Quito, 17 de febrero de 2004
Las puertas de metal del ingreso a tres pabellones del ex penal García Moreno de Quito fueron soldadas. Los reos utilizaron las máquinas del taller mecánico que está en el presidio y que es parte de la capacitación que reciben los reos para su rehabilitación.
Antier, los 866 presos de esa cárcel impidieron el ingreso del personal de vigilancia luego de que 321 personas adultas y aproximadamente 50 menores de edad ya estaban dentro. El director del centro, Mentor Albán, dijo que cerca de 1 300 personas, entre presos y visitas, estaban dentro.
Las visitas fueron retenidas para que las autoridades del Ministerio de Gobierno, de la Dirección de Rehabilitación Social y del Consejo de Rehabilitación Social analicen 11 peticiones del Comité Nacional de Prisioneros.
Ayer, el director del sistema carcelario, Fernando Cassis; el representante de la defensoría del Pueblo, Romeo Silva; el director del ex penal, Mentor Albán; la activista de DD.HH., Sonia Andrade, y tres representantes de los reos: César Fernández Cevallos, Raúl Hernández y Manolo Izaza se reunieron para llegar a acuerdos.
El dirigente que lidera la protesta, Washington Grueso, no salió a dialogar. El vocero, que está acusado de plagio, permaneció en el pabellón ´B´.
Al iniciar esa reunión, el personal de seguridad era informado que en las cárceles dos, tres, de mujeres y el Centro de Detención Provisional también se iniciaron revueltas.
Al mismo tiempo, las labores de auxilio comenzaron. Tres socorristas de la Cruz Roja ingresaron al interior del presidio para revisar a varios niños que presentaron problemas estomacales. Otros ocho fueron hasta las terrazas del panóptico para bajar, mediante cuerdas, comida.
En el ex Penal, los diálogos no tuvieron resultados. Fernando Cassis, director del sistema, señaló que espera que los reos depongan su medida lo más pronto. Los representantes de los presos informaron que pedían la presencia del ministro Raúl Baca, y que comunicarán del diálogo al Comité de Prisioneros.
A las 13:30, Romeo Silva, de la Defensoría, comprobó esa posición luego de ingresar hasta la puerta soldada que da a los pabellones. Se escucharon gritos: "vamos a morir aquí si es el caso", "apoyamos a Washington (Grueso)". Hasta el cierre de esta edición (17:00), los reos no decidían sobre la libertad de las visitas.
En cinco hojas, los presos piden la aprobación de una nueva Ley de Ejecución de Penas, que se reúna el Consejo de Rehabilitación -el cual no ha sesionado cuatro meses- y que se los incluya en el plan para la emergencia carcelaria.
Asimismo, que se nombre al Director definitivo del sistema -el 90 por ciento de cargos altos en Rehabilitación son manejados por encargados- y que el Congreso anule la figura penal de la detención en firme.
Exigen a las embajadas que brinden asistencia humanitaria y legal a los extranjeros presos, que una veeduría regule los servicios básicos de las cárceles, entre otras.
Fuente: http://www.elcomercio.com.ec/noticias.asp?noid=86228