Análisis Político





Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (ALDHU)

21 de octubre e 2002




Los resultados de la Primera vuelta electoral en Ecuador constituyeron una sorpresa mayúscula para la clase política, los analistas y los líderes de opinión.

El triunfo en primer lugar del Coronel Lucio Gutiérrez y en segundo lugar del millonario bananero Alvaro Noboa, constituye un desastre para los partidos tradicionales y sus líderes históricos Rodrigo Borja y la ID, León Febres Cordero y el PSC y los hermanos Bucaram y el PRE que ocuparon los lugares cuarto, quinto y sexto respectivamente.

Una aproximación inicial para entender el fenómeno, podría situar la explicación del triunfo de Gutiérrez en tres vertientes; la primera es el apoyo Indígena cohesionado y masivo, que le permitió ganar en todas las circunscripciones del callejón interandino una segunda, el trabajo social desarrollado por el Ejército en las provincias pobres de la Costa y la Amazonía que le abrió a Gutiérrez canales de simpatía hacia esos sectores y una tercera vertiente puede encontrarse en su persistente discurso de Gutiérrez contra la corrupción, que logró ganar la confianza de los electores.

Por su parte, Alvaro Noboa capturó el voto populista y consolidó su base electoral entre los antiguos votantes del PRE en la costa, logrando además mantener un electorado cautivo a través del trabajo social desarrollado durante los últimos cuatro años por su esposa, especialmente en materia de salud rural.

Sin embargo, en una lectura mas global, la conducta electoral de los ecuatorianos produjo un doble fenómeno, en lo presidencial los electores propinaron un voto castigo a los políticos y los partidos tradicionales, pero en lo parlamentario por el contrario, consolidaron un parlamento que será integrado principalmente por los partidos tradicionales.

De este modo, la segunda vuelta Electoral (24 de Noviembre) obliga a los dos primeros (Gutiérrez y Noboa) a desplegar una flexible política de alianzas hacia los perdedores y su electorado, nada fácil pues ambos han construido un discurso precisamente en la descalificación de estos. Y aún así, cualquiera de los dos que resulte ganador, tendrá minoría amplia en el futuro congreso, lo que obligará a arduas negociaciones y amplias concesiones.

El pronostico es difícil y las primeras señales no son positivas pues mientras Noboa plantea la dicotomía entre trabajo, producción, paz (él) y comunismo (Gutiérrez). Aquel plantea la disolución del Congreso, la Corte Suprema, el Tribunal Electoral, los órganos de control, etc. mediante referéndum.

Ambos puntos de partida no son ni los más inteligentes ni los mejores para empezar esta segunda vuelta electoral.

El momento es difícil, pero creemos que los dirigentes políticos deberán abrir el espacio para una concertación amplia que permita un pacto de gobernabilidad; quien lo logre será quien gane la segunda vuelta de estas elecciones.


Una breve referencia a la derrota de Rodrigo Borja y de León Roldós.-

Una vez más se ha constatado que la división de la tendencia de centro izquierdista los lleva a ocupar los tercero y cuarto lugar (así ocurrió cuando se presentaron divididos entre Ehlers y Rodrigo Paz, permitiendo el triunfo de Bucaram 1996, cuando se presentaron divididos Borja, Ehlers, permitiendo el triunfo de Mahuad en 1998).

La Izquierda Democrática no fue capaz de superar su tradicional sectarismo y su incapacidad para construir alianzas amplias, centrando todo el esfuerzo electoral en su fuerza propia; le hubiera bastado una alianza con algún líder de la costa que le aportara un 3% y entrarían en la segunda vuelta.

Por su parte, León Roldós que realizó una extraordinaria campaña, logrando penetrar el electorado de centro izquierda en la provincia del Azuay, Loja y en Pichincha, le faltó un 1,7% para estar en la segunda vuelta, que seguramente le hubieran aportado aquellos sectores que su equipo de campaña despreció y terminaron apoyando a Gutiérrez.

Dura lección que los conductores de estas dos candidaturas deberán revisar seriamente.


Los Grandes Ganadores y los Grandes Perdedores.-

A nuestro juicio los grandes ganadores de esta jornada son los indígenas, que a pesar de sus divisiones pre electorales, lograron cohesionar a sus votantes tras el candidato Lucio Gutiérrez y de este modo elegir un bloque parlamentario de entre 13 a 15 diputados, siendo esta la mayor representación parlamentaria indígena en toda la historia del Ecuador. Sin duda este resultado electoral pone a fin a la crisis de dirigencia en el movimiento Indígena.

Por su parte, el presidente Oswaldo Hurtado, que creó un partido ad hoc para estas elecciones (Patria Solidaria) no alcanzó sino al 1% del electorado, la votación más baja obtenida nunca por un ex – presidente de la República que participar de una elección.

El otro gran perdedor es Antonio Vargas, otrora líder legendario de la CONAIE que intentó arrastrar tras su candidatura al mundo indígena, dividiendo a las organizaciones y que a la postre no logro ni un 1% del electorado.






 
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