Buenos Aires, 12 de enero de 2004
La propuesta de canje de deuda por educación adelantaría la aplicación del capítulo de inversiones del ALCA en nuestro país, en todo el continente y aún en el resto de los países endeudados de la periferia mundial.
A fines del año pasado, los ministros de Educación de los países de América se reunieron en México para analizar la situación educativa en el continente. Esta reunión tuvo lugar en el marco del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI), órgano de la OEA.
Los ministros aprobaron tres proyectos hemisféricos que apuntarían a "mejorar la capacitación de docentes, fortalecer la educación secundaria y promover la equidad y la calidad entre los sistemas educativos de la región". Tales proyectos serán financiados por la OEA, a través de un fondo especial de 2 millones de dólares asignados para la educación.
En dicha reunión, preparatoria para la Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado de la región que se realizó en noviembre en Cancún, el ministro argentino de Educación, Daniel Filmus, sugirió que se proponga a los acreedores canjear parte de la deuda externa por inversiones en educación, ciencia y tecnología. El proyecto, avalado por el presidente Kirchner, fue aceptado por todos los ministros de Educación de América, inclusive Estados Unidos y Canadá, menos Cuba que no pertenece a la OEA.
Este canje, llamado "swap", ya fue adoptado por distintos países de América Latina, en diversas áreas como medio ambiente y educación alimentaria, pero no hay antecedentes en educación, excepto un acuerdo entre Indonesia y Alemania.
En Argentina, el proyecto estaría basado en inversión en la escuela básica y en ciencia y tecnología. La propuesta del gobierno está destinada especialmente a los países acreedores y a los organismos financieros internacionales (como FMI y Banco Mundial).
Ya la OEA propuso un modelo para implementar el canje: promulgar un "endowment" a partir de una ley que permita desgravar impositivamente a los tenedores de bonos si donan para educación.
Canjear deuda externa por educación significa reconocer como legítima una deuda fraudulenta y carente de legitimidad, desde cualquier lugar que se la analice.
Forma parte de reiteradas y sutiles estrategias, que vestidas con distintos ropajes tratan de introducir los organismos multilaterales de crédito, por medio de campañas como las de ¨lucha contra la pobreza¨ que sus programas económicos generan; o para ¨preservar el medio ambiente¨, que las empresas y grupos económicos, cuyos intereses defienden, contaminan y destruyen; o para ¨defender la vida¨, cuando son los mejores representantes de la muerte en todas sus formas.
Ahora nos hablan de ¨lograr mayores recursos para la educación¨, y muy pronto nos hablarán quizás de canjear deuda por salud.
Estos discursos pueden crear expectativas en sectores preocupados por las carencias del presupuesto destinado a la educación. Pero hay que decir que tales propuestas no respoden a los verdaderos intereses del sector. Son consignas engañosas como lo fueron otras conocidas anteriormente. Así la de canjear deuda por naturaleza, presentada como la gran solución al problema de la deuda, en la que con unos pocos falsos papeles, se aseguraban reservas naturales de nuestros pueblos, para que ellos se las apropien ahora o en el futuro; o la de una supuesta y parcial condonación de deuda a los países empobrecidos altamente endeudados. Otra forma de presentar estos programas fue la capitalización de la deuda, conocida en la Argentina como Privatizaciones, cuyos resultados son ampliamente conocidos; de esta forma los títulos desvalorizados de la deuda, eran canjeados por las empresas públicas, reconociéndoles para ello el 100% de su valor nominal. Tal vez, dentro de poco nos propondrán cambiar deuda por territorio. Todos estos programas fracasaron, sin embargo se reciclan ahora en nuevas formas pero con los mismos contenidos. Gobernadores argentinos (uno de ellos Solá) de distinto pelaje ya se apropiaron del proyecto e implementaron proyectos donde, entre otras barbaridades, se le otorga injerencia directa en los planes de estudio a las empresas privadas.
Rechazamos esta propuesta de canje de deuda por educación porque:
Llamamos a instalar el debate implementando asambleas en todas las escuelas y comunidad educativa de conjunto, con el objeto de plantear un plan de acción que nos unifique de cara al 2004 y pueda frenar definitivamente la escalada privatizadora en materia educativa.
[+info]
http://www.pormasas.com.ar/default.asp?articulo=313&edicion=176
:: http://www.llacta.org ::