Elsie Monge, activista de DDHH, visitó Yanayaku, tras el allanamiento militar sufrido por esta comunidad

Jorge Imbaquingo

Diario El Universo, edición digital

Guayaquil, 30 de mayo de 2004

 

Yanayacu, Pastaza (Amazonía ecuatoriana)

La hora de almorzar estaba lejana. Recién eran las 14h30, aunque no importaba. En Yanayacu se desayuna muy por la mañana y se vuelve a comer antes de que se oculte el sol. Así, todos estaban concentrados en sus labores. Era viernes, 30 de abril. Un contingente del Ejército tenía una orden de allanamiento.

El 11 de ese mes, Orli Illanes, poblador de Garzayacu, denunció que vio a elementos armados cerca de su propiedad. Desde el día 17, el Ejército efectuó una operación de barrido en el sector de Pastaza, fronterizo con Perú.

En la estrategia estaba escudriñar la comunidad Yanayacu, 35 km al norte de la zona del avistamiento de los armados. Por coincidencia, Illanes se encuentra ahora refugiado en Yanayacu, luego que la casa de sus padres, en Garzayacu, fuera incendiada.

Una visita así no es normal en Yanayacu. En otras ocasiones -recuerda Eduardo Viteri-, los militares solían llegar para conversar o jugar.

Jorge Dagua, presidente del sector, comenta que los militares llegaron con una sola intención. Querían respuestas: llegaban para saber si en esa población tenían armas, podía ser un centro de logística para grupos irregulares o había plantaciones de coca”.

Marco Rentería, comandante de la Brigada 17 Pastaza, estuvo al mando de la operación, a la que calificó como de reconocimiento. Según él, en este operativo no hubo maltrato a los pobladores. “El soldado ecuatoriano jamás va a hacer algo en contra de algún ciudadano ecuatoriano, y menos contra personas que están dentro de la ley”, aclaró.

Elsie Monge, de la Comisión Ecuménica de los Derechos Humanos, visitó la zona el pasado lunes y afirmó que sí hubo violación a los derechos humanos en Yanayacu.

“Fueron amedrentados con una presencia masiva y repentina. La gente no sabía lo que pasaba. Los helicópteros se asentaron en las chacras. Sufrieron un perjuicio y si esto se queda así, como que no ha pasado nada, cualquier rato vuelve a suceder. Eso sí creo que es violación a los derechos de ciudadanos”, explicó.

Yanayacu (Río Negro, en castellano) tiene un centro de capacitación de líderes, que consta de tres áreas. A un lado existe un comedor y aulas. La otra sección tiene dormitorios para 20 personas y en una casa adjunta vive una familia.

“Si se va a buscar guerrilleros no se puede ir en ropa deportiva”, afirmó Rentería y explicó que para sus operaciones, los militares siempre andan armados.

La comunera Charo Viteri aseveró que los uniformados preguntaron de todo, incluso su posición con las petroleras y si tenían conexiones con la gente de Sarayacu, opuesta a esa actividad. Los niños están asustados hasta ahora.

 

[fuente]
http://www.eluniverso.com/

 

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