12 de Septiembre de 2000.


El 4 de septiembre comenzó en todo el país el paro nacional, convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y la Coordinadora de Movimientos Sociales del Ecuador (CMS), contra las medidas económicas gubernamentales, rechazando la dolarización del país y reclamando la retirada de las leyes actualmente en discusión en el Congreso. La dolarización de la economía ecuatoriana, iniciada por el depuesto ex-presidente Jamil Mahuad en Enero de 2000, ha ido profundizándose a lo largo de este año, respaldada por los poderes económicos y políticos tradicionales del Ecuador, y culminando el domingo 10 de septiembre con la retirada oficial de la circulación del sucre (la hasta entonces moneda nacional). Este corto pero intenso camino hacia la dolarización, lejos de dinamizar la economía del país, ha implicado un empobrecimiento generalizado de la sociedad y acentuado sin precedentes la vulnerabilidad del país respecto a los vaivenes de la globalización. Sin embargo, desde las esferas gubernamentales, se exige la implantación final de un conjunto de medidas que "permitan la dolarización efectiva del país", medidas que en definitiva van en detrimento de las capas más desfavorecidas de la población, entre las que se encuentra el indigenado ecuatoriano. La retirada de la llamada "Ley Trole II", elaborada por el gobierno y apoyada por los principales partidos políticos, en su mayoría altamente dependientes de las oligarquías económicas y sumidos en la corrupción, constituye el eje principal de esta protesta.

Hasta el momento, la progresión del paro avanza lentamente. La CONAIE defiende una línea pacífica de actuación y de incremento paulatino en la intensidad de las protestas. Mientras, es labor fundamental la discusión en las comunidades rurales de los objetivos y formas de acción de la resistencia popular indígena. La CMS, por su parte, moviliza a las capas urbanas y coordina la acción sindical y de los diversos sectores de la sociedad civil. Ambos ámbitos conjuntamente conforman un frente de lucha popular que se extiende paso a paso, aunque entre los sectores urbanos, faltos de organización e inmersos en la dura lucha individual por la existencia cotidiana, no se asume con suficiente rapidez la protesta. Por el momento, las asambleas, declaraciones oficiales de las organizaciones y algunos cortes de carreteras constituyen los aspectos más destacados de los acontecimientos.

Redacción Llacta!

Comunicado de la CONAIE  (8 de Septiembre de 2000).