Ecuador al borde del golpe militar

Heinz Dieterich

Rebelión

29 de mayo de 2004

 

A las 12:30 suena el teléfono celular del Coronel. Su cara se tensiona. "Está confirmado el golpe militar para la noche del domingo al lunes", dice. "¿Cuál es tu fuente?", pregunta interposita persona. "Un general en activo", contesta. "Es la tercera confirmación independiente en este día".

Minutos después el teléfono suena de nuevo. "La Policía Nacional en Santo Domingo se ha unido al golpe." El primo hermano del presidente Lucio Gutíerrez, el General Vega Gutiérrez, actualmente tercero en la cadena de mando de la Policía Nacional, será nombrado nuevo Comandante General de la Policía durante la asonada militar.

El escenario del coup d´etat planeado por Gutiérrez, quien se ha ausentado oportunamente del país por la Cumbre Euro-Latina en Guadalajara (México), prevé la ocupación militar del Congreso en la noche del domingo, 30 de mayo, con su consiguiente disolución mediante decreto, dado a conocer en la madrugada del lunes, 31 de mayo.

La cabeza militar del Fujimorazo ecuatoriano es formada por un grupo de generales, encabezados por el Ministro de Defensa, General Nelson Guerrera, con el apoyo de algunos sectores de las Fuerzas Armadas, particularmente, de las unidades pertenecientes a la Brigada de Fuerzas Especiales, estacionada cerca de la Capital, en Latacunga, con 1,500 efectivos, y en otros cuarteles como Esmeraldas y Sucumbios. Participa también un sector importante de la Policía Nacional bajo la conducción del primo hermano de Gutiérrez.

La cronología del golpe militar del Presidente entró en su fase decisiva el jueves, 27 de mayo, a las 18:00 hrs. Fue en este momento que los partidos políticos más importantes del Congreso llegaron a un acuerdo para destituir a Gutiérrez, bajo la figura jurídica constitucional de "abandono del cargo", utilizando como causal los quince viajes realizados por el Presidente en sus apenas 16 meses de desgobierno.

El Partido Socialcristiano de la oligarquía guayaquilera, controlada por su eterno jefe León Febres Cordero; la Izquierda Democrática de Rodrigo Borja; los "chinos" del Movimiento Popular Democrático (MPD) y el partido político de los indígenas, Pachacutik, entre otros, tienen más de los 51 votos requeridos para destituir a Gutiérrez.

A las 18:30 hrs el Servicio Secreto del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas informa al Ministro de Defensa, que el poder civil opositor ha logrado los votos necesarios para terminar constitucionalmente con el mandato del ex Coronel. Esa misma noche, el brazo armado de Gutiérrez planea el golpe.

El domingo, 30 de mayo, a su regreso de la Cumbre de Guadalajara, Gutiérrez firmaría el decreto de disolución del Congreso; las tropas escogidas copan el Congreso y los centros neurálgicos de Quito y Guayaquil; una alocución de madrugada del lunes, 31, en cadena nacional, daría a conocer la nueva situación política, incluyendo la declaración del Estado de Emergencia, con la suspensión de los derechos civiles.

Ante las protestas civiles esperadas y anunciadas por el "levantamiento indígena", se han preparado agentes de los servicios secretos y francotiradores que, siguiendo el patrón del golpe militar contra Hugo Chávez en abril del 2002, matarían a líderes de las luchas populares.

A tal fin se disfrazarían como miembros del llamado "Grupo de Combatientes Populares" (GCP), jóvenes que suelen participar en las manifestaciones encapuchados y con pistolas, sembrando el caos y disparando a los líderes sociales.

Aunque la mayoría de votos y el anunciado "levantamiento indígena" son los motivos principales del coup d´etat, hay otras poderosas razones para el complot.

1. La popularidad de Gutiérrez ronda el cinco por ciento, igual a la de Toledo en Perú, de tal manera que no tiene futuro institucional, por falta de apoyo popular y partidista.

2. El Ministro de Defensa, el Jefe del Comando Conjunto, General de División Octavio Romero y el Comandante General de la Marina, Almirante Rosero, están bajo proceso de investigación por la Comisión de Fiscalización del Congreso, por "abusos administrativos de lanchas y aviones para un paseo turístico con sus familiares en los Galápagos". La disolución del Congreso les salvaría de la investigación.

3. Entre los conspiradores hay seis generales que esperan su ascenso a generales de división; ascenso que obtendrán si participan en la asonada. Entre ellos el General de Brigada Jorge Zurrita, incondicional de Gutiérrez, quién sería designado Comandante General del Ejército. Otros generales de la conspiración, como el General Jorge Miño, quién controla el servicio secreto militar, se encuentran bajo investigación del Congreso por corrupción y tienen, por lo tanto, fuertes motivos personales para apoyar el golpe.

4. En una medida preventiva del golpe, Gutiérrez adelantó la fecha de relevo de todos los comandantes de las unidades operativas, originalmente planeada para mediados de junio, para que sus compañeros de promoción asumieran los mandos de estas unidades, al igual que puestos claves en el Ministerio de Defensa.

Al caer la tarde sobre Quito se informa que Gutiérrez adelantó su regreso al Ecuador para este sabado, motivado por un posicionamiento del Estado Mayor que le hizo saber que no hará nada para destituirlo, pero que tampoco hará nada para defenderlo. Además, planteó la necesidad de una salida negociada a la crisis con varias condiciones no negociables, entre ellas, la sustitución del Ministro de Defensa, de sectores de la jerarquía militar y de un acuerdo con los socialcristianos de Febres Cordero.

Se supone también que la presidencia de facto del Ecuador, la embajada de Estados Unidos, le ha hecho saber que debe negociarse el cambio en ciernes. Un golpe sangriento patrocinado por Washington, a pocos días de la reunión de la OEA en Quito, causaría un problema casi insuperable de legitimación para Washington, ante la segura condena de los más importantes países de la región.

De tal manera que la negociación se dará probablemente, bajo la sombra de la amenaza de la destitución y del levantamiento indígena, de un lado, y la amenaza del golpe militar de Gutiérrez, por otro.

Lo que nuevamente está ausente en este escenario, al igual que durante la destitución de Bucarám y de Yamil Mahuad, es un proyecto de Patria ecuatoriana- Patria Grande que sería la única posibilidad de las fuerzas populares e indígenas, de romper el ciclo estéril de asonadas y levantamientos que siembre terminan en triunfos de la oligarquía.

[sábado, 29.5.2004. 10:00 hrs]

 

[fuente]
http://www.rebelion.org/dieterich/040530dieterich.htm

 

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