Quito, 22 de julio de 2003
Las Cancilleres de Ecuador, Nina Pacari y de Colombia, Carolina Barco, se reunirán el próximo 29 de julio en la ciudad de Bogotá, para analizar la propuesta ecuatoriana de suscripción de un Acuerdo de Entendimiento que impida las fumigaciones aéreas con glifosato en un área de 10 Km. desde la línea fronteriza entre los 2 países.
Previo al encuentro, la cancillería ecuatoriana ha convocado a expertos en el tema, representantes de entidades públicas y de la sociedad civil a asistir a reuniones preparatorias para pulir la propuesta ecuatoriana, que contempla además indemnizar a los afectados y desarrollar proyectos para contrarrestar los impactos ya causados por las fumigaciones sobre cultivos lícitos y sobre la población. De estos encuentros saldrá el documento final que presentará Ecuador y que se espera sea suscrito por los Presidentes de los 2 países, durante la visita a Ecuador del mandatario de Colombia, Álvaro Uribe, prevista para el 3 de agosto.
El gobierno ecuatoriano formuló esta petición hace 1 año, atendiendo las denuncias de los afectados que han levantado protestas desde que se iniciaron las fumigaciones en el año 2.000 dentro de las acciones previstas por el Plan Colombia, auspiciado por los Estados Unidos. Sin embargo, la respuesta de Colombia se limitó a un compromiso verbal que no se ha cumplido, por lo que el Ecuador solicita que la petición sea firmada al más alto nivel.
Los gobiernos de Colombia y Estados Unidos han defendido las fumigaciones por su supuesta efectividad en la reducción de cultivos ilícitos, sin embargo los efectos nocivos de este proceso son evidentes. Solo en el 2002 la Defensoría del Pueblo colombiana recibió 6.553 quejas por daño de cultivos legales y problemas de salud. El pasado domingo, la televisión ecuatoriana evidenció, en un reportaje, los efectos de las fumigaciones que se repiten en varios poblados de la zona fronteriza: la población infantil muestra problemas en la piel y en los ojos y los cultivos lícitos están devastados.
Las fumigaciones en territorio colombiano además han ocasionado el desplazamiento de campesinos hacia el país fronterizo, problema social que también enfrenta Ecuador que, sin los adecuados recursos, no puede ofrecer alternativas de vida a estas poblaciones.