Quito, 18 de febrero de 2004
El reforzamiento de la seguridad de la frontera norte es prioritaria para el Comando Sur de Estados Unidos, para garantizar la estabilidad regional, siempre amenazada por la guerra interna colombiana.
En esta perspectiva, las autoridades del Comando Sur se han reunido permanentemente con altos oficiales ecuatorianos para delinear una estrategia militar conjunta. Según dos militares del Ejército consultados por este Diario, esa estrategia ya está en marcha y su carta de navegación es la Matriz de Asistencia al Ecuador, cuyos lineamientos generales fueron revelados ayer por este Diario.
La matriz, que fue discutida por militares ecuatorianos y estadounidenses el 14 y 15 de enero en Quito, incluye más de 200 actividades, bajo siete ejes: el control y seguridad de la frontera norte; la interdicción marítima de migración ilegal; la seguridad de los puertos marítimos; las operaciones antiterrorismo; la recopilación y análisis de información de inteligencia; las operaciones de información y el desarrollo profesional.
La cabeza visible de la estrategia es el jefe del Comando Sur, James Hill. Desde el 2002, el general Hill ha estado cuatro veces en el país, para verificar el desarrollo de los operativos de seguridad en la frontera norte y la operatividad de la Base de Manta, que es la punta de lanza del espionaje electrónico en la región.
Ayer, Glen Warren, vocero de la Embajada de Estados Unidos en Quito, explicó que la reunión del 14 de enero fue un intercambio de iniciativas entre militares de ambos países, sin la participación de miembros del Alto Mando.
En representación del Comando Sur participó un teniente coronel, cuya identidad se mantuvo en reserva. "Hubo un intercambio de ideas sobre las necesidades de los militares ecuatorianos en la frontera. No existió una discusión puntual sobre fondos o el financiamiento de algún proyecto", puntualizó.
Según Warren, el oficial encargado de la exposición llegó al país antes del general Hill, que mantuvo otros encuentros con oficiales ecuatorianos.
Uno de los militares ecuatorianos que participó en la reunión del 14 de enero dijo que el militar estadounidense del Comando Sur expuso en power point el resumen del plan integral de seguridad, cuya matriz fue validada por los gobiernos de EE.UU. y Ecuador.
Ese plan -agregó el militar- se aplica con mayor celeridad desde que Lucio Gutiérrez llegó al poder, en enero del 2003.
Uno de los puntos medulares incluidos en la matriz de asistencia es la operación combinada de interdicción.
Hugo Unda, ex ministro de Defensa, aclaró que durante la administración del ex presidente Gustavo Noboa "el Ecuador mantuvo una política firme de no intervención en el conflicto armado colombiano y nunca llegó a acuerdos sobre la interdicción aérea".
La interdicción aérea consiste en el derribo de aeronaves que vuelan ilegalmente en espacio aéreo ecuatoriano.
Otro de los puntos más significativos de ese plan maestro es la construcción de pistas de aterrizaje en las zonas costaneras y de puertos de inspección en Machala y Esmeraldas. Además, se prevé el apoyo de facilidades aéreas en Guayaquil, Manta, Machala y Esmeraldas, cuyo financiamiento está por definirse.
También se detalla el reforzamiento y creación de batallones de 720 miembros, así como el mejoramiento de la infraestructura de locaciones antiterroristas en varias zonas críticas del país.
En la matriz además se detalla la necesidad de adquirir equipamiento y armamento individual, para facilitar las operaciones de asalto aéreo.
Para las operaciones fronterizas se prevé la consecución de fondos para equipos nocturnos de visión.
El soporte de las operaciones de Inteligencia Militar serán las comunicaciones. En este campo se extenderá o mantendrá el sistema de microondas estratégicas y una red telefónica de alta tecnología.
Los equipos de comunicaciones se mejorarán en Orellana, Sucumbíos, Carchi, Imbabura y Esmeraldas, según el documento facilitado por un oficial del Ejército.
El plan de seguridad establece la necesidad de desarrollar una aviación compartimentada y facilidades portuarias en las Islas Galápagos.
Las operaciones serán precedidas por ejercicios de entrenamiento entre personal de la Armada y la Policía de Ecuador y militares de EE.UU.
Por último, una de las subtareas básicas es el mejoramiento del intercambio de información entre los militares.
Desde su primera visita a Ecuador, el 15 de octubre del 2002, el general James T. Hill, jefe del Comando Sur de EE.UU., fue directo. Habló de la necesidad de regionalizar la seguridad para frenar la violencia en Colombia.
Ese día, Hill se reunió con el entonces presidente Gustavo Noboa, el ministro de Defensa Hugo Unda y el en ese momento jefe de las FF.AA., general Óscar Isch. La Embajada de EE.UU. informó que después de la visita de Hill, funcionarios estadounidenses y ecuatorianos iniciaron conversaciones sobre un acuerdo de interdicción marítima, "vital para la seguridad hemisférica".
El 18 de octubre del 2002, el general Isch desmintió a EE.UU. sobre esas conversaciones. "No se ha pedido en absoluto ni oficial ni extraoficialmente, un acuerdo" de interdicción marítima.
La respuesta de las FF.AA. de Ecuador fue ratificada luego por el ministro Unda, quien habló de la soberanía del país.
A inicios de marzo del 2003, tras la posesión del presidente Lucio Gutiérrez, los ministros de Defensa, cancilleres y jefes militares de la región participaron en una reunión regional de seguridad en Bogotá. Solo una semana después, el 17 de marzo, Hill estuvo en Ecuador. Ahí insistió: "aún se trabaja en el acuerdo de interdicción marítima con Ecuador".
Entonces, la cúpula militar y el gobierno de Gutiérrez no lo desmintieron. A semana seguida, el 30 de marzo, Hill recibió en Miami a los jefes militares de Ecuador, general Oswaldo Jarrín, y Colombia, general Jorge Enrique Mora. El diálogo secreto fue en el cuartel central del Comando Sur.
[Fuentes]
http://www.elcomercio.com.ec/noticias.asp?noid=86297
http://www.elcomercio.com.ec/noticias.asp?noid=86307