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Guillermo Navarro J. Quito, 4 de junio de 2003 "Para que la Mundialización funcione, Estados Unidos no debe tener miedo de actuar como la Superpotencia invencible que es en realidad. La mano invisible del mercado no funcionará jamás sin un puño invisible. McDonald´s no puede expandirse sin Mc.DOUGLAS, el fabricante de los aviones F-15. El puño invisible que garantiza la Seguridad Mundial de las tecnologías del Silicón Valley, se llama Ejército de los Estados Unidos." Madeleine Albrigth, Secretaria de Estado de los EEUU. 1999. En obsecuente alineamiento con los objetivos geopolíticos del imperialismo norteamericano, Lucio Gutiérrez abrogó por la inclusión del problema colombiano en la agenda de la reunión del Grupo de Río que se llevó a cabo en el Cuzco Perú el 23 y 24 de mayo, y, la consideración, como alternativa cierta, de conformar una fuerza multinacional latinoamericana para participar directamente en la guerra colombiana. Efectivamente, el tema colombiano no se hallaba incluido en la agenda oficial del certamen. Fue Lucio Gutiérrez quien, en la antesala de la reunión oficial, planteó el tema mediante una declaración en la que expresaba que la ONU debe exigir el cese del fuego a las FARC, ya que ello, según su opinión: "hará pensar mucho a las FARC, para que realmente, si desean la paz, pues lo demuestren. Si no lo hacen, si no reaccionan ante un pedido del Secretario de la ONU, pues el mundo estaría dispuesto a colaborar con Colombia en otro camino", declaración en la cual igualmente expresó que: Definitivamente este problema de Colombia tenemos que solucionarlo entre todas las naciones del mundo[1], posición que no era de forma alguna original o inédita, puesto que habían sido ya expresadas el 8 de febrero del 2003 por la Presidencia de la República de Colombia, mediante comunicado en el que el gobierno de Uribe afirmaba que: "Necesitamos que el mundo democrático venga a Colombia a ayudarnos a derrotar el terrorismo. Necesitamos que así como se está dando en Naciones Unidas una discusión sobre el caso Irak, el mundo tome la decisión de ayudar a Colombia. Necesitamos la tecnología de los países democráticos, sus recursos técnicos, sus recursos financieros, sus sistemas de transporte, para que le ayuden a nuestra Fuerza Pública y a nuestra Fiscalía a derrotar a los terroristas"[2]. La posición de Lucio Gutiérrez en procura de la regionalización del conflicto colombiano fue oficializada cuando puso sobre la mesa el tema colombiano, a eso de las 8:00 p.m. en el hotel Monasterio, de Cusco (Perú), donde los jefes de Estado se reunieron a debatir los temas de la agenda, lo que no solamente determinó su inclusión sino que incluso posibilitó adquiera prioridad ante las discusiones sobre la lucha contra la pobreza y el desarrollo social. La inclusión del tema igualmente posibilitó que los planteamientos antes mencionados se incluyan en la denominada: Declaración del Grupo de Río sobre la situación en Colombia, declaración que contiene la siguiente decisión: Instar al Secretario General de las Naciones Unidas, Excelentísimo señor Kofi Annan, a que utilice sus buenos oficios para impulsar decididamente un proceso de paz en Colombia exhortando a los movimientos guerrilleros que operan en dicho país a firmar un acuerdo de cese de hostilidades y entrar a un diálogo abierto y transparente que, a través de un cronograma con plazos, discutido y aprobado por las partes, permita llegar a una solución pacífica y definitiva al conflicto colombiano, que cada vez afecta más a los países vecinos de la región. Si este proceso no tiene el éxito deseado, el Grupo de Río, junto al Secretario General de Naciones Unidas y en coordinación con el Gobierno de Colombia, buscará en una nueva consulta otras alternativas de solución La Decisión tal como está formulada, para una mejor comprensión de sus verdaderas intenciones, exige recordar, respecto al primer párrafo que:
Precisiones que advierten que la propuesta de Gutiérrez había sido negada, tanto por las FARC como por el propio delegado de las Naciones Unidas, ya que, se entendía que el proceso de negociación debía darse entre el Estado colombiano y las fuerzas insurgentes. Si el problema se hallaba así planteado, es obvio concluir que el primer párrafo sólo trata de encubrir las verdaderas intenciones que esconde la Declaración en análisis, intenciones que se sintetizan en:
Aseveraciones que, a más de develar la verdadera razón del planteamiento de Gutiérrez:
Ante la obsecuencia e irresponsabilidad del gobierno de Gutiérrez y la limitada respuesta del Congreso Nacional, a pesar de la gravedad de las decisiones adoptadas por Gutiérrez, el planteamiento del Presidente Hugo Chávez para abrir el más amplio debate sobre el tema en América Latina no sólo es procedente sino mandatorio para todas las fuerzas patrióticas, si queremos impedir el involucramiento de los ejércitos de Argentina, Ecuador, Chile, Perú, Uruguay y Bolivia en la guerra de Colombia, guerra que tiene como objetivos finales el consolidar la dominación económica de los Estados Unidos en América Latina y la creación de las condiciones más propicias para la ocupación de la amazonía, propósitos contrarios al interés y al desarrollo soberano de América Latina. Notas: [1] Diario El Tiempo, Bogotá Colombia, edición del 23 de mayo del 2003. [2] Comunicado de la Presidencia de la República de Colombia, 8 de febrero del 2003. [3] Emanuelsson Dick: Lucio Gutiérrez juega la avanzada intervencionista en Colombia, Rebelión, 25 de mayo del 2003. [4] VENPRES, 2 de junio del 2003. [5] Diario El Tiempo, Bogotá Colombia, julio del 2002. [6] Navarro, Guillermo: Plan Colombia ABC de una tragedia, Ediciones Zitra, marzo del 2002, Quito, Ecuador, página 41. |
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