Orense, 9 de Marzo, Luis Bermeo, Frontera y Santa Marianita, la presencia de refugiados era evidente.

"No tenemos dinero. Ayúdenos por favor", repetía una mujer desplazada a un taxista que emprendió su retorno.

Al anochecer, el ambiente en el puerto era desolador. Ecuatorianos y colombianos aligeraban el paso. En este sector muy pocos pudieron conciliar el sueño. Algunos moradores prefirieron marcharse a poblados alejados de la ribera del San Miguel. "Nosotros también estamos amenazados por los paras", comentó un colombiano que habita en la zona.

Un canoero ecuatoriano murió

Las acciones armadas ilegales colombianas incrementaron el terror a lo largo de la frontera común. Un grupo de desplazados que el sábado salió desde San Carlos (Colombia) denunció que una columna paramilitar victimó a tres personas en el lado colombiano de la Balastrera.

El sitio está ubicado junto al río San Miguel. El hecho, que fue confirmado por los oficiales del destacamento policial de la parroquia General Farfán, terminó con la vida de un canoero ecuatoriano y dos jóvenes colombianos. El Ejército y la Policía organizaron sendos patrullajes para proteger la zona y encontrar los cuerpos de las víctimas que fueron lanzadas al río.

El temor también se incrementó en las familias de Puerto Nuevo. Allí se denunció que el Ejército colombiano lanzó una sustancia explosiva en fincas ecuatorianas, acción que no fue comprobada por las Fuerzas Armadas Ecuatorianas del sector.

El control

A Las solicitudes

Según un informe de Isamis, Acnur, Cancillería y la Policía, en Nueva Loja se registraron unas 7 546 solicitudes de refugio, desde el 2000.

A En este año

Los 250 colombianos de El Afilador se sumarán a los 666 solicitantes de refugio que se presentaron este año en Sucumbíos.

A Los militares

Las Fuerzas Especiales 24 Rayo arribaron el martes a Puerto Mestanza para confirmar lo ocurrido.

 

[fuente]
http://www.elcomercio.com/noticias.asp?noid=109023

 

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