Bogotá, 23 de octubre de 2003
Las nacionalidades indígenas del vecino país observan con preocupación la situación de violencia, guerra y hambre por la que atraviesa Colombia. Para uno de sus representantes, Tzamarenda Naychapi, oriundo del pueblo Shuar, sólo luchando por la paz encontraremos la paz, pero si luchamos por la guerra encontraremos guerra.
El vecino país del Ecuador cuenta con por lo menos 20 nacionalidades indígenas, lo que en el medio colombianos se conoce como pueblos o etnias indígenas. Su población asciende a más de 3 millones de habitantes, equivalentes a por lo menos el 60% del total nacional. En los últimos años, este país ha sido receptor masivo de población colombiana que huye de la guerra, del hambre y de la muerte, generados por más de 50 años de conflicto social armado, de las desigualdades sociales que provoca el modelo económico y del narcotráfico.
También han llegado a ese país los vientos contaminados de las fumigaciones con glifosato, afectando a las poblaciones indígenas y campesinas ubicadas en la franja de los ríos San Miguel, Chone 2 y Puerto Nuevo, noroccidente ecuatoriano.
Actualidad Étnica entrevistó a Tzamarenda Naychapi, Montaña Alta, indígena de la nacionalidad Shuar, pueblo ubicado en las provincias de Morona Santiago, Pastasa y Zamora Chinchipe, con más de 40 mil habitantes, quien nos habló sobre la percepción que en ese país tienen sobre la coyuntura que vive Colombia.
¿Cuál es su percepción de la coyuntura que atraviesa Colombia?
Es lamentable que Colombia, un país tan lindo y hermoso, de tanta gente, que tiene esa esperanza de superarse, esté involucrada con este terror que está generándose por todos los rincones del país. Nosotros nunca hemos vivido y nunca se querrá vivir esa realidad tan dura y difícil que viven los colombianos; nos solidarizamos con lo que están viviendo y sufriendo.
¿Cómo los ha afectado el conflicto armado de Colombia, especialmente en el caso de las comunidades indígenas?
En lo que respecta al impacto en nuestra nación, especial en la parte nororiente, ha sido terrible. Ha sido un arduo trabajo recibir a los hermanos de Colombia que han ingresado por persecución de militares, paramilitares o de las FARC EP. El impacto es terrible porque se ha generado una gran expectativa por el terrorismo, por la violencia, la criminalidad y la venta de estupefaciente. Nosotros estamos afectados directamente y esperamos que el gobierno colombiano, que los pueblos indígenas de ambas naciones busquen una solución, y todos deben aportar a conseguirla. Los que estamos inmersos en esta problemática como lo es Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, tenemos que aportar cuanto sea posible, y no solamente aportar un asilo como lo quería hacer el presidente de Ecuador, sino, hay que buscar una convicción de un proyecto de sensibilización para concretar, de ser posible, el convencimiento de las fuerzas que están desarrollando el conflicto, tan nocivo y destructivo para todos.
En tal sentido ¿cuál sería una posible solución?
Las armas con las armas no son la solución de los problemas, más bien el acercamiento como seres humanos, como hermanos, buscando una mejor relación; sería la forma de convencernos de que vamos a terminar con este problema, me veo tan involucrado, porque Colombia y Ecuador están pegados, como decía un hermano, hasta los colores de la bandera nos hacen hermanos, y por qué no decir la parte espiritual, porque en Colombia hay tantos pueblos indígenas que luchan por las mismas razones. Nosotros estamos trabajando con similares tendencias, pero estamos encarrilados a otro nivel, tenemos nuestras estrategias políticas, nuestros proyectos de desarrollo diferentes a los de Colombia. Para nosotros es terrible mirar cada día la prensa, las noticias, las informaciones de toda esta criminalidad que se está haciendo por conseguir la paz. Para mi, destruir un país, un pueblo, un niño, una mujer, no tiene símbolo de paz, eso genera reencuentros de venganza, y eso puede generar en un futuro mayor impacto y destrucción.
¿Han tenido relaciones o contactos con algún pueblo indígena colombiano?
Estamos pretendiendo acercarnos con los Arahuacos para tratar de conocer un poco más sus sentimientos, su cultura, su comunicación, su identidad, sus posiciones políticas y, especialmente, su sabiduría; quiero conocer que está sucediendo, en qué puedo aportar, por eso hemos venido, con mi otro hermano, Kassip Mashumbora, para ver en qué podemos apoyar. Yo he trabajado 17 años en diferentes organizaciones a nivel nacional en el Ecuador e internacional, y con la poca experiencia que tengo y con el escaso español que manejo, pretendo apoyar con cuantas ideas sean posibles.
¿Qué nos puede contar usted sobre el proyecto de universidad indígena amazónica?
Tenemos que estar actualizados en los conocimientos políticos, tecnológicos y económico, porque solo así estaremos de igual a igual para debatir, para encontrarnos con los poderes que siempre han predominado. Estamos valorando varios proyectos como el de Universidad de Ciencia Ancestral en el corazón de la selva, con nuestras propias leyes, nuestra propia lengua, nuestra propia cultura, y en sus alrededores estarán las facultades de ciencias políticas, ciencias administrativas, ciencias tecnológicas y, en fin, todo lo que repercute la investigación de las universidades internacionales.
¿Cuál sería el objetivo de esta universidad indígena?
Su objetivo es fortalecer el sentimiento y la espiritualidad de los pueblos, para fortalecer las raíces de la convicción, de la tierra, del hombre y del universo, y también para el reconocimiento de las diferentes lenguas, políticas y leyes que se están aplicando y son aplicables. Sobre todo, queremos avanzar en tecnología de investigación a las nacionalidades de todo el mundo, y por eso hemos concentrado a materializar la universidad de ciencias ancestrales con la propia lengua y costumbres culturales.
¿Qué piensan ustedes del ALCA?
Es una pena este proyecto de gigantes. Nosotros, los Shuar, no estamos tan preocupados, porque si nosotros nos resistimos no tiene que haber mayor razón para estar preocupados. Es un proyecto de los Estados Unidos y otros países, el ALCA pretende monopolizar todas sus estrategias para monopolizar y adueñarse de la riqueza que poseemos, y soy concreto con un ejemplo: ¿por qué los europeos y los americanos vienen y hacen pastillas con las plantas cuando los pueblos pueden procesarlas y venderlas? Porque ellos son los que están enfermos, no nosotros. Entonces debemos estudiar, tener laboratorios, procesarlas y venderlas, en ese sentido, ellos son los consumistas. Con la coca ellos son los que la necesitan, ellos son los que consumen su bebida, ellos son los que están enfermos. A nosotros no nos preocupan tanto el poder de los norteamericanos, lo que si nos preocupa son las enfermedades que están creando, contaminando el pensamiento y la filosofía, por eso debemos prepararnos con nuestros propios medios, y queremos generar más potencialidad de resistencia, a parte de la resistencia de planificación y trabajo estratégico, para no vernos involucrados y esclavizados por los occidentales. No quiero mandar a mis hijos a una universidad internacional para que luego regrese rechazando a todo su pueblo.
¿Cómo está el panorama entre los indígenas del Ecuador y su presidente Lucio Gutiérrez?
Existe una muy mala relación, y es una pena para Lucio, porque nosotros estamos bien, y si él quiere salirse pues tiene que salir, por las buenas o por las malas, por las malas me refiero a una invasión de los indígenas, sin armas, porque nosotros tenemos esa capacidad, tenemos los mecanismos y las estrategias posibles, estamos tan capacitados que estamos de igual a igual y podemos manejar la administración de un gobierno, tenemos una capacidad suficiente, y nos hemos preparado para eso, y por eso hemos derrocado tantos gobiernos.
Finalmente ¿cuál es su mensaje a los pueblos indígenas de Colombia?
Que sigamos luchando, y que busquemos de la mejor manera posible la intercomunicación espiritual, oral, con un valor humano, con un valor hermano, y que la solución no está en un gobierno, está en nuestras manos, en nuestros sentimientos y comportamiento. Solo luchando por la paz encontraremos la paz, pero si luchamos por la guerra encontraremos guerra.
Fuente: http://www.etniasdecolombia.org/periodico_detalle.asp?cid=1386