Quito, 17 de octubre de 2003
La problemática de la Amazonía ecuatoriana en los últimos años se ha agravado con la puesta en marcha del Plan Colombia, afirma Fernando Ormaza, oficial de proyectos del Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio, FEPP, quien conversó con Agenot sobre el trabajo que este organismo ejecuta en la región.
El FEPP con el apoyo de organizaciones nacionales e internacionales desarrolla alrededor de 100 proyectos en todo el país y en la región Amazónica cubre dos zonas de gran importancia: Lago Agrio y Coca. Sus proyectos están dirigidos a comunidades indígenas Sionas, Secoyas, Cofanes, kichwas y a colonos organizados y apuntan hacia estrategias de conservación de los recursos naturales y de producción rentable.
Sin embargo, el trabajo de FEPP en Lago Agrio, dice Ormaza, se ha visto dificultado por los diversos conflictos sociales que acarrean los problemas del vecino país. La zona de Lago se convirtió en zona de narco dólares, entonces un narcotraficante llega a Sacha o a Shushufindi y negocia una finca, que normalmente vale 12 mil dólares en 60 o 70 mil dólares, dice el funcionario del organismo.
El panorama de esta zona de la Amazonía ecuatoriana empeora con el problema de los desplazados colombianos que vienen a trabajar al país: Los campesinos de la zona están despechados porque el jornal de Lago Agrio es de 7 dólares pero los campesinos colombianos que huyen de la guerrilla trabajan por 2 dólares diarios. Para el campesino ecuatoriano se vuelve un problema serio la competencia por acceder a un puesto de trabajo, esto implica que el campesino salga de sus tierras y que la migración incremente, llegamos a zonas en donde la mayoría de gente ha salido sostiene el oficial de proyectos del FEPP al hablar de las dificultades del trabajo de la institución.
Las fumigaciones de cultivos ilícitos son otra cara de la problemática social de la zona. Hay una incidencia de las fumigaciones, dice Ormaza, otra cosa es que el estado quiera hacerse el desentendido y decir que las fumigaciones no afectan ni a seres humanos, ni a animales ni a plantas lo cual es totalmente contrario, nosotros hemos tenido datos certeros con fotos de campesinos que han perdido cultivos enteros por la fumigación. Y esto resulta un obstáculo para el FEPP pues Los créditos que FEPP otorga no se pueden recuperar porque los cultivos son devastados.
Sin embargo, esta ONG continúa realizando esfuerzos para llevar adelante un proceso de desarrollo integral, sostenible y capaz de beneficiar a toda la población marginada. Por ello, en Lago Agrio se ha puesto énfasis en la consolidación de las federaciones y organizaciones campesinas indígenas y afro ecuatorianas de la provincia y en su participación en el desarrollo local; y se ha incluido, en el área de derechos humanos, el apoyo a los refugiados colombianos de la mano de ACNUR: Se apoya a las familias refugiadas para que puedan dedicarse a actividades lícitas que nos son tan rentables como el cultivo de coca pero que les dan una alternativa de vida y además se les brinda asistencia psicológica, sostiene Ormaza.
La situación del Coca es menos tensa y facilita el desarrollo de los proyectos del FEPP que ingresó a la zona desde el año 84. Uno de los proyectos más importantes de la región es el de conservación y manejo sostenible de los recursos naturales en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Yasuní que tiene el apoyo de la embajada de Holanda y empezó en 1996.
El proyecto de Coca ha tenido un alto impacto en cuanto al desarrollo sostenible pues se ha tomado en cuenta la conservación de esta área protegida, pero a la vez el desarrollo económico de las personas que habitan la región. Por ello, la institución ha impulsado procesos de producción para asegurar el auto consumo y los ingresos de las familias.