Quito, 23 de febrero de 2004
Varios analistas sostienen que Washington busca el involucramiento total del país en su estrategia militar regional. La deportación de Simón Trinidad y la elaboración de la matriz de seguridad son los principales síntomas.
Cuando el ´comandante Simón Trinidad´ fue detenido el 2 de enero en Quito, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reconocieron que ese guerrillero fue enviado a Ecuador por orden de su alto mando, el Secretariado de la subversión.
En un comunicado, el 13 de enero, la guerrilla dijo que ´Trinidad´ cumplía una misión clandestina para buscar un acercamiento con la ONU y Francia, para negociar el canje de prisioneros, entre ellos el de la ex presidencial secuestrada, Íngrid Betancourt.
Al cabo de un mes, esa captura tuvo dos efectos directos en el país. Por un lado, la guerrilla desactivó sus células operativas en Quito, dedicadas, según decían sus voceros, a establecer nexos internacionales o a garantizar áreas de descanso.
Los insurgentes que caminaban por Quito vestidos de civil se replegaron a la selva del sureste de Colombia y perdieron, hasta el viernes, todo nexo con un centenar de ecuatorianos (dirigentes gremiales, ex militares, pensadores...) a los cuales frecuentaban desde los años 90.
El otro efecto fue el involucramiento político del país en el conflicto de Colombia. Por primera vez, un funcionario de Gobierno, de la Intendencia de Pichincha, resolvió deportar a Colombia a un guerrillero de las FARC detenido en el país.
Esa medida "cambió el escenario para Ecuador" según el violentólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Fredy Rivera. "Hasta mediados del 2003, el país aún debatía su participación en el Plan Colombia; ahora los militares admiten que no se puede asumir una posición neutral".
El especialista dice que eso implica la participación directa en el Plan Colombia; "es lo que EE.UU. ha buscado: militarizar la frontera para atender asuntos, como Migración, por eso sorprende que militares de Ecuador y Colombia se reúnan y avalen la idea de conseguir un convenio de interdicción marítima, para controlar el flujo de migrantes", aseguró.
Según el investigador del Plan Colombia, Guillermo Navarro, no fue casual que la reunión del 14 de enero en el Swissotel de Quito, entre oficiales del Comando Sur de EE.UU. y militares del Comando Conjunto de las FF.AA. de Ecuador, haya ocurrido dos semanas después de esa detención.
"El creciente involucramiento de las FF.AA. en el conflicto forma parte de un proyecto a largo plazo que dirige Washington. El objetivo de Estados Unidos con el Plan Colombia es la ocupación de la Amazonia, fuente energética y de agua".
Esa percepción es desmentida por el Gobierno de EE.UU., Glen Warren, vocero de la Embajada de ese país en Quito, dice que "no hay el propósito de involucrar a Ecuador en el conflicto de Colombia. Tampoco tenemos intereses económicos o militares en la Amazonia, queremos preservar el medio ambiente. Por supuesto, hay compañías y empresas que tienen sus intereses económicos, como en cualquier otro país, pero como Gobierno no hay intereses".
Según Rivera, la reunión sí fue un reflejo del grado de involucramiento de Ecuador en la estrategia militar regional dirigida desde el Comando Sur. "Un buen termómetro es el sistemático fortalecimiento de la Policía, con dinero de EE.UU., paralelo a la disminución de la ayuda para las FF.AA., que no es casual".
Rivera y Navarro creen que parte de la estrategia es menoscabar a las FF.AA. para justificar, en el futuro, la intervención de una fuerza extranjera: quizá multinacional.
Rivera cree que un signo de la debilidad institucional de las FF.AA. fue evidente en esa reunión. El ministro de Defensa, Nelson Herrera; el jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., general Octavio Romero, y el jefe del Ejército, general Luis Aguas, dicen que no conocían del contenido de los temas tratados en esa cita, a la cual fueron 30 militares del país y delegados del Grupo Militar de Estados Unidos.
En la cita, las partes dieron aval a 200 actividades militares, entre las cuales constan la interdicción marítima, entrenamiento, la adecuación de una pista en Galápagos, soporte en Inteligencia, equipos, etc. Según el Tcrn. Édison Narváez, vocero de Defensa, al Ministro no se le comunicó de esa cita. Eso, según un General del Ejército en retiro, implicaría que el mando militar ha perdido autoridad y que el Grupo Militar resuelve sus dudas con mandos medios.
Narváez lo niega. Warren también descarta esa posibilidad. "El documento revisado fue preparado para discusiones; no es la base de un acuerdo ni de un compromiso. Siempre hay discusiones entre EE.UU. y Ecuador. No podemos proveer toda la ayuda como antes, pero siempre hay discusiones, a diferentes niveles, sobre la cooperación entre Ecuador y EE.UU.".
Según el vocero, EE.UU. considera que "Ecuador debe proteger su frontera para impedir el flujo de armas y gente, para asegurar la seguridad".
"Elementos vitales, como el petróleo, el agua, la tierra, el oxígeno, son, hoy, objetivos estratégicos" (Octavio Romero, Jefe de las FFAA)
Fuente: http://www.elcomercio.com.ec/noticias.asp?noid=86692