La necesidad de caminar en minga

Quincenario Tintají, nº 46

Editorial

Quito, Junio de 2004

 

Eduardo Delgado decía durante la marcha convocada por diferentes sectores sociales desde El Arbolito hasta la sede de la Asamblea de la OEA que "es necesario seguir caminando porque si nos sentamos para hacer una pausa quienes corren tratando de llevarse el país, nos sacarían una ventaja mucho mayor de la que tienen hoy".

Nos quedamos con esa necesidad de caminar que tienen los pueblos. Aveces despacio, aveces apurados de más, pero siempre caminando. Siempre construyendo caminos, siempre buscando horizontes. La situación económica, social y política que viven el país y la región nos está mostrando que éste es un momento crucial y es mucho más importante la actitud consiente de caminar.

Caminar como lo están haciendo los pueblos indígenas, que a pesar de los problemas, de los intentos de división por parte del gobierno, de las traiciones, siguen en minga y han logrado iniciar una movilización que vuelve a llamar la atención de ese país dormido y sentado al costado del camino.

Caminar, como lo están haciendo las provincias de Sucumbíos y Orrellana de cuyas entrañas sale el petróleo que sostiene al país pero su gente vive en la pobreza extrema, olvidada por los gobiernos. Pero a pesar de esa realidad han logrado mantener un paro biprovincial ejemplar diciendo NO al Plan Colombia que trae la guerra a casa y exigiendo un mayor desarrollo para la frontera.

Caminar como lo hicieron el 1 de Mayo, Día de los Trabajadores, las organizaciones que integran el Frente Popular.

Caminar, como lo hacen siempre los/as jóvenes libertarios/as, cristianos, indígenas, mestizos, rockeros/as, hip hoperos/as, punkeros/as, gritando su utopía y sin burocratizar la esperanza.

Caminar como lo hacen algunos alcaldes y diputados que desde su labor institucional trabajan por un país mejor y sin desligarse de los sectores sociales a los que representan.

Caminar en paso conjunto, minga de pasos compartidos, como parecen que quieren hacerlo las diversas organizaciones sociales y políticas que realizaron la marcha conjunta hacia la OEA y que asumieron un programa y un manifiesto conjuntos.

Esa acción unitaria, como la de Sucumbíos y Orellana, nos muestra que la minga por la unidad de los movimientos sociales y los sectores de izquierda y centro izquierda es posible siempre que se deje a un lado el sectarismo, siempre que no aparezca un grupito queriendo hacer valer su "manifiestito" por encima de la palabra surgida de la minga.

Cuando todos los pasos sean en minga y los caminos se junten, otro gallo cantará.

 

Portada |  Organizaciones |  Comunicados |  Noticias